Detrás de casi todas las agresiones sexuales hay una historia de violencia física, económica o psicológica. Una mujer de 40 años, mamá de una niña de 15 y unos gemelos de 10, las sufrió todas en su propia casa, en el barrio Galán.
Su exesposo, un obrero de construcción al que conoció hace 12 años en su natal Otanche, Boyacá, cuando su niña tenía dos años, se convirtió luego en su verdugo y el de su pequeña.
Según narró tiempo después la mujer a las autoridades, durante los años en que tuvieron una relación hubo largos periodos en los que estuvieron separados por la forma violenta en la que él se comportaba, pero siempre volvían a estar juntos. En este lapso también nacieron los gemelos.
La última etapa que compartieron empezó en el 2018. En una casa de la familia de él fue donde la situación se tornó insoportable. La economía de la mujer era precaria porque trabajaba por días en casas de familia, y había semanas enteras en que no la llamaban.
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Además, en esa residencia estaban su mamá, con una enfermedad terminal, y sus tres hijos. Dependía económicamente de este sujeto, y además era víctima del miedo ya que las agresiones físicas y sexuales eran constantes.
La obligaba a hacer lo que él quisiera porque de lo contrario la sacaría a ella, a su mamá moribunda y sus hijos a la calle. Los niños eran testigos de todo lo que ocurría con su madre. No contento con las agresiones a las que sometía a su pareja, este delincuente puso sus ojos y manos en su hijastra.
“Los gemelos y la niña dormían en una misma habitación, por lo que ellos se empezaron a dar cuenta cuando su papá llegaba y se acostaba en la cama con ella”, cuenta uno de los investigadores de la Sijín de la Policía que capturó a este abusador.
La menor, que en ese momento tenía 13 años, –según lo que ella misma les contó después a las autoridades– le decía a su padrastro que no la tocara, que la respetara. Para evitar que le contara a su mamá lo que pasaba, este hombre la amenazaba constantemente, incluso con asesinarla a ella o a los gemelos.
Los gemelos y la niña dormían en una misma habitación, por lo que ellos se empezaron a dar cuenta
Este abusador intentaba convencer a su hijastra de que se acostara con él, le enviaba videos pornográficos a su chat, la asediaba. El miedo de quedar en la calle con su madre, sus hermanos y su abuela convaleciente llevó al silencio a esta menor de edad.
Era un infierno, el victimario la agredía y su mamá, también víctima, no sabía nada. Los mellizos veían llorar a su madre y hermana por lo que hacía su papá, hasta que un día, en octubre del 2019, rompieron el silencio contándole a una tía.
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Esta mujer decidió hablar con su hermana y sobrina, y descubrió todo lo que estaba pasando en la casa. El hombre fingía ser atento, amable y cariñoso ante los demás, pero la valentía de sus hijos dejó en evidencia la realidad.
Lo primero que hicieron fue buscar ayuda en el ICBF. Allá atendieron a los menores de edad y le indicaron a la madre que se debía realizar una denuncia formal en contra de su esposo. Por ese tiempo la mujer ya había conseguido un empleo, y por desgracia su madre había fallecido. Sin embargo, estas dos situaciones le permitieron tener más independencia y finalmente tomar la decisión de separarse.
“Nadie sospechaba nada. Nadie decía nada, incluso la mamá no llegó a sospechar; ella era víctima, pero no pensaba que lo mismo le estaba pasando a su niña”, relató el detective.
Con los testimonios de la mujer, su hija y sus gemelos, que durante las entrevistas relataron detalles escabrosos de lo que sucedía en la vivienda, los uniformados solicitaron una orden de captura del presunto abusador.
Por los duros relatos en medio de la investigación que se adelantaba en contra de este hombre, y ante la posibilidad de que este tomara represalias, los menores de edad quedaron bajo protección y custodia del ICBF.
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Una vez fue aprobada la orden de captura, los investigadores solo tuvieron que dirigirse a la casa donde sucedieron las agresiones, en el barrio Galán, y donde todavía vivía el sujeto, que tiene 40 años de edad. Él nunca supo que estaba siendo investigado, y al momento de la captura manifestó no estar enterado de las razones del procedimiento judicial.

El responsable de este hecho fue capturado con 19 abusadores más el pasado 10 de marzo por parte de la Policía de Bogotá.
Policía de Bogotá
“En audiencia, el juez decretó medida de aseguramiento en centro carcelario. En este momento está en la URI de Puente Aranda esperando ser trasladado ya sea a la cárcel La Modelo o La Picota”, narró uno de los investigadores del caso.
Los delitos que se le imputaron al hombre fueron actos sexuales con menor de 14 años en concurso homogéneo y sucesivo agravado, y violencia intrafamiliar.
Ante la captura del presunto abusador, la madre empezó los trámites correspondientes para poder tener de nuevo sus hijos a su lado, pues los tres menores de edad continúan bajo cuidado del ICBF.
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Coronel María Elena Romero, Jefe de la Sijín de la Policía de Bogotá.
Policía de Bogotá
¿Cómo está la Mebog atendiendo los casos de violencia sexual?
En lo que tiene que ver en materia de abuso y violación, con el direccionamiento de mi general Óscar Gómez, se fortaleció ese grupo. En total ahí tenemos 45 unidades única y exclusivamente dedicados a investigar esos casos. La estrategia que tenemos con la Fiscalía es que se conformaron tres equipos con funcionarios de policía judicial idóneo, la gran mayoría de ellos con experiencia en ese delito.
Para atender estos casos, lo primero que tenemos es el equipo de Caivas donde llegan todas las denuncias. Allí se tiene un equipo profesional de todas las instituciones. De manera inmediata se inicia la investigación, en muchas oportunidades cuando vienen las víctimas, lo hacen para a entregar información puntual porque el agresor es reconocido.
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¿Cómo es la investigación de denuncias sobre hechos ocurridos hace varios años?
Cuando estamos hablando de hechos de tiempo atrás es fundamental la denuncia. Siempre tenemos que partir de una denuncia, ya luego viene ese trabajo juicioso y profesional por parte del investigador. Allí todo también depende del aporte que hace la víctima de cierta información que entramos a corroborar.
En la mayoría de los casos cuando hablamos de tiempo atrás, tú sabes que las violaciones siempre dejan secuelas, y hay varias pruebas que se pueden adelantar, por ejemplo, una de las que se hace es el examen con médico legista. Es un examen que se le hace a la víctima independientemente que la violación haya sido en determinado momento.
¿Cuántos abusadores y violadores han capturado este año?
Nosotros a la fecha (9 de julio del 2020) tenemos 97 capturas.
¿A dónde se puede dirigir una víctima para buscar ayuda?
Está el Centro de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual (Caivas), que queda ubicado en la carrera 33 # 18 – 33, ahí se reciben las denuncias y el servicio de atención es 24 horas. Se recepciona la denuncia y con inmediatez se tiene el trabajo investigativo, por supuesto ya hay un conocimiento pleno del Fiscal y eso permite que de una manera muy ágil se empiece a trabajar en el caso. No solamente existe el Caivas para recibir esos casos. Si tú vas a una URI allí también están en la obligación de activar la ruta y recepcionarte la denuncia.
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'#ContraLaImpunidad: así capturan a los violadores' es un especial periodístico que tendrá seis entregas, una cada semana, y que busca poner en evidencia qué está pasando con los delitos sexuales en Bogotá, que si bien entre enero y mayo de este año bajaron un 29,8 %, pasando de 2.492 en el 2019 a 1.749 en 2020, inquieta que la denuncia aún es baja.
Buscamos también advertir a las familias y víctimas sobre síntomas y comportamientos que no son normales y que representan un abuso, e indicar las herramientas e instrumentos de protección con los que cuentan.
Óscar Murillo Mojica
BOGOTÁ
EL TIEMPO
Twitter: @BogotaET
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