La concentración de material particulado en Bogotá mejoró durante la mañana de este viernes con respecto a los niveles de los últimos días que, este jueves, obligaron a decretar una tercera emergencia ambiental.
Así lo comunicó la Secretaría Distrital de Ambiente basándose en indicadores de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire de Bogotá-RMCAB.
Según la entidad, una disminución en la intensidad de vientos en la Orinoquía "ha permitido la entrada de humedad favoreciendo la generación de nubosidad, produciendo lluvias que han reducido los puntos calientes en los departamentos de Casanare, Meta y Vichada".
Así, habría disminuido el arrastre de material particulado producido por quemas e incendios en la zona y, en consecuencia, se habría producido un impacto favorable del 15 % en la estación de Carvajal - Sevillana, uno de las zonas más críticas en el suroccidente de Bogotá.
Este jueves, se habían identificado 1.138 puntos calientes en Arauca y 938 en Casanare. En su momento, la secretaría aseguró que estos habían tenido una influencia importante en el aumento de material particulado en la ciudad.
Sin embargo, en las últimas horas, al parecer, se evidencia una disminución de 79 a 67 microgramos metro cubico de material particulado 2.5 en las zonas más críticas de Bogotá. Situaciones similares han experimentado las otras 12 estaciones de medición
Se estima que esta tendencia podría seguir mejorando en las próximas horas y, posiblemente, permitir una normalización de la calidad del aire en los próximos días.
Daniel Bernal, activista ambiental desde la iniciativa 'aire ciudadano', también ha monitoreado desde sus propios dispositivos instalados por toda la ciudad la calidad del aire y coincidió en que hubo una 'particular' mejoría. "Sin embargo, desde nuestro grupo de expertos, no hemos podido explicar cómo unos niveles tan altos cambiaron de la noche a la mañana".
Aunque en esta emergencia no se decretó extensión del pico y placa para vehículos particulares y se mencionó que pasaría pronto por condiciones metereológicas, expertos han criticado las medidas temporales que se han tomado en las tres emergencias de 2019.
“Las autoridades improvisan manejando los puntos agudos. Porque no hay una política que genere una respuesta organizada y conjunta. Cada vez que llega una emergencia, las decisiones se manejan por pensamientos individuales y discontinuos”, afirmó Mauricio Ángel, doctor de la Universidad Nacional e investigador de calidad del aire.
“Estamos en mora hace más de 20 años en términos de una política pública clara y exigente para enfrentar el problema”, agrega.
REDACCIÓN BOGOTÁ