Las ciudades han sido, por décadas, los mejores lugares para alojar y aplicar el desarrollo tecnológico. Así, el paso de los años deja ver la huella de aparatos que en su momento fueron la novedad y luego entraron en desuso o casi se convirtieron en piezas de museo (teléfonos públicos monederos, telégrafos, maquinas de escribir...). Pero el presente avanza y con él se vislumbran los avances que la tecnología traerá.
Colin O’Donnell, jefe de innovación de Intersection, compañía que desarrolla soluciones tecnológicas para la cotidianidad (desde medias adaptables al clima hasta carteleras electrónicas) publicó recientemente en la revista especializada Tech Crunch la lista de los cinco elementos que llegarán con el futuro y que modificarán sustancialmente las costumbres de los ciudadanos y la forma en que se relacionan con el mundo. El especialista advierte que, más que los aparatos en sí mismos, serán los softwares (programas que los hacen funcionar) los que mayor evolución tendrán.
Conexión 5GEn la actualidad, la mayoría de los teléfonos inteligentes funcionan dentro de la red 4G, que es la más avanzada que se encuentra en el mercado. Y aunque no todo el mundo ha logrado acceso a esta (que permite la difusión de datos móviles para bajar videos o hablar por aplicaciones como WhatsApp, entre otras acciones), la ciencia ya trabaja en la 5G. ¿Qué permitiría? Soportar la cantidad de información (en bytes, megabytes y gigabytes) que se requiere para usar los desarrollos futuros. Por ejemplo, con esta se espera que las videoconferencias sean tan legibles en audio y video como si las dos personas estuvieran frente a frente, de manera física.
En cifras y para dibujar con mayor claridad el tema, téngase en cuenta que el 4G permite mover hasta 300 megabytes por segundo, número que podría llegar hasta 7 gigabytes por segundo con la 5G, según modelaciones y simulaciones realizadas en Corea y Reino Unido.
Se espera que para el 2020 esta tecnología de redes se estrene en los mercados con mayor capacidad económica, para irla extendiendo en los siguientes años por el resto de países.
“El 2016 ha sido el tiempo para las investigaciones, pruebas y prototipos, dándose posteriormente dos años para la creación del estándar, otro año para el desarrollo de productos y, finalmente, su despliegue en 2020”, reseñó el portal español Xataca, especialista en el tema. Una vez puesta en marcha, se ha dicho que podrá iniciarse la verdadera ‘era de las máquinas’.
Visión computarizadaSe plantea que las cámaras con sensores de alto rendimiento y para múltiples propósitos serán los ojos de las ciudades.
Estas llegarán a un punto tan alto de análisis que las imágenes que capturen podrán revelar en tiempo real cuántas personas hay en un lugar, a qué velocidad avanza el trancón de una autopista o cuáles son las rutas apropiadas para que los guardas de tránsito guíen el tráfico. En otras palabras, servirán como elementos bases para la planeación urbana.
“Estamos trabajando con una tecnología llamada Google Vision, que permite múltiples soluciones. En el futuro, junto con los sensores y el internet de las cosas, ayudará en temas como la movilidad, modificando parámetros de los semáforos según el caso o disminuyendo el error humano, a partir de las lecturas que haga de lo que ocurre en la ciudad y su visualización futura. Esto mejora la calidad de vida”, dice Luis Manuel Faviani, gerente comercial de Servinformación, empresa colombiana que trabaja con tecnología e innovación para resolver problemas urbanos.
Realidad mezclada¿Supo algo de Pokémon Go? Pues este videojuego es un principio de lo que será el futuro tras sobrepasar la realidad virtual. Con la ‘realidad mezclada’ los ciudadanos podrán experimentar situaciones que pasan de una simulación de video a interactuar con la infraestructura urbana. Esto no solo se aplicará al entretenimiento, sino en renglones como la educación y el trabajo. Las gafas de Google son vanguardistas al respecto.
Para ejemplificar, se puede pensar en unos estudiantes de arquitectura que visitan un edificio, y con simulaciones a partir de la estructura real, podrán modificar algunos de sus parámetros arquitectónicos y saber qué tan pertinentes serían o no.
Vehículos autónomosAunque en MUNDO URBANO ya se dedicó un artículo a este tema, vale recordar que el carro autónomo es uno de los principales paradigmas de las décadas venideras. Tendrán la capacidad de conectarse a unas centrales de información que les dirán cuáles serán las rutas de tráfico óptimas. Los conductores serán cosa del pasado y en cambio habrá operadores de esas centrales de big data, quienes también tenderían a ser remplazados por supercomputadores que desarrollen relaciones.
El carro particular podría pasar a un segundo plano, dando paso a los vehículos compartidos o por suscripción, que estarán al servicio del usuario por unos días u horas, para después ser utilizados por otros.
Inteligencia artificialSe denomina a esta como la capacidad de una máquina para resolver problemas a los que no se ha enfrentado antes y para los que solo tendría una base de datos elemental. Es decir, que pueda ‘reflexionar’ según la situación, no solo operar de forma automática.
BOGOTÁ
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