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Tras 30 atentados en 2 años, van dos capturados en Bogotá: ¿qué pasa?
La Macarena

Todo apunta a que el atentado en el barrio La Macarena fue perpetrado por el Eln.

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Abel Cárdenas / EL TIEMPO

Tras 30 atentados en 2 años, van dos capturados en Bogotá: ¿qué pasa?

Expertos dicen que hace falta volver al 'plan candado' en la ciudad para que no entren explosivos.

Mateo Gutiérrez y Arturo Steven Buitrago se convirtieron hace 72 horas en los primeros capturados por la ola de petardos que vienen sacudiendo a Bogotá desde el 2015 y que ya suman 30 artefactos, un muerto, 26 heridos y una ciudad en alerta.

A los dos se les sindica de estar detrás de al menos 10 de los atentados: en la sede de la Dian, en diciembre del 2016, con un saldo de dos personas heridas; en septiembre del 2015, en la calle 76 con carrera 16, y en la calle 19 con avenida Caracas. También, de los pertardos panfletarios, alusivos al supuesto Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), que fueron accionados junto a entidades bancarias en el sector del Park Way y de la calle 80.

Según el Distrito y la Nación, estas capturas son la pista para dar con las organizaciones que están detrás de las otras acciones terroristas, en especial la registrada hace ocho días en el barrio La Macarena, cerca de la plaza de toros.

Esta detonación, que cobró la vida del joven policía Albeiro Garibello, apunta al Ejército de Liberación Nacional (Eln). Al parecer, el explosivo llegó desde Arauca y Norte de Santander, y la metralla que generó heridas en civiles y otros uniformados encaja con el tipo de terrorismo guerrillero, según las autoridades.

“Las capturas nos darán mayor información sobre lo que sucedió en La Macarena y otros sitios donde habría atentado el Eln. La investigación va por buen camino (...), tenemos testimonios, fotos y videos”, dijo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.

Sin embargo, no se ha dicho nada de las cargas explosivas que estallaron en la localidad de Teusaquillo y que estarían vinculadas con actos de extorsión.

Más controles

¿Por qué después de dos años solo se tiene a dos sindicados?

Para Ariel Ávila, director de la fundación Paz y Reconciliación, las características de los atentados hacen más compleja su investigación. Son actos ejecutados por células que no superarían las tres personas y que tienen información compartimentada.

Es decir, no conocen cabecillas, proveedores de los petardos o pagadores.

“La inteligencia policial en zonas urbanas no está acostumbrada a lidiar con estas células o estructuras. En Bogotá lo están aprendiendo”, explicó Ávila.

No obstante, bombas de mayor potencia como la de El Nogal (2003) y la de Caracol (2010) permitieron este tipo de rastreos. Y en la toma del ‘Bronx’ estuvo el mismo oficial que llegó hasta el campamento del guerrillero de las Farc ‘Raúl Reyes’ (2008).

El analista también cree que se aflojaron los controles y la coordinación con las autoridades más allá del perímetro urbano.

“Hay un relajamiento de las políticas de seguridad entendidas como ciudad región. Antes se contaba con un plan candado, y no entraban explosivos; pero desde el 2013 eso cambió porque la Policía y la Alcaldía no tienen una visión de seguridad más allá de los límites de la ciudad”, dijo.

Al respecto, también vale recordar el distanciamiento entre la Policía y la administración Petro, en perjuicio de la capital.

Hugo Acero, subsecretario de Seguridad del Distrito en la época en que las Farc cometieron los atentados al club El Nogal, contra el sistema de Chingaza –que abastece de agua a Bogotá– y en la primera posesión presidencial de Álvaro Uribe, coincidió en que estas acciones terroristas son perpetradas por células difíciles de detectar.

“En muchos casos, quien elabora la bomba no es quien la instala ni quien la activa. En muchos casos, ni siquiera se conocen ni viven en la ciudad”, indicó.

Pero Acero no cree que las autoridades hayan bajado la guardia en las entradas de la ciudad: “Los artefactos que han utilizado no necesitan una gran cantidad de explosivos. Ellos saben utilizar urea, que se usa para hacer fertilizantes”.

Y recordó que para poder contrarrestar los ataques de las Farc se tuvo que coordinar la inteligencia entre varios organismos de seguridad, algo que se debe emular de inmediato.

“Luego de terminados los diálogos en El Caguán, el ‘Mono Jojoy’ dijo: ‘Nos vemos en Bogotá’. Lo primero que hicimos fue crear un comité de inteligencia integrado por el comandante de la Brigada XIII, el de la Policía, el subdirector del DAS, y la Fiscalía asignó dos fiscales antiterroristas”, recordó.

Esto les permitió recoger pruebas más rápido, hasta el punto de dar con los autores del atentado a El Nogal en tiempo récord, y se impidieron más atentados, como el que iban a realizar con una volqueta bomba.

El trabajo conjunto ya se está realizando en la ciudad entre la Policía, la Fiscalía, las Fuerzas Militares y el Ministerio de Defensa.

La Alcaldía también ha hecho un llamado a la ciudadanía a unirse en torno a la seguridad de Bogotá y a denunciar. Pero se esperan nuevos y más contundentes resultados.

BOGOTÁ

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