En jaque quedó este lunes una parte de la operación de los buses zonales del SITP. Hacia las 3 a. m., decenas de conductores se presentaron en el patio Las Cruces para protestar contra el operador Consorcio Express por quejas relacionadas con salarios, horarios y otros temas laborales.
Aunque el patio abrió sus puertas, los buses azules no pudieron salir a rodar. En una transmisión en vivo hecha por redes sociales quedó evidenciado cómo los conductores que protestaban no permitieron la salida de los vehículos hasta que no se les diera un espacio en una mesa de concertación para llegar a acuerdos.
Una situación similar se vivió en las horas siguientes en los patios Brasil I y II (Bosa), 20 de Julio (San Cristóbal) y El Dorado (Fontibón), donde hubo plantones de empleados de varios concesionarios. Según confirmó TransMilenio, cerca de 120 buses de los 10.184 que tiene el sistema no operaron por las manifestaciones. Hacia las 4:30 a. m., los ciudadanos en algunos puntos del sur comenzaron a sentir los efectos del cese de actividades.
“Llevo 40 minutos esperando un bus. Me dirijo a San Francisco y no pasa nada”, le aseguró Sara Gómez, una usuaria, a Citytv.
Uno de los manifestantes de Las Cruces, el punto más álgido de ayer, era un conductor que, de hecho, se hizo viral en redes sociales en noviembre de 2021 por denunciar su situación laboral con el concesionario. Se trata de Jesús Téllez, un empleado de Consorcio Express que, el 7 de noviembre, grabó un video en el que manifestó su intención de renunciar por su situación laboral. “Hasta hoy voy con ustedes. Ya no aguanto más y no tengo por qué aguantar más humillaciones ni maltratos de nadie; y mucho menos tener que trabajar casi nueve horas seguidas sin tener tiempo de descanso”, dijo en el video.
Este lunes, nuevamente, Téllez estuvo en la protesta. A través de su cuenta de Facebook, transmitió por más de dos horas distintos momentos del plantón en Las Cruces. Junto a sus compañeros, denunció jornadas laborales extensas, dificultad para solicitar vacaciones o descansos, bajos salarios y supuestos casos de ‘persecución laboral’.
Esta situación es de vieja data. En diciembre, EL TIEMPO les puso la lupa a los casos de varios conductores que, como Téllez, manifestaban su descontento por sus condiciones laborales. En ese momento, Consorcio Express, concesionario involucrada en varias de las denuncias, manifestó que las jornadas laborales se ajustaban a la norma (y que las horas extras eran remuneradas), que la programación y ajuste de rutas se comunicaba oportunamente y que se mantenían canales de comunicaciones con las cuatro organizaciones sindicales que amparaban a los trabajadores.
Pero el episodio de este lunes reveló que aún hay descontento, tanto de conductores sindicalizados como no sindicalizados.
“El arreglo que queremos hacer con Consorcio Express es que nos suban el salario. Ya nos alcanzó el mínimo... mi salario, sin bonificaciones, es 1’046.000 pesos. La bonificación uno tiene que ganársela; pero ellos siempre están tratando de quitárnosla, que por estacionarias, que por mal acercamiento, que porque no recogió...”, le contó Yesid Gutiérrez, uno de los conductores que protestaban, a EL TIEMPO.
Según le había explicado Consorcio Express en diciembre a este diario, el bono “corresponde a un incentivo de naturaleza salarial para nuestros operadores de bus, cuya causación está sujeta al cumplimiento de criterios de calidad que aseguren un servicio oportuno y seguro para nuestros usuarios”.
Es decir, es un monto que depende de que los conductores no tengan observaciones durante su trabajo. Pero, como aseguró Gutiérrez, el cumplimiento de los criterios de calidad se ha convertido en una auténtica causa de estrés laboral.
“En nuestro día a día, nos toca lidiar con el peatón, con el ciclista, con el motociclista, con el usuario que se molesta. Nosotros sufrimos los insultos y los reportes cuando desde el patio mandan las rutas atrasadas. Yo tengo 34 años y ya tengo problemas de tensión y mantengo en el médico”, cuenta Gutiérrez. Su mayor temor, cada mes, es no lograr el bono para sumarlo al 1’046.000 pesos de base: con lo que gana, mantiene un hogar con dos hijos.
En diciembre, otros conductores denunciaron esta misma situación en las páginas de este diario. “Yo gano 1’400.000 pesos de sueldo, más el bono operativo, que son 8.000 pesos diarios. El problema es que tratan de quitarme ese bono como sea, y eso no es justo con el buen trabajador”, contó uno de los conductores que hoy, de hecho, ya no trabaja con el concesionario.
De acuerdo con Kemper Ramírez, de la organización sindical Sinaltracop, esta es una discusión que se tiene desde el inicio de operaciones del SITP. Incluso, hay artículos de EL TIEMPO de 2015 que cuentan episodios de protesta y reclamos muy similares al de este lunes.
Se ha querido establecer un rango más flexible, para que al operador no se le descuente de inmediato, sino que este se pueda defender y continuar su debido proceso
“Se ha querido establecer un rango más flexible, para que al operador no se le descuente de inmediato, sino que este se pueda defender y continuar su debido proceso”, dijo Ramírez.
A la situación de los bonos, dicen los conductores, se suman otras dificultades, como jornadas laborales de hasta 10 u 11 horas y dificultades para acceder a sus vacaciones. Gutiérrez, incluso, anota que muchos de sus compañeros renunciaron en diciembre.
“Algunos conductores renuncian porque encuentran otros operadores donde ganan mejor. Entonces, los poquitos que quedan se ven sometidos a extensas jornadas de trabajo y a no poder pedir sus vacaciones, porque tienen que cubrir la operación”, añade Ramírez.
EL TIEMPO trató de comunicarse ayer, por múltiples canales, con Consorcio Express para conocer su posición frente a las denuncias y para confirmar si se había podido llegar a acuerdos en la mesa instalada a medio día. No obstante, no hubo respuesta.
TransMilenio, por su parte, aseguró que no tiene “vínculo laboral con el personal empleado por los concesionarios, lo que incluye a los operadores (conductores) del Sistema”, y que la competencia para resolver esta situación es de los concesionarios y el Ministerio del Trabajo.
“Los concesionarios que prestan el servicio de transporte público de la ciudad deben garantizar el cumplimiento de la jornada establecida en el artículo 161 del Código Sustantivo del Trabajo para empleados en el país”, dijo TransMilenio en un comunicado, y agregó: “Si en el seguimiento realizado por la Interventoría contratada por TransMilenio S. A. para la concesión se llega a determinar que hay alguna anomalía, se reporta al Ministerio del Trabajo, que es la autoridad competente para tomar decisiones en este tipo de casos”.
EL TIEMPO