Un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) se alista en La Calera, Cundinamarca, y se perfila como una apuesta a la ruralidad, al aumento de suelos protegidos y al mayor control de la expansión del casco urbano. Este proyecto de POT reemplazaría el de 1999, que tuvo una modificación en el 2010. Está radicado en la CAR y es socializado con la comunidad.
EL TIEMPO conversó con la alcaldesa del municipio, Ana Lucía Escobar, y con su secretario de Planeación, Luis Rodríguez, sobre el documento.
“Quiero que La Calera crezca de manera moderada y se conserve su vocación rural y campesina. Aumentaremos en un 20 % los suelos protegidos y disminuiremos la tasa de la vivienda campestre en un 35 % en relación con el plan anterior. Reconocemos que, por nuestra proximidad a Bogotá, somos proveedores habitacionales, pero el reto es regularlo”, aseguró Escobar.
El Secretario agregó que el crecimiento urbano será de 60 hectáreas en este POT. Así, las cuentas de tierras irían de la siguiente manera: para el próximo POT habría 28.239 hectáreas de suelo de protección rural (87,73 % del territorio), 2.685 hectáreas de vivienda campestre y 21,79 hectáreas incorporadas directamente al casco urbano.
Una de ellas es lo que hoy es el centro poblado Altamar. “Para sus habitantes, esto significa una mejora en la cobertura de servicios públicos, aunque tendrán que pagar una tarifa mayor cuando se anexen”, admitió el Secretario.
Para hacer el proyecto de POT, la alcaldía contrató una consultoría, por un valor cercano a los mil millones de pesos, para que detectara las necesidades de la comunidad y formulara los componentes técnicos. Juntos resolvieron 200 dudas de la comunidad.

Ana Lucía Escobar, alcaldesa de La Calera y el secretario de Planeación, Luis Rodríguez.
Cortesía Alcaldía La Calera
Si este nuevo POT de la Calera es aprobado por su Concejo, se convertiría en el más moderno del departamento. Aunque hubo actualizaciones recientes a otros, muchos han estado bajo la lupa del Estado.
A la fecha, la Fiscalía registra 11 municipios con procesos por irregularidades al momento de formular o modificar sus planes. Es el caso de Mosquera, Madrid, Funza, Cajicá, Rosal, Apulo, Nocaima y Tabio. Varios fueron investigados por incurrir en ‘volteo de tierras’ o cambios de uso del suelo para beneficiar a urbanizadores. Por esto se ha investigado a cinco alcaldes y diez concejales.
El POT de Chía fue el más reciente en caer por una suspensión temporal y preventiva ordenada por un juez de Zipaquirá.
Ante este panorama, el secretario de Planeación asegura que el POT se blinda con el aumento de áreas protegidas y con el no crecimiento sobre lo rural. “Además, entendimos que no podemos negar lo habitacional porque si lo hiciéramos generamos invasiones. Preferimos reglamentar y controlar. Hoy somos más de 27.000 habitantes, esperamos ser 36.000 para 2032. Si todo se hiciera sin control, podríamos llegar a 60.000”.
Otro de los puntos clave es el componente ambiental del proyecto: servirá como instrumento de cumplimiento de la sentencia del río Bogotá e incluirá el Pomca del río Teusacá. Se prevee, incluso, el pago por servicios ambientales: que a los campesinos se les pague la protección de zonas ecológicas.
También identifica medidas de protección para el sistema Chingaza-San Rafael para preservar la oferta hídrica de La Calera, Bogotá y la región.
Y piensa en la gestión del riesgo. Este proyecto definió 5.640 hectáreas en condición de amenaza media por riesgos de deslizamiento. Se trata de sectores en la Junia, Mundo Nuevo y Quisquiza.
Además, el plan actualiza medidas sobre turismo. “Tendremos en cuenta La Peña de Tunjaque como patrimonio paisajístico y cultural. También se trabaja en la reglamentación del ecoturismo y de nuevas tendencias de alojamiento como el glamping”, menciona la alcaldesa.
En cuanto al componente de integración con Bogotá y la región, hay varios puntos. Este proyecto de POT, por ejemplo, sí contempla los impactos del proyecto parque San Rafael.
"Es una opción muy importante para La Calera turística y va acorde con la filosofía de este POT: hacer del municipio un eje de turismo ecológico. El parque es una realidad, a pesar de que están detenida la licitación, a nosotros nos corresponde trabajarlo de puertas para afuera", asegura la alcaldesa.
"En el ordenamiento está incluido el parque porque eso genera impactos, nos cambia la dinámica municipal y nosotros estamos desarrollando toda una propuesta para el manejo. El cable, por ejemplo, cambiará la forma en que los calerunos entren o salgan del municipio", agregó el secretario.
También se contempla la construcción de un helipuerto, una terminal de transporte y hasta un frigorífico para integrarse con la región.
Sin embargo, Gabriel Leal, arquitecto y magíster en Planificación Urbana y Regional de la Universidad Javeriana, ve con preocupación las obras. “La huella ambiental sería muy alta. Los residuos biológicos contaminarían, atraerían un flujo vehicular pesado y llamarían talleres y negocios a ubicarse en la zona”, cuestionó.
El Secretario de Planeación aseguró que no hay tal riesgo por la ubicación del proyecto. “Estará en la intersección de la perimetral de Oriente, en el predio de Cemex. Lejos del Teusacá y la quebrada San Lorenzo. Todos los impactos y su mitigación fueron analizados”.
Por su parte, la alcaldesa insiste en que este es un POT que equilibra las necesidades de La Calera y la región: “Aunque hay obras de integración, entendimos que la gente pidió una Calera menos urbana, a la que no llegara tanta gente. El aprendizaje es ‘abrámonos a la región, pero regulémosla’ ”.
Gabriel Leal, experto en planificación urbana, asegura que el reto de este POT es prestarle especial atención a la urbanización y sostenibilidad. "La Calera se ha convertido en un lugar de vivienda para Bogotá, el suelo se valoriza y es clave pensar cómo se va a manejar", dice.
Agrega que otro reto es dar calidad de vida al campesino caleruno. "En la medida que se vendan terrenos para hacer urbanizaciones de estratos altos se desplaza al campesino. Y la solución que suele encontrar el campesino es volverse habitante urbano, pero deja de ser productor de comida", comenta y adiciona que la administración debe pensar también en proyectos para permitir que la población crezca y desarrolle su potencial en el mismo territorio.
– Veredas El Salitre y San Rafael: 1.° de junio (9 a. m.) / Lugar por definir.
– Buenos Aires, Los Pinos, La Epifanía y Santa Helena: 2 de junio (9 a. m.) / Salón Comunal los Pinos.
– El Rodeo, el Volcán y Frailejonal: 4 de junio (5 p. m.) / Salón Comunal vereda El Rodeo.
– San José, El Triunfo, Aurora Baja y San Cayetano: 8 de junio (9 a. m.) / Salón Comunal Aurora Baja.
– El Hato, El Líbano y Camino al Meta: 9 de junio (9 a. m.) / Por definir.
- Márquez: 11 de junio (5 p. m.) / Salón Comunal de Márquez.
-Aurora Alta y sector La Capilla: 15 de junio (9 a. m.) / Salón Comunal Aurora Alta.
-La Portada: 18 de junio (5 p. m.) / Secretaría de Ambiente.
-Mundo Nuevo: 19 de junio (9 a. m.) / Salón Comuna Mundo Nuevo.
-Treinta y seis, Tunjaque, Junia Alta, Junua Canoas y la Ramada: 22 de junio (9 a. m.) / Salón Comunal Tunjaque.
-El Manzano, La Hoya, La Polonia, La Jangada: 23 de junio (9 a. m.) / Salón Comunal El Manzano.
-Plaza de Mercado, sectores turístico, comercial y transporte: 25 de junio ( 5 p. m.) / Casa de la Cultura.
- La Calleja, La Toma, Las Mercedes y San José la Concepción: 29 de junio (9 a. m.) / Salón Comunal Las Mercedes.
BOGOTÁ
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