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¿Por qué persisten las protestas en alguna zonas de la ciudad?
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Las autoridades llevan a cabo una reunión en el Puesto de Mando Unificado por manifestacionesLas autoridades llevan a cabo una reunión en el Puesto de Mando Unificado por manifestaciones
El fenómeno del vandalismo infiltrado en marchas ha incrementa- do violencia en el sector de Yomasa, en Usme.

Héctor Fabio Zamora / EL TIEMPO

Protestas en Bogotá

¿Por qué persisten las protestas en alguna zonas de la ciudad?

Fallecimiento de jóvenes, heridos, tanto civiles como policías, recrudecen la situación.

Aunque el Comité del paro suspendió los bloqueos y las protestas, y la alcaldesa Claudia López anunció un Plan de Cambio y Rescate Social, al tiempo que prometió más oportunidades de estudio para los jóvenes de Bogotá y se ha comprometido a ayudar a los empresarios, continúa el escalamiento de la violencia en bloqueos y manifestaciones.

Sacando del escenario a los jóvenes manifestantes, lo que hay, dicho por las propias autoridades, es un grupo de delincuentes que usan bombas molotov, armas traumáticas y piedras. También hay denuncias de que, por parte de la Policía, persisten fallas en los protocolos y que esto atenta contra los derechos humanos. En la mitad de todo están comunidades enteras que ya no aguantan más.

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¿Qué pasa? El grave problema de los focos de protesta que aún se viven en la ciudad es que los líderes de los grupos son difusos y que ante la imposibilidad de acuerdos los residentes están agotados.

Por ejemplo, en el sector de las Américas los protagonistas de las protestas se dividen en varios grupos y muchos dicen ser organizaciones horizontales en las que resulta difícil encontrar un vocero oficial. En ese punto los residentes han denunciado cómo están cansados del consumo de droga, alcohol y los actos vandálicos en el parque Mundo y sus alrededores.

El otro punto álgido está en Suba. Decenas de ciudadanos salen en la noche y terminan enfrentándose con la policía. Allí hay jóvenes que dicen reclamar por sus derechos, pero también miembros de la primera línea con quienes casi siempre se termina con hechos violentos, como el que acabó en la muerte de un joven, esta semana. La avenida Ciudad de Cali con avenida Suba es el punto más caliente.

Según el general Óscar Gómez Heredia, allí son los manifestantes quienes inician las agresiones contra del Esmad y esto es lo que los obliga a actuar. “Tiran artefactos incendiarios y la violencia es tal que tienen que intervenir. Eso no lo hace un manifestante”.

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En Usme, en el sector de Yomasa, se viene recrudeciendo la violencia en estos días. Allí bloquean la circulación vial en la avenida Caracas con calle 78 sur y se desata una ola de disturbios. De este punto se han obtenido audios que incitan a la violencia. “Lo que necesitamos es hacer masa acá, en el sur. La idea es que nos acompañen, y nosotros aquí tenemos cómo pararnos duro, pero hay que darles un poco duro (a los policías) porque aquí están muy relajados”, se escucha decir a uno de los organizadores del bloqueo en Yomasa.

Otro punto en el que los residentes dicen ya no aguantar más es la calle 80. Aunque allí ha habido varias protestas pacíficas y al comienzo la ciudadanía acompañaba las jornadas, en los últimos días ya estaba pidiendo la intervención de las autoridades. Allí, varios jóvenes universitarios han expresado sus opiniones.

Falta de representación

Según el profesor Carlos Charry, director del doctorado y la maestría de Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, en algunos casos los bloqueos, manifestaciones y marchas siguen porque el Comité del paro no era representativo de todas las formas y demandas de la protesta social. “Los brotes de vandalismo tienen mucho que ver con un grupo de jóvenes inconformes que no creen en el diálogo, en la concertación política, porque tanto este como otros gobiernos les han incumplido”.

Charry agregó que, sin embargo, hay un fenómeno de vandalismo que ha encontrado en esta coyuntura una manera de sacar provecho. “En conclusión, hay jóvenes que están allí y exigen respuesta a sus demandas, hay otros que se enfrentan al Esmad porque rechazan a la figura policial, y hay un fenómeno de vandalismo que no ha podido ser controlado”.

El sociólogo de la Universidad Nacional Camilo Castiblanco dijo que la continuidad del paro es la consecuencia de dos factores: el primero es la sensación que tienen los jóvenes de no haber sido escuchados desde noviembre de 2019, aunado a la inexistencia de programas y proyectos concretos encaminados a atender sus reclamaciones . “El segundo factor está relacionado con la decisión tomada por el Gobierno de dialogar con los voceros del paro, sin incluir a los jóvenes. Sin embargo, sobre esto último es importante señalar que la estructura organizativa de los jóvenes se caracteriza por la ausencia de líderes representativos, lo que también dificulta el proceso de negociación”.

Johan Avendaño, experto en seguridad, dijo que uno de los aspectos más graves de que se perpetúen las protestas es que la Policía está desconociendo órdenes de las autoridades locales. Lo grave es que esta situación se cobró una nueva vida. Hoy se investigan las condiciones de tiempo, modo y lugar en las que falleció un joven de 23 años que no ha podido ser identificado. No tenía papeles. Lo que se sabe es que a eso de las 11:46 de la noche del martes 22 de junio, la Secretaría de Salud recibió el reporte de un hombre con herida craneoencefálica, producto de un golpe con objeto contundente.

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Según los primeros testigos, todo ocurrió en la carrera 141A con calle 104, en la localidad de Suba, en medio de los enfrentamientos que se vivían a esa hora entre el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) y los manifestantes. En ese momento se vivió una escena dramática. Paramédicos intentaron revivir al joven, pero fue imposible y este fue trasladado al hospital de Suba, pero en el camino sufrió un paro cardiorespiratorio. El personal médico intentó reanimarlo. Pero todo fue en vano, el joven murió a las 12: 32 de la noche.

El subsecretario de Gobierno, Camilo Acero, se trasladó hasta el centro de salud para atender el caso, junto con el comandante de la Policía de Bogotá, general Óscar Gómez Heredia. Solicitaron a la Fiscalía investigar. “Es inaceptable que haya otro joven sin vida en Bogotá, muy probablemente por una intervención del Esmad. En ningún Estado democrático podemos tolerar algo así”, dijo Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno. Hasta el momento, la víctima no ha podido ser identificada al no llevar documentos consigo. El cuerpo está bajo custodia de Medicina Legal, y serán ellos los encargados de dar con su identidad.

La otra víctima fatal de esta semana es Jaime Alonso Fandiño, un hombre de 32 años que fue trasladado al Cami de Santa Librada (Usme) sin signos vitales. Según la médica que lo atendió, recibió un impacto en el pecho con un objeto contundente a muy corta distancia. “El Cuerpo Técnico de la Fiscalía estuvo en el lugar recabando toda la información, recogiendo los testimonios. Hemos solicitado esclarecimiento de los hechos”, afirmó Gómez.

Agregó que el cuerpo fue trasladado a Medicina Legal, que debe dar un dictamen definitivo de las causas del deceso. Según la familia de Fandiño, él se encontraba buscando trabajo, le colaboraba a su tío en la actividad de acarreos. Trataba de buscar alternativas y oportunidades, pero se topó con la muerte en medio de las manifestaciones.

Estos dos casos han sacudido de nuevo a la ciudadanía. Al respecto, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dijo: “Me duele en el alma otro joven fallecido. A sus familiares, nuestras más profundas condolencias. Al Esmad y la Policía les exigimos acatar nuestras instrucciones y protocolos. Mientras las desconozcan y no haya reforma eficaz, seguiremos teniendo riesgos a la vida”.

La Policía no tardó en responder al trino: “Actuamos bajo estrictos protocolos en el cumplimiento de los deberes constitucionales, y cuando se presentan hechos de violencia en los disturbios somos los primeros en investigar y pedir intervención de la Fiscalía”.

Carol Malaver. Subeditora de Bogotá.
EL TIEMPO
Twitter: @CarolMalaver

Atacaron la sede de RCN radio

En la tarde de este miércoles, un grupo de personas atacaron la sede de RCN Radio en Bogotá, en la calle 37 con Caracas. Los vándalos ocasionaron daños en la fachada de las instalaciones, que fue pintada con grafitis. También resultaron afectados algunos ventanales del edificio. La Asociación Nacional de Medios de Comunicación (Asomedios) expresó un rotundo rechazo a los actos vandálicos.

Yolanda Ruiz, directora de noticias de RCN Radio, dijo: “Una y otra vez rechazamos la violencia, así como una y otra vez defendemos el derecho a la protesta pacífica”.

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