Las reformas que el papa Francisco ordenó en septiembre del 2015 con respecto a los trámites para anular un matrimonio católico han influido en el aumento de la tasa de solicitudes.
Cabe recordar que entre los cambios, el máximo pontífice decidió que una sola sentencia, en vez de dos, sería suficiente para decretar la nulidad. Además, pidió que los procedimientos fueran gratuitos y más cortos.
De acuerdo con cifras oficiales del Tribunal Eclesiástico en Bogotá, hasta septiembre del año pasado se habían solicitado 256 nulidades, sin embargo, en el mismo periodo de este año ya sumaban 515. De esos requerimientos, se han resuelto con sentencia 200 casos, indica la notaria del Tribunal, Andrea Laredo.
¿Cómo se realiza una solicitud de nulidad?Si una persona quiere solicitar la nulidad de su matrimonio, el primer paso es pedir una cita con el párroco con el fin de exponer el caso.
“En este punto el objetivo es acompañar pastoralmente a la persona y orientarla en el camino de cómo comenzar el proceso. En este sentido, la parroquia es la etapa previa al proceso de nulidad”, explica monseñor Pedro Mercado.
A continuación se debe diligenciar un cuestionario que puede descargarse de forma gratuita en la página y que recoge información sobre los eventos que sucedieron desde el inicio hasta el fracaso del matrimonio.
Finalmente, tras una reunión con la vicaría episcopal correspondiente, los documentos son remitidos al tribunal, lugar donde comienza el proceso de nulidad que antes de septiembre del 2015 podía tardar hasta un año y hoy dura máximo seis meses.
Cada caso es diferenteSi bien los tiempos para solucionar estos casos se han reducido a la mitad, hay que tener en cuenta que la disposición de las partes involucradas influye en la resolución final.
“Hay unos casos más complejos que otros. Por ejemplo, cuando las partes están en conflicto el proceso es más lento. A veces la contraparte no quiere participar o hay dificultades con los testigos que proponen”, señala Monseñor.
En cuanto a las causas para estas solicitudes, Monseñor indica que muchas siguen siendo las mismas: “La inmadurez influye mucho, porque sucede que la pareja asume el matrimonio sin ningún tipo de planeación o restricción”.
Otras causas comunes tienen que ver con problemas en la convivencia de la pareja, por causas como alcoholismo, drogadicción, ludopatía y violencia verbal, física o psicológica.
Según explica Monseñor, lo que puede verse desde las directrices hechas por el papa Francisco es un cambio de mentalidad: "Más allá de un tema jurídico, lo que importa es la paz espiritual de los que solicitan la nulidad. Hacemos un acompañamiento más sensible y cercano para el proceso de sanación con la misma seriedad y rigor que se ha hecho siempre. No es algo que deba tomarse a la ligera", dice.
Si bien muchos de estos ‘arrepentimientos’ se dan en parejas jóvenes, los casos también se presentan en parejas adultas. El procedimiento es gratuito, pero el Tribunal Eclesiástico abre la posibilidad de que la pareja entregue unos aportes voluntarios.
Algo importante es que el solicitante no necesita de un abogado, aunque puede asesorarse de uno si así lo prefiere. Aquí puede ver con detalle los pasos para llevar a cabo una nulidad.
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