Crece la indignación de la comunidad educativa tras la captura del profesor de primaria, Néstor Osvaldo Ávila Novoa, acusado de actos sexuales abusivos contra niñas de 10 y 11 años, de quinto grado de primaria, en varios colegios del Distrito. Al parecer este hombre ya tiene al menos cinco procesos más por este delito.
Las denuncias contra el docente de matemáticas y que laboró en instituciones públicas de las localidades de Bosa, Ciudad Bolívar y Kennedy, donde fue capturado en la entrada de un colegio, no son nuevas. En la Secretaría de Educación de Bogotá se adelantan dos procesos disciplinarios.
Lo que los padres se preguntan es por qué, en estos casos, los niños tienen que seguir en alto riesgo al lado de personas señaladas de este tipo de delitos.
El hombre, quien según las denuncias, utilizaba juegos para tocar las partes íntimas de las niñas, como lo reportó CITYTV, fue denunciado en el año 2013 por una niña de un colegio del sector de El Mochuelo, sur de Bogotá. Otros cuatro procesos se adelantan por el mismo delito en colegios de Bosa. Ahora, debe enfrentar los señalamientos en Kennedy.
Entre tanto, las dos investigaciones disciplinarias que adelanta la Secretaría de Educación contra Ávila Novoa están así: la primera ya está en etapa de formulación de cargos y la otra, dice la fuente oficial, está en indagación e instrucción probatoria.
“Las autoridades judiciales recaudan el acervo probatorio de los presuntos delitos de los cuales es señalado el docente. Estas investigaciones tienen reserva del sumario para no entorpecer los procesos judicial y disciplinario”, dijo la Secretaría de Educación en un comunicado.
Ávila Novoa no aceptó los cargos. De ser hallado culpable, podría enfrentar una pena de 14 años de prisión y la inhabilidad general para el ejercicio de funciones públicas por 10 años.
“La Secretaría de Educación procedió de manera inmediata a suspender el pago de su salario y prestaciones sociales en tanto se resuelva su situación jurídica”, señaló la entidad.
Las autoridades analizan también los computadores y celulares para establecer qué tipo de mensajes, videos y fotografías consultaba y utilizaba este hombre, así como los contactos que tenía en redes sociales, pues no se descarta que accediera a material de pornografía con niños y menores de edad.
BOGOTÁ
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