Dos años más, hasta el segundo semestre del 2019, tendrán que esperar los bogotanos para tener a disposición un sistema de bicicletas públicas con todas las de la ley. Así lo confirmó la Gerencia de la Bici (GB), dependencia de la Secretaría de Movilidad encargada de liderar el proyecto.
En la actualidad, una propuesta de asociación público privada (APP) para diseñar y ejecutar el sistema avanza en su trámite ante el Distrito. La GB, por motivos contractuales que precisan cierto nivel de confidencialidad, se reservó el nombre del privado que presentó la APP.
Sin embargo, adelantó que el proyecto está ahora en etapa de factibilidad. En ese paso se están aplicando estudios de primera mano sobre demanda, oferta, encuestas, preferencias declaradas y otros ítems, con los cuales se armará la propuesta en la que el privado dirá cuánto cuestan las bicicletas públicas, cuál será su modelo financiero y cuánto tiempo se demorará la implementación, entre otras precisiones.
“El principio que está manejando el Distrito es que la ciudad no tenga que pagar ni un peso”, explicó David Uniman, gerente de la Bici.
“Porque a partir de las experiencias de otras ciudades –modelos internacionales como New York, Boston (EE. UU) y otros de Europa– se ha demostrado que estos sistemas sí se pueden financiar con fondos privados provenientes de publicidad o patrocinio, además de la tarifa al usuario”.
De lo anterior se extrae que una vez entren en operación las bicicletas públicas, el biciusuario debería pagar un tipo de membresía para hacer uso de estas. Los ciudadanos deberán tener claro que las ciclas públicas no serán de préstamo gratuito, pues la idea es que sea un sistema autosostenible y de calidad.
Aunque el mismo Uniman advirtió que por los mencionados requerimientos contractuales tampoco podía adelantar cuántos caballitos de acero se pondrían a disposición de la gente ni en cuántas estaciones, sí confirmó cuáles serán los criterios que exigirá la Administración para hacer realidad esta iniciativa.
“Disponibilidad del servicio: que estén las bicicletas disponibles al menos el 95 por ciento de las veces que se requieran. Buscamos una buena densidad de estaciones por kilómetro cuadrado, unas nueve en ese espacio, que es un estándar internacional. Serán bicicletas de calidad, con llantas macizas –que no se pinchan–, con rastreador satelital y para habilitar con servicio vía telefónica o aplicación inteligente”, explicó el gerente.
Volviendo a los pasos de la APP, se estima que el proceso de factibilidad terminará a más tardar en diciembre del 2017. Luego de esto vendrá la validación de un tercero, externo a la Alcaldía, hasta abril del 2018, que hará sugerencias para pulir el proyecto.
Después llegará el momento de abrirles espacio a otros oferentes –que podrían proponer mejores condiciones que el proponente inicial– , lo que lleva la entrega de la concesión hasta octubre del 2018. A partir de ese momento empezaría el tiempo de implementación, de tal forma que para el segundo semestre del 2019 entraría en funcionamiento el sistema.
En principio, las bicicletas públicas se ubicarían en un gran cuadrante comprendido entre los cerros orientales y la carrera 30, y más o menos entre las calles 6.ª y 127 (aunque el estudio de factibilidad aún está por definir con precisión esas coordenadas), en lo que es conocido como el centro ampliado de Bogotá.
Además de esa zona, en la que los usuarios tendrían libertad de movilizarse por donde prefieran, no solo por ciclorrutas o bicicarriles, se contempla una conexión con la localidad de Kennedy a través de la calle 13 o la avenida de las Américas.
El nombre del sistema se definiría luego de un amplio estudio de mercadeo.
La primera etapa (prefactibilidad), para saber si era o no oportuno adelantar el proyecto, por comparación del territorio con otros donde ya se cuenta con ese tipo de sistema, finalizó con éxito al iniciarse el segundo trimestre del 2017. A principios de este año se había recibido la iniciativa, que cumplió a cabalidad los componentes ambientales, financieros, sociales, legales y técnicos.
FELIPE MOTOA FRANCO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @felipemotoa
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