La falta de seguridad vial, el exceso de velocidad de los carros, la poca infraestructura en andenes para caminar y que las vías en un principio se construyeron pensando más en los carros son factores que influyen para que el peatón sea el actor más vulnerable en la cadena de la movilidad. Cifras del Distrito señalan que de las 542 víctimas fatales de los incidentes de tránsito en el 2017, 267 se movilizaban a pie.
Quizás sin saberlo, los conductores, ciclistas, motociclistas en algún momento del día asumen el rol de peatones, y según la encuesta de Movilidad 2015, de los 12’755.826 viajes mayores o iguales a 15 minutos que a diario se hacen en la ciudad, el 20,6 por ciento (2’623.036) se ejecutan a pie.
Teniendo en cuenta esto y el creciente número de bogotanos que optan por caminar, el día sin carro y sin moto que se realiza este jueves está dedicado a ellos. Para los expertos, caminar es la forma de desplazamiento humana por excelencia, en donde todos somos iguales.
“Ser peatón es cuando ejercemos nuestra actividad más cotidiana, que es movilizarnos con nuestros propios medios, con nuestros pies”, dice Plinio Bernal, experto en movilidad.
Darío Hidalgo va más allá y asegura que “aun si usamos otro medio de transporte para la parte larga del recorrido, es la manera de iniciar y terminar nuestro viaje”. Sin embargo, el peatón, al no contar con un escudo protector como un conductor o el pasajero de un vehículo, resulta ser el más indefenso.
Los expertos aseguran que hasta hace 20 años no se tenía requerimiento de andenes y cada predio desarrollaba su pedazo, lo que derivó en vías sin aceras y otras llenas de barreras que obstaculizan el paso de los peatones.
Juan Pablo Bocarejo, secretario de Movilidad, dijo que con la jornada de este jueves se busca darle más visibilidad al peatón y reconoce que se requiere de un mejor mantenimiento de los andenes. “Con los nuevos corredores –7.ª, Boyacá y 68– se debe tener una acera amplia para que quien camine tenga en la infraestructura, la comodidad y la seguridad que requiere”, agregó el funcionario.
Precisamente, uno de los esfuerzos estará concentrado en valorar la salud de los transeúntes a lo largo de la jornada. En la ciudad se habilitaron 23 puntos ubicados en los portales de TransMilenio, Sena de la 30, parque Nacional, entre otros, donde se hará la toma de tensión, talla, peso, glucometría, perímetro de cintura y un test de estilos de vida saludable de los bogotanos.
Este tema es clave para las autoridades, porque se trata de la salud urbana. Y es que el abuso del tabaco y el alcohol –en contraste con el bajo consumo de frutas y verduras, sumado a la poca actividad física– es uno de los factores de riesgo que más favorecen a ese enemigo oculto que siempre está latente: el riesgo cardiovascular.
Así lo revelan los resultados de la valoración que hizo la Secretaría Distrital de Salud en los últimos diez meses a 76.364 peatones bajo la estrategia ‘Cuídate, sé feliz’.
Lo que señalan los propios bogotanos en sus respuestas es que hay un 47 por ciento de esa muestra que presenta alguna alerta de riesgo cardiovascular. De este porcentaje, el 61 por ciento son mujeres y el 39 por ciento restante hombres.
Lo que se recomienda es que los adultos hagan, como mínimo, 30 minutos de ejercicio al día, cinco veces a la semana, con una alimentación sana y balanceada. Además, disminuir el consumo de alcohol y tabaco para reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Y para los niños, la idea es una hora de actividad física todos los días, señala la Secretaria de Salud.
Por esto, este día sin carro y sin motos es una buena excusa para ir a cualquiera de los puntos y hacer su valoración.
1. Siempre cruce por la cebras y zonas semaforizadas.
2. Utilice los puentes peatonales. Recuerde que su vida es la que está en juego.
3. Cuando esté caminando por la calle no hable por celular, hay obstáculos en la vía que le pueden causar algún accidente.
4. No se ponga al frente o detrás de algún vehículo que tenga el motor encendido, este puede arrancar y podría no verlo.
5. No se suba ni se baje de un carro en movimiento, tampoco invada los carriles vehiculares.
6. Si usted es conductor, dele prelación al peatón, esto dirá mucho de su cultura.
7. Recuerde que todos los viajes empiezan y terminan caminando.
8. No solo es peatón quien camina, también lo son quienes van en silla de ruedas.
9. Ninguna muerte en la vía es aceptable, todas son evitables.
10. Caminar mejora la salud y este ejercicio ayuda para conocer la ciudad más de cerca.
Cortesía: Ciudad Verde. BCC. Combo 2600. Cebras por la vida Veeduría Distrital
Tiene 29 años, pero parece de 23. Irene Maldonado, de contextura delgada, piel tersa y ojos grandes y expresivos, no conoce la receta mágica antiedad; sin embargo, su secreto para verse joven radica en la forma en que, desde los 16 años, eligió para moverse en Bogotá.
No usa ningún medio de transporte distinto a sus piernas. Sus jornadas empiezan a las 7 a. m., cuando sale de su casa, en la localidad de Chapinero, para ir a la plaza de mercado del 7 de agosto. Ahí hace sus compras y, de nuevo, caminando, va hasta la carrera 9.ª con calle 60, en donde trabaja en el restaurante que abrió hace 10 meses.
Se limita a usar el transporte público solo en casos extraordinarios, como las fuertes lluvias, las largas distancias y las veces en las que debe cargar con muchas cosas. Vivir así le ha permitido ver cambios evidentes en su cuerpo y salud.
“Las dos principales ventajas de vivir caminando son: primero, que el genio me cambió por completo; ahora vivo más tranquila y feliz; segundo, que por fin soy dueña de mi tiempo y no gasto más del planeado esperando en trancones”, explica la mujer.
Su principal ayuda a la hora de planear sus trayectos es la aplicación Google Maps, que lleva en su celular. Esta le permite calcular el tiempo que gastará en ir de un lugar a otro y, en consecuencia, aprendió a nunca llegar tarde.
La seguridad no le preocupa más de la cuenta. Argumenta que, con la experiencia, ha hecho rutas mentales de calles por las que debe y no debe transitar y ha identificado, por ejemplo, los horarios en los que resulta más peligroso moverse a pie en las vías.
“Las horas pico son las mejores para caminar, la calle está llena de gente y ver a los demás apretados en los buses me hace entender que soy afortunada por poder caminar hasta mi casa”, cuenta.
Sus caminatas más largas, y las que hace con más frecuencia, son desde el centro de la ciudad (plaza de Bolívar) hasta el parque El Virrey, un trayecto en el que puede gastar poco más de dos horas.
Afirma que otro de los grandes beneficios ha sido el alivio para su bolsillo. Se ahorra aproximadamente 400.000 pesos mensuales: 200.000 que invertiría en trasporte y 200.000 en gimnasios. “En los glúteos y las piernas veo la diferencia” (risas), concluye.
BOGOTÁ
EL TIEMPO
@Bogota ET
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