En La Mesa y Anapoima, 40.000 personas llevan esperando 15 años la construcción del acueducto municipal de estos dos territorios. En Soacha, los cerca de 900.000 habitantes claman por atención en salud en el hospital Mario Gaitán Yanguas, cuya nueva sede aún está en veremos.
Estos son solo dos de los 182 contratos enredados en Cundinamarca desde hace años y que les han costado más de 241.000 millones de pesos a los cundinamarqueses, según un informe consolidado por la Contraloría departamental desde el año pasado.
Ricardo López, quien está a la cabeza de esta entidad, explicó que lo preocupante de estos casos es que en muchos de ellos no se tomaron las medidas jurídicas ni se abrieron procesos investigativos.
“Si a los 5 años de ejecutarse el contrato no se realizan estas actuaciones de responsabilidad, los procesos prescriben. Esto fue básicamente lo que encontré cuando llegué. En anteriores años solo se había abierto un proceso verbal por 3 millones de pesos, cuando en el departamento hoy hay más de 240.000 millones en obras inconclusas”, explicó López.
Desde su posesión, a principios del 2016, el funcionario les solicitó a las 116 alcaldías municipales de Cundinamarca que reportaran cuál es el estado de las obras y contratos pendientes en sus poblaciones y el estado de estos.
Solo 79 municipios respondieron a esta convocatoria del ente de control, de los cuales 65 indicaron tener al menos una construcción inconclusa, bien sea de educación, salud, vías, entre otros sectores.
Hasta el 10 de febrero de este año, el consolidado arrojaba que la construcción de acueductos –registradas por la entidad como de agua potable y saneamiento básico– eran las de mayor incumplimientos. Un total de 114.800 millones de pesos se embolataron por falta de control, de los cuales 33.000 millones corresponden a la obra del acueducto La Mesa-Anapoima, la cual le fue adjudicada a una firma del grupo Nule.
Les siguen las obras del sector de la salud, que en su mayoría incluyen infraestructura de hospitales (ver nota anexa) y cuyos contratos ascienden a los 56.992 millones de pesos. El tercer lugar del listado lo ocupan los proyectos de vías y urbanismo, que acumulan 21.754 millones.
El monto de los recursos que investiga al día de hoy la Contraloría de Cundinamarca corresponde casi al presupuesto para la salud asignado por el departamento, que para 2017 fue de 239 mil millones de pesos.
Estos son algunas de las obras a las que les sigue la pista la Contraloría de Cundinamarca:
Hospital Mario Gaitán Yanguas, en Soacha. Fue adjudicado el 31 de diciembre de 2014. La licitación solo duró abierta una semana. Para la construcción de la nueva edificación de nivel tres, la cual es una extensión del centro de salud que en la actualidad opera en el municipio, se destinaron 48.700 millones de pesos. Hoy buscan destrabarla.
Proyecto para llevar gas natural. En el municipio de Granada, en el 2014 se adjudicó una licitación para implementar el servicio de gas domiciliario a través de redes y subsidiar los cargos por conexión. El monto fue de 828 millones de pesos.
La construcción del bloque 3 de la institución educativa departamental Tecnológica de Madrid, por un valor de 2.899 millones de pesos.
El contralor de Cundinamarca, Ricardo López, expresó su negativa a la propuesta del contralor general de la Nación, Edgardo Maya, de reformar los entes de control regionales, y explicó que estos sí cumplen un rol esencial.
Como ejemplo, señaló que el año pasado se logró en el departamento frenar la adjudicación de un contrato en el hospital de Fusagasugá por $ 5.400 millones y que iba a ser entregado en menos de cuatro días hábiles. “Las contralorías regionales sí actuamos”, enfatizó Ricardo López.
MICHAEL CRUZ ROA
Periodista de EL TIEMPO
En Twitter: @Michael_CruzRoa
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