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Bogotá

Así opera el mercado de drogas sintéticas en el norte

Según el DPN, estupefacientes como el éxtasis pasaron de ser usados en el 2009 por el 0,9 por ciento de la población a ser consumidos, en el 2016, por el 1,7 por ciento.

Según el DPN, estupefacientes como el éxtasis pasaron de ser usados en el 2009 por el 0,9 por ciento de la población a ser consumidos, en el 2016, por el 1,7 por ciento.

Foto:123RF / Katarzyna Białasiewicz

Laboratorios clandestinos y 'ollas' de microtráfico hacen parte de este negocio en Bogotá.

Óscar Murillo
Jorge* tenía 15 años cuando, luego de salir de una fiesta en La Calera, inhaló 'popper'. Hasta entonces, no había probado ninguna otra droga, apenas el alcohol y el cigarrillo. Sin embargo, esta experiencia lo llevó a convertirse en un consumidor y comprador regular de psicoactivos durante los siguientes 10 años de su vida. Hoy, cumple 25, y le contó a EL TIEMPO ZONA su historia.
“La verdad es que meter 'popper' me gustó mucho en esa época, y era algo que podía repetir con facilidad, porque andaba con un combo de amigos que se la pasaban en bares donde hacían rumbas electrónicas pesadas y, si se nos acababa, podíamos comprar allá”, cuenta Jorge, para quien esta sustancia fue la puerta a otras más.
En efecto, para cuando ingresó a la universidad, a los 20 años, en estos escenarios ya había probado desde pases de ‘perico’ (cocaína de baja calidad), hasta éxtasis y ácidos, conocidos también como 'trips', compuestos por LSD. Sin embargo, durante septiembre del 2016, vivió una mala experiencia con una droga adulterada, hecho que lo llevó a parar su consumo.

Mis papás estaban a mi lado. Sentía vergüenza, pero más que eso, miedo de casi morirme frente a ellos en la camilla por andar metiendo

“Le compré un ‘cartón’ (conjunto de 10 ácidos) por cien mil pesos a un 'dealer' (vendedor de drogas) al que no le tenía mucha confianza. Recuerdo que me pareció una ganga, pero cuando me comí uno de estos ‘papeles’, me sentí muy mal, se me bajó la presión y me dio diarrea en medio de la fiesta. Luego empezó el vómito hasta que me desmayé y perdí la razón”, narra Jorge.
Según él, cuando abrió los ojos estaba en el hospital, y ya le habían realizado un lavado de estómago. Por suerte, mientras estuvo inconsciente no fue robado ni abusado, pero -como cuenta- los médicos descubrieron gracias al resto de 'trips' que cargaba, que en realidad no había consumido ácido o LSD, sino una sustancia parecida a la anfetamina, que se utiliza para violar.
“Mis papás estaban a mi lado. Sentía vergüenza, pero más que eso, miedo de casi morirme frente a ellos en una camilla por andar metiendo. El mal rato me sirvió para alejarme de este ambiente, y también para dejar de consumir, aunque no es sencillo para todos, porque en las rumbas del norte de Bogotá se consigue lo que uno quiera”, cuenta.

El norte, donde más se consume

Historias como la de Jorge son apenas un registro más entre todos los que la Policía conserva sobre venta y consumo de drogas sintéticas en la capital, sobre todo, en las localidades de Chapinero, Suba, Usaquén y Teusaquillo, en las que, de acuerdo con la institución y el concejal del Centro Democrático Daniel Palacios, está disparada su demanda.
“Los psicoactivos de origen no natural están concentrados en estas zonas, pero Chapinero, en especial, es el eje dinamizador de su mercado. Según la Policía, la gran mayoría de este tipo de sustancias sale de aquí, donde preciso están los 'dealers' duros, y hay más vida nocturna que en el resto de la ciudad”, señaló Palacios.
Según las autoridades entre el 2015 y el 2016 el consumo de sustancias como el éxtasis aumentó un 382 por ciento.

Según las autoridades entre el 2015 y el 2016 el consumo de sustancias como el éxtasis aumentó un 382 por ciento.

Foto:EL TIEMPO

De hecho, esta afirmación del cabildante está soportada en dos factores. El primero, el hallazgo e incautación de dos laboratorios, en el 2016, que trabajaban en la fabricación de psicoactivos como éxtasis en Suba y Usaquén. El segundo, el aumento de incautaciones de anfetaminas, que fue de un 382 por ciento y el 2015, según la Policía.
A esto también se suma el hecho de que en las tres localidades del norte, según Viviana Manrique, exviceministra del Interior y consultora en políticas públicas, la ubicación de ollas de microtráfico es tradicional, así como la ubicación de bares de diversión, donde las autoridades tienen identificado que se vende droga sintética o natural.
Estas situaciones encajan con la cifras del Departamento Nacional de Planeación (DNP), que este año sacó a la luz un estudio que indica el rápido crecimiento en el país y la capital de consumidores de todo tipo de drogas. Aunque las sintéticas no fueron el centro de su investigación, el DPN encontró que estupefacientes parecidos al éxtasis pasaron de ser usados en el 2009 por el 0,9 por ciento de la población a ser consumidos, en el 2016, por el 1,7 por ciento.

¿De dónde salen las sustancias?

Información: "Caracterización de las drogas sintéticas que se consumen en Bogotá" el último de este tipo de la Escuela Regional de la Comunidad Americana de Inteligencia Antidrogas Colombia (Ercaid)

Información: "Caracterización de las drogas sintéticas que se consumen en Bogotá" el último de este tipo de la Escuela Regional de la Comunidad Americana de Inteligencia Antidrogas Colombia (Ercaid)

Foto:Infografía EL TIEMPO

Pese a las denuncias del concejal Daniel Palacios y el soporte que demuestran la Policía Metropolitana, para Gabriel Cifuentes, Director de Justicia, Seguridad y Gobierno del DNP, todavía no hay información verificable de que en el norte de la ciudad se estén produciendo grandes lotes de drogas de origen sintético.
“Identificamos que, si bien no hay registros para confirmar que Colombia está en fase de producción de estas sustancias, no nos extrañaría saber de su fabricación, porque sus compuestos químicos son los mismos de laboratorios regulares. Por lo pronto, según la dirección antinarcóticos de la Policía, la principal fuente del mercado es Europa”, contó el funcionario.
Pero, pese a esta afirmación, la incautación el año pasado de dos laboratorios en las localidades de Suba y Usaquén hace pensar que puede haber más por la ciudad. “La droga sintética es un mercado de lujo y se mueve en los públicos de universidades, a través de redes sociales”, explica Cifuentes.
Es más, según el concejal Palacios, los canales de distribución de los estupefacientes hasta tienen dos horarios, uno desde las 3 de la tarde y el otro a las 7 de la noche. El cabildante agrega que estas drogas son comercializadas a través de mensajes de texto por celular, “para garantizar la distribución a domicilio en menos de 2 horas, como una pizzería”, soltó Palacios.

La droga sintética es un mercado de lujo y se mueve en los públicos de universidades, a través de redes sociales

Recomendaciones para prevenir el consumo

Ante el peligro que ronda a los jóvenes del norte de Bogotá, la RedPapaz, a través de su Directora de Incidencias, Angélica María Claro, lanzó un mensaje de alerta y algunas recomendaciones para evitar caer en las garras de este flagelo. “Todo está en casa”, aseguró. Lo primero, según la experta, es el involucramiento parental, que no es más que estar muy atentos a las actividades que realizan los hijos y con quién.
RedPapaz recomendó estar muy atentos de los jóvenes en casa para evitar caer en el consumo de estas sustancias.

RedPapaz recomendó estar muy atentos de los jóvenes en casa para evitar caer en el consumo de estas sustancias.

Foto:EL TIEMPO

“Hay que saber el nombre de los amigos con los que sale, el de los papás e incluso tener los contactos telefónicos de estos. Comer con los hijos por lo menos una vez al día, sin televisión, sin celulares, en un tiempo íntimo, también es muy importante”, advirtió Claro.
Por su parte, frente al tema concreto del consumo de drogas, dijo que no hay que esperar a que los jóvenes muestren algún síntoma para tratar el tema y recomendó poner reglas claras. “Hay que decir las cosas concretas de las consecuencias: si consumes esto te pasa esto y tener conversaciones no largas sino claras frente al tema”, aconsejó.
Para la especialista, algunos signos de alarma que deben considerarse en casa son cambios en los comportamientos del joven, en el estado de ánimo y un bajo rendimiento académico. “También hay que estar atentos a la ropa por si se encuentra algo sospechoso. Si estos síntomas están acompañados, es grave y lo recomendable es buscar apoyo en un especialista”, concluyó Angélica Claro.

Otra alternativa para evitar los riesgos entre consumidores

Por otra parte, como una alternativa a las campañas de prohibición, en el 2010 nació 'Échele Cabeza', un proyecto de la Corporación Acción Técnica, apoyado por la Secretaría de Salud y el Gobierno Nacional, que busca informar sobre los efectos de sustancias psicoactivas, para la reducción de riesgo y mitigación del daño que pueden generar.
Dentro de los servicios que ofrece esta iniciativa, única en Colombia, se cuenta el análisis de las dosis que cargan los consumidores, con el propósito de identificar si sus componentes corresponden con el producto legal o ilegal que se les vendió en un principio y así disminuir el riesgo de intoxicaciones.
Con estas piezas editoriales el programa crea consciencia sobre el consumo de estupefacientes.

Con estas piezas editoriales el programa crea consciencia sobre el consumo de estupefacientes.

Foto:Pablo Ariciniegas

'Échele Cabeza' también realiza divulgación y alerta sobre los efectos de los narcóticos que aparecen en los mercados de droga en Bogotá, habla sobre el comportamiento adecuado que deben tener consumidores en escenarios de rumbas o conciertos, como el festival Estéreo Picnic, y también sobre el cuidado en las relaciones sexuales entre ellos.
Esta información la transmiten a través de cartillas en las que colaboran con artistas urbanos y diseñadores, por medio del lenguaje de los consumidores. Todo este material puede se puede encontrar en internet, en la página www.echelecabeza.com, o a través de redes sociales de la iniciativa.
Como lo señala Julián Quintero, fundador del proyecto, “gracias a 'Échele cabeza', los problemas en los usuarios de drogas, como las intoxicaciones, se han podido reducir desde el 2010. Además, se ha logrado que esta población sea más exigente a la hora de comprar y administrase psicoactivos, evitando que se presenten problemas de convivencia entre ellos”.

Estas son la que más tienen demanda

De acuerdo con el proyecto 'Échele cabeza', los psicoactivos que se usan hoy en Bogotá pueden dividirse en tres grandes grupos: clásicos (marihuana, bazuco, cocaína y alcohol), nuevos (metanfetaminas, éxtasis y LSD) y emergentes (NBoMe, 'popper' y 2CB).
De estas sustancias, según esta iniciativa, son las emergentes las que han ganado participación en los mercados de consumidores en el norte de Bogotá. Aunque la marihuana genéticamente modificada también ha ganado protagonismo, por sus efectos más potentes en comparación con la planta normal. EL TIEMPO ZONA le explica cuál es el efecto de ellas.
NBoMe (2C-I-NBOME): es un poderoso alucinante y energizante. Es una droga que en los últimos años ha reemplazado el LSD, al venderse en la presentación de cartones absorbentes. Si se mezcla con licor puede causar taquicardia y paranoia. Quizá, un psicoactivo parecido a este fue el que compró Jorge en septiembre del año pasado.
2CB: de difícil compra, es un polvo de color únicamente blanco, que produce efectos de empatía, sensación de perspicacia y percepción alterada de la realidad. Puede causar náuseas, nerviosismo y ansiedad. Los 'dealers' suelen suplantarla por metanfetaminas mezcladas con anilinas y opiáceos parecidos a la cocaína.
Popper (nitrito de alquilo, amilo y butilo): en presentación líquida dentro de un pequeño frasco, se suministra por inhalación y genera sensación de ligereza, mareo y debilidad muscular. Es usada para la relajación durante las relaciones sexuales. Entre sus efectos secundarios se cuenta alteración de la visión y enrojecimiento del rostro.
*Nombre protegido por petición de la fuente.
ÓSCAR MURILLO Y PABLO ARCINIEGAS
Redacción EL TIEMPO ZONA
Escríbanos a zona@eltiempo.com
Óscar Murillo
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