Inteligente, amable, cordial, correcta, eficiente, bonita. Esa es la primera descripción que las víctimas hacen de Nurceri Esmeralda Niampira Santana, una mujer que aseguraba prestar servicios especializados en administración. Logró vincularse a varios conjuntos residenciales y luego, saquear sus arcas.
(Además: Capturan a mujer que desfalcó conjuntos residenciales en Bogotá)
Sus desfalcos ya fueron denunciados por varias de sus víctimas y en diferentes sectores de Bogotá. Parte de su modus operandi es migrar de un punto a otro para llegar a lugares en donde nadie revele sus jugadas o su actuación sea desconocida.
(En otros temas: Armas traumáticas: no se consideran letales, pero pueden matar)
Contra esta mujer cursa una denuncia penal por el presunto delito de estafa y hurto agravado, falsedad en documento privado y concierto para delinquir. Los consejeros del edificio Wasichay P. H. interpusieron esta demanda desde el 1.º de junio de 2015, sin que hasta este momento haya prosperado a satisfacción de las víctimas. En las últimas horas fue capturada por funcionarios de la Fiscalía.
Con ellos suscribió un contrato para la prestación de los servicios de administración. Entre sus ocupaciones estaba la de brindar una adecuada y oportuna gestión de la copropiedad. Es decir, tenía que hacer pagos a los proveedores, verificación de los bienes, coordinación de contratistas y pues todas las acciones propias de este servicio.
Pero, para el 13 de diciembre de 2018, los residentes de este edificio pudieron evidenciar lo inimaginable gracias a la exhaustiva auditoría de una revisoría fiscal. Encontraron falsificación de los extractos bancarios desde julio de 2018, transferencias indebidas a cuentas personales y la omisión de la obligación de constituir a nombre del edificio un CDT por cinco millones de pesos.
Además, Niampira gestionó la compra y renovación de una póliza de seguro el 12 de diciembre de 2017. Había aportado documentos de soporte de la mencionada póliza por un valor de 25’128.750 pesos para ser contabilizada e integrada al gasto de la copropiedad. Pero el valor real pagado y cobrado era de 12’564.375 pesos. “Nurceri Niampira adulteró tres recibos de caja emitidos por el corredor de seguros por un valor de 4’188.125 que no fueron pagados ni al corredor ni a la aseguradora. Es decir, fueron hurtados”.
Luego se descubrió que había adulterado extractos bancarios para ocultar sus desfalcos a la contadora del edificio. Cuando los representantes del inmueble se enteraron de todas estas movidas e intentaron buscar a Niampira descubrieron que había dado información falsa de su domicilio o la había cambiado de manera frecuente. En este desfalco no actuó sola. Contó con la ayuda de dos mujeres más que también fueron denunciadas. “La cuantía estimada de pérdida es de unos 32 millones de pesos”.
No es el único caso. EL TIEMPO corroboró que el conjunto residencial Parques de San Joaquín, ubicado en la calle 66 n.º 70A-30, en Engativá, también sufrió un desfalco. En ese lugar Niampira estuvo como administradora desde el 1.º de noviembre de 2013 al 31 de julio de 2017, y allí no entregó los libros de contabilidad del edificio.

Nurceri Esmeralda Niampira Santana ha cambiado de aspecto, como se aprecia en las fotos.
Archivo particular
(También puede leer: La nueva faceta de los ‘rompevidrios’ que inquieta a Bogotá)
Con la llegada de una nueva administradora se dilucidaron cuentas por pagar y un cúmulo de extrañas pérdidas para el edificio. Incluso, se citó ante la Procuraduría una audiencia de conciliación para que las partes, incluida Niampira, explicaran el porqué de los extraños estados financieros, pero nunca asistió.
De hecho, en un informe de 23 páginas se explica cuáles dineros, se presume, fueron apropiados de forma indebida por la administradora Niampira.
La contadora que revisó los estados financieros del edificio dio cuenta de que de los 65 millones que debería haber en la caja general y los 72 millones que debería haber en la caja menor, no se había entregado nada.
Luego, cuando comenzaron a revisar las cuentas bancarias del edificio y los extractos bancarios notaron que había detrimentos importantes. “En uno había una diferencia de más de 19 millones de pesos que la administración de Niampira nunca justificó”, reza el documento.
Luego de escudriñar las cuentas fueron brotando faltantes por sumas exorbitantes que, se presume, fueron apropiados por Niampira. Se hallaron registros como uno de una cuenta de ahorros por 9’930.310 millones de pesos, sin ningún soporte de gastos realizados. Las transferencias dudosas aparecen a nombre de la misma mujer. También sorprendió, por ejemplo, que de 29 pagos por cuotas de póliza aérea de zonas comunes realizadas desde el 1.º de noviembre de 2013 al 31 de diciembre de 2016 por valor de 80’837.964 no existía soporte del pago a las aseguradoras o a las financieras.
Como si fuera poco, se halló que servicios de vigilancia que se creían cubiertos y pagados nunca fueron cubiertos, generando intereses. En otro de los apartes del informe se deja claro que Niampira deberá reintegrar más de 50 millones de pesos girados a nombre de ella por gastos que no están identificados ni debidamente soportados por facturas de compra. Tampoco pagó por servicios tan esenciales como el mantenimiento de los ascensores, poniendo en riesgo la vida de los residentes. “De hecho, apareció una deuda por 8 millones de pesos”, dijo una víctima.
Las pérdidas para este conjunto son millonarias, y luego del hallazgo no tuvieron otra opción que radicar una demanda contra Niampira. Todas las pruebas correspondientes se irán adjuntando al proceso. “Se radicó denuncia por hurto, falsedad en documento privado y público, estafa, abuso de confianza, entre otros”, detallaron los denunciantes. Se cree que de la misma forma que pasó con estos conjuntos hay muchos más que cayeron en los engaños de esta mujer que según lo evidencian algunas fotografías ha venido cambiado de apariencia.
(Le recomendamos leer también: Sara Sofía, detalles inéditos de su desaparición en Patio Bonito)
El último caso que provocó, incluso, una manifestación enfrente de un edificio fue el del conjunto Prados de la Sabana, en el norte de Bogotá. “A nosotros nos robó 63 millones de pesos. Pero sabemos que hizo lo mismo en otros lugares”, contó una de las afectadas.
Otras víctimas dijeron que tenía un gran poder de convencimiento y que, además, mostraba un portafolio intachable. “Se llevó 262 millones. Todo lo hizo mediante transferencias bancarias. Cambiaba el ID en los extractos, y cuando los fui a solicitarlos al banco las transacciones aparecían con la cédula de la señora”, dijo otro de los afectados.
Los desfalcos en algunos casos se evidenciaron cuando empezó a incumplir los pagos del servicio de vigilancia de los conjuntos donde trabajaba. “Aquí nos dejó un pasivo con la firma de vigilancia de 62 millones de pesos, más otros pasivos menores que superan los 45 millones de pesos. Estamos en un grado de iliquidez terrible”.
Y así van apareciendo más y más casos. La pregunta es: ¿actuó sola o cuenta con la complicidad de más personas e, incluso, personal de entidades financieras? Todo esto será materia de investigación de la Fiscalía General de la Nación, que ya comenzó a reunir pruebas sobre este y otros casos similares, que estaban estancados y sin respuesta para las víctimas.
EL TIEMPO pudo corroborar que en la Fiscalía General de la Nación ya reposa bastante información sobre las denuncias de los habitantes y representantes de varios conjuntos residenciales.
Se sabe que Nurceri Esmeralda Niampira Santana, bajo el amparo de ser una persona especializada en prestar servicios como administradora de propiedad horizontal, logra vincularse a conjuntos residenciales tales como Prados de la Sabana etapa III, conjunto residencial Louisian, PH Terminal de Carga de Bogotá, conjunto residencial Arcadia I Propiedad Horizontal.
Una vez adquiere la calidad de administradora, toma el manejo de los recursos, en cuyo caso altera los soportes de pagos, en especial los del servicio de vigilancia, apropiándose de grandes sumas de dinero. La Fiscalía señala, por ejemplo, el caso del conjunto residencial Arcadia I Propiedad Horizontal, donde se apropió de más de sesenta millones de pesos. Una vez fue detectada por los miembros del consejo de administración abandonó el cargo.
Este caso lo tiene un fiscal de la Unidad de Fe Pública, pero tendrá el apoyo para sacarlo delante de un fiscal de la Unidad de Estafas de la Dirección Seccional de Bogotá, quienes realizaron una mesa técnica ayer y asociaron los casos a los que esta mujer está vinculada. El caso se encuentra actualmente en etapa de indagación.
El caso que relata este informe no es el único en la mira de las autoridades. Varios entrevistados por EL TIEMPO relataron cómo sus edificios y sus bolsillos, a fin de cuentas, se han visto afectados por el actuar indebido de un supuesto administrador.
Residentes del edificio Punto 89 de Bogotá contaron su pesadilla desde que eligieron a la señora Liliana Ardila como administradora y representante legal de esta propiedad horizontal.
En el 2019, cuentan, fue requerida en diversas ocasiones por integrantes del consejo de administración para que rindiera y entregara las cuentas de su gestión, requerimientos a los cuales hizo caso omiso. “En vista de su renuencia y de aparentes inconsistencias en los manejos de la copropiedad, el consejo de administración se vio en la necesidad de delegar un auditor contable externo para auditar las cuentas y el manejo contable de la copropiedad.
Luego de una incansable lucha y de lograr varias pruebas “reconoció la apropiación de recursos por la suma de 75 millones de pesos, dineros que en su mayoría transfería de la cuenta bancaria del edificio a su propia cuenta”, explicó uno de los afectados.
Luego del reconocimiento de la apropiación de recursos en la auditoría contable encontró una apropiación de recursos que orbita la suma de $ 122’334.463.
Por estos hechos, dijeron los afectados, actualmente cursa denuncia en la fiscalía 400 local de Bogotá. “En ese despacho me informan que sobre la Sra. Liliana Torres cursan otras dos denuncias por hechos similares. De igual manera, me informan que, verificado el sistema Spoa, cursa otra denuncia en otra fiscalía”.
Si bien esta denuncia fue radicada el 19 de septiembre de 2019, su avance es casi nulo a la fecha, esto, aunque con el escrito de denuncia se adjuntaron los soportes que acreditaban la apropiación de los recursos.
Adriana Herrera, otra ciudadana, le dijo a EL TIEMPO que en el 2017 los residentes del edificio Lomar 149, en la calle 149 n.º 50-65, fueron víctimas de este mismo modo de estafa. “Nos alcanzaron a robar más de 46 millones de pesos”. Ella se llama Catalina Cujar Tovar, y la han demandado varios conjuntos en la Fiscalía, pero a la fecha no ha pasado nada. No hay derecho a que esto no tenga castigo, Fue un robo descarado, con actas falsas cambió todas las firmas en el banco”.
David Moreno, quien fue presidente del consejo de administración del conjunto residencial Arreboles, en Suba, narró que en su caso la administradora abusó de la confianza que tenía y cambió los perfiles de autorización que tenía en el banco. “Aparentemente se llevó 8 millones de pesos, pero nos dimos cuenta a tiempo del desfalco”.
CAROL MALAVER
Subeditora de Bogotá
Escríbanos a carmal@eltiempo.com
- Por vender en la calle, casi asesinan a migrante en El Salitre
- Arranca plan piloto de apertura de bares en Bogotá
Comentar