El 54 por ciento de los bogotanos se sienten inseguros en la ciudad, de acuerdo con la más reciente encuesta de percepción ciudadana de Bogotá Cómo Vamos. El registro es superior al reportado en 2016, cuando este indicador se ubicaba en un 45 por ciento.
Sin embargo, la percepción es una cosa y la realidad, otra, según explicó el secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia, Daniel Mejía.
“Hay que destacar que estas encuestas fueron realizadas en un momento próximo a la ocurrencia de unos atentados terroristas por los cuales se ha capturado a 10 personas”, expuso el funcionario como una de las razones que, para él, pueden explicar la percepción de la ciudadanía.
Adicional a esto, Mejía señaló que los resultados positivos de las acciones que adelantan las autoridades en contra de delitos de alto impacto todavía no se reflejan en lo que siente la gente en la calle.
“Esperamos que la desarticulación de estructuras criminales, como los resultados objetivos en las cifras de reducción de homicidios, lesiones personales, hurtos a residencias y viviendas, se vea reflejada en la percepción de seguridad”, indicó Mejía.
No obstante estos argumentos, el aumento exponencial del hurto a personas –que pasó de 30.528 casos entre enero y octubre del 2016 a 41.223 en el mismo periodo del 2017– parece ser una poderosa razón para que los capitalinos se sientan inseguros.
“Un tema en el cual hemos hecho énfasis es en el hurto a personas, que de acuerdo con las estadísticas oficiales está creciendo; nos hemos dado cuenta de que en un porcentaje altísimo son cometidos por delincuentes reincidentes”, comentó el secretario de Seguridad, quien agregó que los criminales no están siendo castigados de la manera adecuada.
Con esto, la Administración Distrital deja ver que hay políticas o falencias del nivel nacional que están afectando la operatividad de la Policía y la Fiscalía en Bogotá.
Otra de ellas es el hacinamiento, en Uris y estaciones de policía, de detenidos que no tienen espacio en las cárceles del Inpec. En un reciente comunicado, la Personería Distrital advirtió que 639 personas están en estos sitios, aunque no deberían estar allí.
Otra de las causas que habría generado que en el 2017 el 54 por ciento de los bogotanos se sientan inseguros es el alcance de un fallo de la Corte Suprema de Justicia que cambió el concepto de dosis mínima por el de aprovisionamiento, lo que ha afectado las capturas de los jíbaros que se ubican en parques y esquinas.
Desde esta determinación del alto tribunal, un expendedor que tenga en su poder varios gramos de alucinógenos puede sustentar que son para su consumo y no para comercialización, para así evitar su judicialización.
Sobre esto, el secretario Mejía ha señalado en repetidas oportunidades que se ha visto afectada la operatividad contra estos delincuentes.
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