Diez monumentos, entre los que se destacan el de los niños de Colsubsidio, ubicado en la calle 26; el de Américo Vespucio, de la carrera 7.ª, y ‘la Pola’, en La Candelaria, amanecieron con tapabocas y con un letrero que preguntaba: ¿Qué aire estamos respirando?
Esta propuesta, que sorprendió a los transeúntes y residentes de estos sectores de la ciudad, fue una iniciativa del colectivo ciudadano Combo2600, con el que buscan concientizar sobre la mala calidad del aire que se respira en la capital.
Durante el año 2016, las consultas médicas por enfermedades e infecciones respiratorias agudas se estiman en unas 56.000, frente a 49.492 del año 2015.
“Más de 70 niños bogotanos murieron en 2016 por infecciones respiratorias agudas, y la muy baja calidad del aire que respiramos en la ciudad pudo ser una de las causas de esas muertes”, dijo Diego Laserna, uno de los integrantes del colectivo ciudadano que desde hace años trabaja en la construcción de una mejor Bogotá.
Para escoger las estatuas en las que se pusieron los tapabocas, los activistas tuvieron en cuenta algunos corredores viales en los que más contaminación se registra, como la carrera 7.ª, la calle 26 y la avenida Caracas.
“Hay unas esculturas muy interesantes y que hubieran generado mayor impacto en la iniciativa, pero están muy altas y era riesgoso ponerles tapabocas”, aseguró Laserna.
(Además: 11 recomendaciones para evitar las infecciones respiratorias agudas)
El colectivo informó que, según el Ministerio de Ambiente, la mala calidad del aire ocasiona más de 5.000 muertos al año en el país, y la mayoría de estas se dan en los centros urbanos como Bogotá.
“La contaminación más grave, la que daña los pulmones, y que viene de fuentes móviles, viene del diésel que usa el transporte público, pero no vemos una estrategia clara para hacerle frente a esta delicada situación por parte del Distrito”, puntualizó Juan Carlos Rodríguez, otro integrante del Combo2600,
Según Laserna, este propósito nació luego de ver lo que hizo el colectivo Ciudad Verde de Medellín. “Aunque aquí no es tan critica la situación, no existe una estrategia para que mejore”.
Por otra parte, “la reacción en las redes sociales fue un éxito, porque la gente se dio cuenta de lo peligroso que es el aire contaminado”, puntualizó.
BOGOTÁ
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