Si se busca un ejemplo de cómo la autoridad no ha podido con un fenómeno de mal comportamiento y violación de normas en la ciudad, ese es el de las bicimotos en el norte de la capital. Ni la Defensoría del Espacio Público, ni Movilidad ni la Policía han podio hacerle frente a este fenómeno.
Ver hasta cinco personas en una pequeña bicicleta motorizada de tres ruedas se ha vuelto una constante a lo largo de la autopista Norte entre las calles 106 y 170. Mientras los pasajeros hacen fila para subirse a estos vehículos, los ‘calibradores’ –organizadores de rutas– manejan el acelerado ritmo de este medio transporte, que desde hace 17 años hace parte del paisaje bogotano.
Y parte de la responsabilidad es de la misma gente que los utiliza a pesar del peligro que representan. “Sé que es un servicio ilegal, pero a pie, desde mi casa a la estación de TransMilenio, me toma 30 minutos en llegar”, dice Paola Vargas, vecina de Cedritos y quien agrega: “Al suplir una necesidad que no satisface el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), el uso del bicitaxi se legitima”.
Lo grave del asunto es que, de un tiempo para acá, tales vehículos dejaron de ser de pedaleo para convertirse en veloces vehículos, con motores eléctricos y a gasolina (tricimotos).
“La semana pasada hubo un accidente en la calle 165 con carrera 55 en el que un conductor de mototaxi que, al parecer iba borracho, se chocó con un carro”, comenta Sandra Santamaría, vecina de Mazurén. A estas problemáticas se les suma la velocidad de hasta 30 kilómetros por hora que alcanzan los motorizados y la invasión de andenes y ciclorrutas.
Además, hay quienes afirman que tales vehículos tienen problemas por falta de mantenimiento, ya que unos botan aceite y a otros les fallan los frenos.En las afueras de estaciones de TransMilenio como Toberín, por ejemplo, se ven filas de 13 bicitaxis y/o tricimotos.
“El tema de los tricimotos nos preocupa, pues generan riesgo de accidentalidad y afectan los servicios legales, como el transporte público colectivo y los taxis”, afirmó el secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo. Y si bien manifestó su apoyo a los bicitaxistas (vehículos que se desplazan con pedaleo y no con motor), no está de acuerdo con los tricimotos.
“Apoyamos el bicitaxismo siempre y cuando esté formalizado y capacitado. Pero aún estamos esperando las reglas de Ministerio de Transporte para regularlo”, indicó el secretario.
Tal normativa es necesaria debido a que hay entre 8.000 y 10.000 personas dedicadas al bicitaxismo en Bogotá, quienes desde hace varios años piden la legalización de su trabajo. “Hemos participado en mesas de diálogo con los ministerios de Transporte y Trabajo y lo que les pedimos es la legalización”, dijo Arnulfo Moreno, uno de los voceros de los bicitaxistas.
Entre los sectores álgidos por estos vehículos se destacan la Autonorte y las localidades de Usaquén, Suba y Kennedy (Patio Bonito, Abastos y El Tintal).
Bocarejo afirmó que en lo que lleva del año se han realizado 82 operativos en Bogotá, inmovilizando 163 vehículos. “La semana pasada se dio la inmovilización de 32 vehículos en los alrededores de las estaciones de Mazurén y Toberín (norte) y en Madelena (sur)”, explicó el secretario.
En la Resolución 160 de 2017 del Ministerio de Transporte se estableció cuáles son las diferencias entre tricimotos, ciclomotores y cuadriciclos, así como las condiciones para su registro.
Los tricimotos, como los que circulan en la ciudad, son vehículos de tres ruedas, con estabilidad propia y chasis de triciclo. Pueden ser de motor de combustión interna
(no superior a 50 centímetros cúbicos –cm³–) o eléctrico (de potencia inferior a 4 kilovatios).Según algunos conductores, estos vehículos pueden llegar a los 30 kilómetros por hora y son tanqueados con 10.000 pesos de gasolina corriente al día.
Entre los sectores álgidos por estos vehículos se destacan la Autonorte y las localidades de Usaquén, Suba y Kennedy (Patio Bonito, Abastos y El Tintal)
Por su parte, un ciclomotor es un vehículo de dos ruedas que tiene un motor de combustión interna o eléctrico que no supera los 50 cm³ o los 4 kilovatios, respectivamente.
Finalmente, los cuadriciclos son automotores de cuatro ruedas, con motores de cilindraje mayor a 50 cm³, para el caso de los que son de combustión interna, o de hasta 15 kilovatios si son eléctricos.
“En ningún caso se podrá realizar la prestación del servicio de transporte público de pasajeros en vehículos automotores tipo ciclomotor, tricimoto y cuadriciclo de combustión interna, eléctricos y/o de cualquier otro tipo de generación de energía”, dice la Resolución 160 de 2017 del Mintransporte.
Para uso particular, los ciclomotores, cuadricilos y tricimotos pueden circular por las vías del país siempre y cuando cumplan con una serie de requisitos, similares a los de una motocicleta.
Entre ellos están que deben circular en condiciones óptimas mecánicas, ambientales y de seguridad.
Están obligados a circular por el centro del respectivo carril y no lo podrán hacer por andenes, ciclovías o lugares exclusivos para peatones o bicicletas.
Además, los conductores y acompañantes de estos vehículos deberán siempre usar casco.
Los choferes de estos tendrán que portar licencia de conducción (aunque la resolución no especifica cuál).
Por último, deberán portar el seguro obligatorio de accidentes de tránsito (Soat) y el certificado de revisión técnico-mecánica y de emisiones de gases.
CARLOS ANDRÉS CUEVAS
RAFAEL JALLER SANTAMARÍA
Redacción EL TIEMPO ZONA
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