Que trabajan a deshoras y que hacen mucho ruido son algunas de las quejas que varios vecinos han emitido con respecto a una obra que se adelanta en la calle 122.
A la altura de la carrera 21 se trabaja en la construcción de un edificio residencial que a comienzos de año empezó a ejecutarse, sin embargo, algunos ciudadanos sienten que con la llegada de esta obra su tranquilidad se irrumpió.
“Esta obra inició en febrero del presente año y no ha sido posible hacer respetar el horario de trabajo asignado. En muchas ocasiones, en días ordinarios, domingos o festivos, inician a la 5 de la mañana, con gritos, entrada y salida de elementos, descarga de materiales, parqueo de camiones; y finalizan a la 6, 7 u8de la noche”, indicó Francisco Narváez, residente del sector.
Ante esto, encargados de dicha construcción aseguraron que en ningún momento han incumplido con las leyes estipuladas.
“Eso es una gran mentira, nosotros llegamos a las 7 de la ma- ñana y trabajamos máximo hasta las 6 de la tarde, horario que es permitido dentro del reglamento de nosotros. Los sábados trabajamos de 7 a 12 de la tarde y los domingos no laboramos”, indicó José Gómez, maestro general de la obra de la calle 122 con carrera 21.
Por su parte, el artículo 2.2.5.1.5.15 del Decreto 1076 de 2015 establece que “la operación de equipos y herramientas de construcción, de demolición o de reparación de vías, generadores de ruido ambiental en zonas residenciales, en horarios comprendidos entre las 7:00 p.m. y las 7:00 de la mañana de lunes a sábado, o en cualquier horario los días domingos y feriados, estará restringida y requerirá permiso especial del alcalde o de la autoridad de policía competente”.
No obstante, los vecinos insisten en que si esta obra estuviera cumpliendo no enviarían ni solicitarían el control de esta, pues son conscientes de que ante una construcción existe ruido. “Entendemos que una obra civil conlleva el ruido normal, pero no hay derecho a soportar gritos y escándalos fuera del horario de trabajo. Hemos llamado al CAI del parque de la 122, pero no atienden nuestros llamados”, aseveró un residente del sector.
Por lo anterior, Gómez sostuvo que por lo general “en una obra se hace ruido y esta no es la excepción, pero eso no indica que sobrepasemos los niveles permitidos. Es una construcción que no incumple porque no nos sirve, pues eso implica ganarnos de enemigos a los mismos vecinos y eso no nos conviene”.
Por su parte, la Secretaría Distrital de Ambiente explicó que para conocer la afectación sonora se debe realizar una medición, sin embargo, estas son dirigidas a establecimientos destinados al desarrollo de diversas actividades económicas, más no a la construcción de obras públicas o privadas.
“Para el control de la emisión de ruido generado en obras de construcción o el control de horarios distintos de los establecidos por los reglamentos, deberán estar a cargo los alcaldes municipales o distritales, o la autoridad de Policía del lugar”, indicaron en la Secretaría.
Sin embargo, al cierre de esta edición la alcaldía local no dio respuesta ni indicó si está haciendo algún tipo de control a esta obra. Así mismo, en Ambiente explicaron que, en caso de encontrarse con algún incumplimiento o anomalía en las obras, las sanciones correrán por cuenta de las autoridades locales. No obstante, algunos de los residentes consideran que el control en estas obras “nunca será posible, porque si la alcaldía local no nos responde ni nos pone atención, tendremos que seguir aguantándonos los atropellos de estas construcciones”.
