Una mesa de concertación con pobladores, industriales y trabajadores del barrio Pensilvania, es la alternativa que el Distrito les ofreció a las comunidades de Puente Aranda, ante sus protestas por la llegada masiva de habitantes de la calle al sector.
El viernes a las 2 de la tarde en la Alcaldía Local de Puente Aranda la comunidad tendrá una reunión con delegados de las secretarías de Gobierno, Integración Social, el Instituto Distrital para la Participación Comunal (IDPAC) y la Personería. Wilson Guerrero, presidente de la Asociación de Comerciantes de Puente Aranda, dijo que si la administración falta a la reunión “vamos a bloquear la carrera 30, porque estamos cansados de la situación y somos muchos. Seremos más de 1.000 personas y lo haremos de forma pacífica”.
Lea también: Bogotá se enfrenta al complejo reto de la indigencia
El miércoles hacia las 7:30 de la mañana un grupo de casi 500 manifestantes obstruyeron el paso vehicular a la altura de la carrera 30 con calle 9.ª. La obstrucción del sistema TransMilenio obligó a cientos de pasajeros a bajarse de los buses para buscar otras formas de transporte.
Consignas para exigir soluciones y varias pancartas que atravesaron la avenida sirvieron como mensaje a la administración, de la cual expresan que no les ha prestado atención. Hacia las 8:30, miembros de la Policía lograron despejar la vía y retomar el control.
“Estamos muy afectados. No solo por los robos, sino porque la productividad se está afectando, pues toca abrir más tarde las empresas y cerrarlas más temprano. Esto genera caos en empresarios y trabajadores, que no pueden laborar sus horas extras. Nosotros producimos empleo y pagamos impuestos; en cambio, ellos (habitantes de calle), aunque también tienen derechos, solo se dedican a consumir”, expresó Marta Cruz, representante del sector industrial.
Opinión: ¿Del Bronx a la calle?
Al adelantar un recorrido por la zona, se constata que la gente está preocupada. No dudan en advertir que el tema está desbordado y que el problema social debe tener una solución integral. La subsecretaría de Seguridad prefirió no hacer un pronunciamiento sobre la situación y tampoco sobre el posible bloqueo de la carrera 30. Ese despacho confía en que los diálogos serán efectivos y no habrá necesidad de las vías de hecho.
Entre tanto, el caño de la calle 6.ª, contiguo a Pensilvania, el miércoles lucía más concurrido que la semana pasada. Unas 100 personas se dedicaban a consumir alucinógenos y a dormir en su contorno. Agentes de la Policía, gestores de convivencia y funcionarios del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez (Idipron) hacían presencia en la zona.
Integración Social indicó que de 2.053 habitantes de la calle provenientes del ‘Bronx’, que han sido atendidos en los centros de atención transitoria, 322 permanecen en el programa de recuperación.
BOGOTÁ