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Bogotá

La vieja fórmula de invalidar las firmas se toma la revocatoria

Andrés Villamizar Pachón (izq.), director de la fundación Azul Bogotá. Román Vega, vocero de Unidos Revocamos a Peñalosa.

Andrés Villamizar Pachón (izq.), director de la fundación Azul Bogotá. Román Vega, vocero de Unidos Revocamos a Peñalosa.

Foto:Mauricio León - César Melgarejo / EL TIEMPO

La misma estrategia usada por Petro la emplean los defensores de Peñalosa. Cara a cara.

Hace un par de semanas, los promotores de la revocatoria celebraban la decisión de la Registraduría Nacional que les avaló 473.700 firmas como apoyos válidos para allanar el camino que busca sacar del cargo al alcalde mayor, Enrique Peñalosa Londoño. Sin embargo, esta semana son los enemigos de la revocatoria los que celebran.
La razón es que quienes defienden la gestión del mandatario creen contar con un arsenal de pruebas para demostrar que en las firmas recogidas y avaladas hay múltiples irregularidades, que echarían por el piso el proceso.
En este nuevo capítulo, los defensores señalan que, en una revisión del 15 por ciento de las firmas válidas, encontraron que 40 personas están muertas y otras tantas rúbricas corresponden a personas privadas de la libertad, lo que a todas luces les da para pensar que el asunto es más grave de lo que se imaginaban.
Unidos Revoquemos Peñalosa presentó de forma oficial 706.708 apoyos, de los cuales 233.000 le fueron rechazados por registros duplicados, datos incompletos, nombres que no corresponden o de personas muertas, y más de 85.000 no están en el censo de Bogotá.
Por esta razón, los defensores del mandatario, en cabeza de la fundación Azul Bogotá y del abogado del Alcalde, Humberto Sierra Porto, han pedido la revisión, una a una, de las firmas por peritos y grafólogos expertos en la materia. Sin embargo, los promotores de la iniciativa no se han quedado callados y ya rechazaron la solicitud porque consideran que es violatoria de la Constitución, ya que el único ente que puede hacer esa tarea es la Registraduría Nacional, señalan.
Lo que no cuentan los promotores es que el exalcalde Petro, otro impulsor de la revocatoria, utilizó los mismos argumentos de la defensa de Peñalosa para evitar que por ese camino lo revocaran y lo sacaran también del palacio Liévano. Además, pidió que expertos grafólogos revisaran las firmas que se entregaron en su momento. ¿Por qué no podría hacerlo el actual alcalde?, se preguntan los defensores.
Otros argumentos legales se fundamentan en lo que ya se ha ventilado en varias oportunidades, y es que, a la luz de la Ley 134 de 1994, la revocatoria puede adelantarse por insatisfacción general de la ciudadanía e incumplimiento del programa de gobierno. Y en este sentido, los amigos de Peñalosa acuden a la sentencia C-179 del 2002, en la cual la Corte Constitucional señala que en el caso de la primera causal, la de la insatisfacción, es con relación al mandato, es decir, al programa de gobierno y no a si el Alcalde es popular.
Las dos caras de esta controversia son Andrés Villamizar, director de la fundación Azul Bogotá y defensor acérrimo del modelo Peñalosa, y Román Vega, exsecretario de Salud del Distrito (2005) y vocero político del comité promotor.
Los señalamientos son mutuos: de uno y otro lado hablan de engaños, mentiras y videos; muertos que firman, parodias de revocatoria, agresiones en redes sociales y hasta escupitajos se han visto en este proceso. Vega Romero (cercano a Petro) dice que Azul Bogotá defiende los intereses privados de grupos económicos y que el programa del gobierno Peñalosa es lesivo a los intereses de esta generación y las venideras.
Villamizar responde que la revocatoria está montada sobre la campaña política de una izquierda que, señala, está huérfana de poder y con sed de venganza, donde de por medio están Petro y Jorge Enrique Robledo, ambos con aspiraciones presidenciales y voceros en las redes sociales.
En medio de este rifirrafe, el más perjudicado es el ciudadano de a pie, pues la capital vive en un ambiente de polarización y de una decisión que a todas luces se irá prolongando conforme se desarrollen los acontecimientos.
La Registraduría tiene menos de diez días hábiles para responder a las objeciones. Entre tanto, se está a la espera de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) decida, por su parte, si avala o no las cuentas de la campaña de la revocatoria.

‘Con trampas no se puede hacer una revocatoria’: Andrés Villamizar

¿Qué les dice a los de la revocatoria?
Que si quieren promover una revocatoria, lo hagan a la luz de la ley; que no lo hagan con trampa, que no digan mentiras y que peleen limpio. Y que ahí sí nos vemos en las urnas, así sí se decide el futuro de Bogotá.
¿Cuál cree que es el interés de sacar a Peñalosa?
El de una persona que se llama Gustavo Petro que está en campaña a la presidencia, que ha reconocido que está en campaña a costillas de esta revocatoria y a costillas de promover la revocatoria de Peñalosa. Y también, de Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, en campaña presidencial. Ambos representan a los partidos que gobernaron a Bogotá durante los últimos 8 años: el Polo Democrático y Progresistas.

Ellos juegan con los temores y el miedo de la gente, y para eso han hecho trampas y adulteraciones

¿Y cómo lo están haciendo?
Con una revocatoria plagada de mentiras como que Peñalosa cerró hospitales públicos, y todas son por el mismo estilo. Ellos juegan con los temores y el miedo de la gente, y para eso han hecho trampas y adulteraciones. Jugar limpio es cumplir la ley y abstenerse de decirles esas mentiras a los ciudadanos...
¿Y el interés de la antirrevocatoria?
Defender los derechos de los más de 906.000 ciudadanos que votaron por Enrique Peñalosa con un programa de gobierno que se está ejecutando, que se está cumpliendo. Nos quieren quitar la posibilidad de que ese programa se lleve a cabo.
¿Es un tema ideológico?
Es personal, ideológico y político. La prueba es que esta revocatoria la están promoviendo desde el año 2015, violando la ley, que exige que se debe esperar un año después de que el alcalde se posesione. Están tratando de remover a un alcalde antes de que se posesione. Esa es la prueba reina.
¿Dice entonces que esto es orquestado?
Sí, por Petro y Robledo.
¿Y cuál es el riesgo?
No les importa el destino de la ciudad ni el costo que eso tiene para Bogotá, sino hacer campaña a costillas de ese tema.
El costo es enorme porque se paralizan más de 10.000 millones de dólares para los próximos cuatro años, incluyendo la primera línea del metro, la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), la construcción de las nuevas troncales de TransMilenio, nuevas vías, los 30 colegios, hospitales y muchas obras más. Todas se paralizarían con esa precampaña presidencial.

‘Están llenando de suspicacia a la opinión pública’: Román Vega

¿Cuál es su mensaje a la fundación Azul Bogotá?
Que no les mientan a los bogotanos ni a las bogotanas. Que no pretenda usurpar las funciones de la Registraduría y que no induzca al Consejo Nacional Electoral a prevaricar ni a violar la Constitución de 1991 y las normas del derecho a la participación.
¿Cuál es el interés de la revocatoria?
Busca garantizar que se mantengan los derechos sociales, que se proteja el ambiente, que está amenazado por la intervención a través de las obras en distintos territorios (...), y en otros procesos de intervención por expansión de la ciudad; defender el patrimonio público (...) y garantizar el derecho al trabajo de los vendedores ambulantes.

No es cierto que ellos tengan una postura técnica, neutral o imparcial al juzgar

¿Y cuál es el interés de la antirrevocatoria?
Detrás de esa defensa están los intereses particulares de grandes empresarios de capital financiero y de transnacionales del transporte que quieren convertir a Bogotá en una ciudad de negocios.
Usted habla de unas armas que usan ellos, ¿cuáles?
Están llenando de suspicacias a la opinión pública bogotana, están tratando de mentir acerca, por ejemplo, de la cantidad válida de firmas (...); no es cierto que ellos tengan una postura técnica, neutral o imparcial al juzgar.
En la revalidación de firmas aparecen muertos, presos...
Hay un montón de especulación de la Fundación que lo que busca es dilatar en el tiempo el proceso de revocatoria.
¿No fue lo que pidió el exalcalde Petro?
No conozco.
¿Estarían de acuerdo con que utilicen grafólogos?
La competencia, como lo establecen las normas legales en Colombia, para la revisión de las firmas es de la Registraduría del Estado Civil y debe hacerse en el marco de la legalidad.
Dicen que detrás están Petro y Robledo...
Nosotros somos un proceso ciudadano diverso, plural, con participación de sectores disímiles, sindicales, de movimientos sociales y de fuerzas políticas que no pueden resumirse en el movimiento de Gustavo Petro.
¿Por qué comenzaron la revocatoria en el 2015?
Lo que existe es el ejercicio de un derecho ciudadano, que es el de revocar.

Lo que sigue en los próximos capítulos

Se espera que antes del 13 de julio, la Registraduría Nacional responda a los
reparos presentados por la defensa del alcalde Enrique Peñalosa frente al proceso de revocatoria. En especial, lo que tiene que ver con la objeción a las 473.700 firmas avaladas. Si se decide que sí cumplen, es decir que se logra el mínimo exigido de apoyos, que son 271.817, el proceso continúa. Para esto se necesita que el Consejo Nacional Electoral (CNE) también avale los estados financieros del comité.
Si las firmas y los estados financieros son aprobados, la revocatoria queda para fijar fecha.
Si en la revalidación se caen las firmas, hasta ahí llega el proceso, y tienen que comenzar de nuevo.
En caso de llegar a votación, se requieren 1’124.333 ciudadanos. Si la mitad más uno se inclinan porque Peñalosa salga, hasta ahí llega su mandato.
BOGOTÁ
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