La falta de atención de las autoridades y la comunidad, las curtiembres ubicadas en la zona y el aumento de la población hacen que la cuenca alta del río Bogotá siga estando “totalmente desprotegida”, de acuerdo con el veedor del río Jairo Espinosa.
Sin embargo, se espera que la situación cambie con el próximo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y la construcción de nuevas plantas de tratamiento.
Parte de este cambio se da gracias al fallo del Consejo de Estado del 2014, que impartió instrucciones para salvar el río y ya comenzó a surtir efecto.
Expertos, autoridades ambientales y departamentales, académicos y ciudadanos se mostraron optimistas respecto al futuro del río en el primero de una serie de foros sobre el POT que realiza la Universidad de los Andes, a través del Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo (Cider). El primer debate fue sobre los retos del río Bogotá.
Espinosa afirmó que existen 67 entidades encargadas de la regulación ambiental del Bogotá, pero que si no se articulan entre sí, no será posible mejorar el aspecto ambiental del río. Además, manifestó que “es necesaria una política de Estado al respecto, porque cada gobernador de Cundinamarca llega con una idea nueva que no se materializa”.
Para el arquitecto Carlos Medellín, es fundamental entablar lazos con la comunidad para entender las oportunidades que puede proveer el río en términos urbanos y ambientales. Expuso que es necesario que el Bogotá esté en el imaginario de las personas y la ciudadanía se apropie de este.
“Desde la perspectiva que estamos manejando nosotros, es que sea un río que todos podamos habitar de manera pública, algo para todo el mundo”, sostuvo Medellín.
Por su parte, el profesor del Cider Andrés Hernández dijo que el río soñado debe ser aquel donde haya un modelo de ocupación regional compartido. Es decir que sea un modelo de articulación entre Bogotá y la región.
De igual manera, argumentó que lo ideal allí es que se den la construcción de espacio público, la construcción de vivienda social, pero también de mercado inmobiliario.
Entre los planes que se tienen para el río se destaca la creación de un corredor que se convierta en punto de encuentro de la ciudadanía.
BOGOTÁ
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