Desde hace tiempo, el operador del relleno sanitario de Doña Juana está en el ojo del huracán por cuenta de las continuas fallas técnicas en la disposición de los residuos, un hueco financiero que supera los 30.000 millones de pesos con los acreedores, los daños ambientales, el mal estado de las vías y la proliferación de moscas y de malos olores por los 30.000 metros cuadrados de basura que están a cielo abierto.
Esta semana recibió una multa de la Superintendencia de Servicios Públicos que supera los 1.000 millones de pesos, la Corporación Autónoma Regional (CAR) anunció una investigación por presunto daño ambiental, el Distrito le aplicó un incumplimiento con multa por 110 millones de pesos y, como si fuera poco, está en la cuerda floja, pues con otra multa del Distrito se vería obligado a ceder el contrato.
Su respuesta es que la plata no le alcanza, que hay un déficit tarifario que no le permite cubrir la operación y que la única forma de salir adelante es aumentando la tarifa, lo que en últimas tendrían que asumir los usuarios del servicio.
EL TIEMPO habló con el representante legal del Centro de Gerenciamiento de Residuos de Doña Juana (CGR), Mauricio Bernal, y pese a que reconoce las fallas y que además anuncia que no va a apelar las multas, en tono casi que desafiante dice que si no le ajustan la tarifa, le devuelve el relleno al Distrito.
El pronunciamiento lo hizo parodiando la película La estrategia del caracol, en la que en medio de un juicio de lanzamiento los inquilinos devuelven la casa, pero pintada en la pared.
Bernal asegura que el déficit mensual por depositar las 200.000 toneladas que producen los habitantes de la región supera los 1.000 millones de pesos, y que hoy se pagan 18.000 pesos por tonelada dispuesta en ese relleno, mientras que en otras ciudades más pequeñas como Medellín la tarifa comparada oscila en 40.000 pesos por tonelada.
En medio de toda esta situación, los más afectados son los ciudadanos. Por un lado, los que viven al lado del relleno, quienes el 14 de agosto pasado realizaron una protesta justificada por la proliferación de las moscas, pero que terminó infiltrada por intereses políticos que llevaron a impedir el descargue de basuras en el relleno.
Por el otro lado están los millones de usuarios del servicio de aseo que en menos de 24 horas vieron cómo las calles de localidades como Suba y Usaquén se comenzaron a inundar de basuras en las esquinas de los barrios.
El problema de la disposición de los residuos es de tal magnitud que el alcalde Enrique Peñalosa dijo, en un debate en la Comisión V de la Cámara, que no va a permitir que nada ni nadie impida la entrada y salida de los camiones compactadores porque por encima del interés particular está el colectivo.
Para conjurar la situación, en la tarde de este jueves algunos socios de CGR se reunieron para definir el camino por seguir en medio de toda esta tormenta. Sin embargo, el representante del consorcio afirmó que se la juega por esperar el incremento en la tarifa porque sabe que “este relleno con una tarifa adecuada es un excelente negocio”.
No obstante, desde que se inició el contrato, del cual él fue asesor, tuvo muchas complicaciones por la complejidad del tema, pero en todo caso se trata de “un servicio público que uno no puede dejar tirado como una tienda”.
La composición accionaria de Doña Juana es 51 por ciento de brasileños, 37,5 por ciento de colombianos, 10 por ciento de canadienses y 2,5 de recicladores.
La responsabilidad de hacer el ajuste tarifario es potestad de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) por solicitud del operador y con el visto bueno de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp). En todo caso, el balón pasa a manos de la CRA, que deberá definir si los soportes presentados por el operador son suficientes para aumentar la tarifa, la misma que se trató de modificar en el 2014, pero que no tuvo el respaldo de la Uaesp, afirmó Bernal.
La directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), Beatriz Elena Cárdenas, respondió a la advertencia del operador de Doña Juana.
Si CGR devuelve el relleno, ¿quién lo operará?
Hay muchos interesados. Nosotros hemos hecho un análisis de posibles empresas que podrían venir a operar el relleno sanitario, entre ellas hay varias multinacionales.
Pero ¿todo depende del cambio tarifario?
Si no hay tarifa, no entra nadie a operar. Uno no le puede plantear un negocio a una empresa internacional de algo que es inviable financieramente.
¿Es decir que CGR puede tener la razón?
Sí, pero no tiene la justificación. Ellos tienen la razón en que los costos tarifarios no son suficientes para la disposición final y el tratamiento de lixiviados, pero no tienen justificación para no hacer una operación adecuada del relleno.
Podrían mejorar con lo que tienen.
¿Y si no mejoran?
Si ellos no hacen una buena disposición, nosotros actuaremos como lo hemos venido haciendo, y no nos temblará la mano para declarar otro incumplimiento o ponerles una sanción.
¿Hay otras alternativas para tratar los residuos?
No están reconocidas en la tarifa.
HUGO PARRA GÓMEZ
Redactor de EL TIEMPO
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