Revisar por qué la carga de las obligaciones laborales en la universidad pasó de ser el 52 % en el 2004 a representar el 75 % del presupuesto en la vigencia 2016, lograr la acreditación, avanzar en infraestructura y, sobre todo, recuperar la gobernabilidad de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (UD) son solo algunos de los retos que deberá enfrentar el nuevo rector, que será elegido mañana por el consejo superior.
La nueva cabeza tendrá que ganarse la confianza de los estudiantes, muchos de los cuales (7.400 de 26.000) prefirieron votar en blanco antes que darle el voto a alguno de los candidatos.
La secretaria de Educación, María Victoria Angulo, ha dicho que el nuevo rector debe facilitar la gobernabilidad. “Debe convocar a todos los actores para lograr un estatuto general, el mismo que no se ha logrado articular en años de trabajo”, pero no será fácil porque no existe un ambiente de confianza.
La universidad tendrá que lograr una recuperación financiera, minada por el aumento inflacionario del 2015. Según las directivas de la universidad, aunque el Distrito aumentó el presupuesto en 13,2 %, al pasar de 170.815’380.000 a 193.487’995.000 pesos, entre el 2015 y el 2016, la mayoría de estos recursos están destinados a financiar las actividades de la nueva sede Ciudadela Bosa El Porvenir y ampliar la cobertura de educación superior en 3.000 estudiantes.
Solo se aumentó el 3% de la cuota de funcionamiento. Es decir, el presupuesto para las actividades de las otras sedes solo es de 175.939’841.000. “Con una inflación de 6,77 %, el aporte de la administración debió ser de 182.379’581.000, lo que representa una diferencia de 6.439’740.000 pesos”, explicaron voceros de la universidad.
Otro aspecto que minó la situación de la UD fue el anuncio de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) de que en 2016 no habrá repartición de dividendos. Según las directivas, la UD dejo de recaudar 863 millones de pesos. “Esto representaría, en promedio, una disminución del presupuesto de la institución de 1.000 millones de pesos anuales”, explicó Camilo Bustos, secretario general de la UD, quien teme que la propuesta de ley 087, que cursa en El Congreso y por la cual se modifica el artículo 122 de la Ley 30 de 1992, de los derechos pecuniarios, de grado y matrícula extemporánea, los perjudique. “Estos tres temas afectan los ingresos en 10.000 millones de pesos anuales”,explicó Bustos.
Calidad docente
A todo esto se le suma el peso de las obligaciones contractuales que ha tenido que asumir la universidad en los últimos años para con los docentes. Hoy, las obligaciones laborales de la UD en materia de productividad, experiencia, titulación, según las directivas, crecen más rápido que sus ingresos. “La carga de las obligaciones laborales en la universidad pasó de ser el 52 % en el 2004 a representar el 75 % del presupuesto en la vigencia 2016”.
La universidad sabe que además de lograr la calidad docente, otro de sus propósitos es tener una planta de docentes de carrera amplia y sólida, que permita investigación de frontera.
La comunidad educativa ha expresado que para esto es importante la vinculación de más docentes a la planta y, a su vez, la disminución de los de vinculación especial. Hoy se cuenta con 677 docentes de planta y 422 bajo contratos de vinculación especial. “Esto implica una necesidad presupuestal de por lo menos 28.545 millones de pesos al año para lograr 1.060 docentes de carrera y 309 bajo vinculación especial”, dijo Bustos. Algo similar tendría que pasar con la planta administrativa, apoyo de todas las actividades académicas. Para la comunidad educativa, la universidad tiene un déficit para cumplir con los niveles de relación de docentes y administrativos con respecto al número de estudiantes. “Para lograr un equilibrio, las necesidades presupuestales ascienden a más de 37.325 millones de pesos anuales”, dijo el funcionario.
Infraestructura
Es uno de los puntos más críticos. Los estudiantes de artes, por ejemplo, quienes trabajan en la Palacio La Merced, en la avenida Caracas, lo hacen en muy malas condiciones. Aunque es una infraestructura que debería recuperarse, en cambio, se cae a pedazos. Lo mismo pasa con otros espacios de la UD.
El área construida de la UD es de 100.640 metros cuadrados, incluida la sede de Bosa, es decir que el área por estudiante es de 3,91 m². Según las directivas, el índice óptimo de área por estudiante, según la Sociedad Colombiana de Arquitectos, es de 9,91 m² por estudiante, es decir que el déficit de espacios es de 89,7 m². Para dotar a la UD de los espacios adecuados se requerirían 336.796 millones de pesos.
Así las cosas, el reto no es menor para el nuevo rector, de cuya gestión dependerá que mejore la educación superior pública de la ciudad.
José Lizcano Caro
Es ingeniero catastral y de geodesia de la UD. Fue el ganador, después del voto en blanco, con 18,2 % del total de las votaciones de estudiantes, egresados y profesores. Tiene una maestría en planeación urbana y regional en la U. Javeriana y una especialización en comunicación en los Andes. Mejorará la infraestructura, reducirá hacinamiento habilitando 45.000 m² más para un total de 120.000 m². Mejorará la imagen de la institución. Fue decano de la facultad de Medio Ambiente, entre otros cargos.
William F. Castrillón
Tuvo el 13,7 % de las votaciones después del voto en blanco. Es químico de la U. Nacional, magíster en Investigación Educativa y en Ciencias Ambientales. Transformará la cultura institucional, posicionará a la UD en el escenario local, nacional e internacional, fortalecerá la investigación, el bienestar universitario para la convivencia y buscará que la UD sea representativa en el posconflicto. Fue decano de la facultad de Ciencias y Educación y vicerrector académico de la UD.
Pablo Emilio Garzón
Tuvo el 10,32 % del total de las votaciones. Es ingeniero industrial de la UD. No está adscrito a ningún partido político. Trabajará en aumentar la cobertura en cupos universitarios y en posicionar a la institución a nivel internacional. Fortalecerá la excelencia académica y aumentará el número de docentes de planta. Dice que la reforma universitaria debe centrarse en una transformación curricular y en buscar la doble titulación. Erradicará la corrupción y recuperará gobernabilidad.
Octavio Salcedo
Es ingeniero y doctor en Estudios Políticos del Externado y en Ingeniería Informática de la Universidad de Salamanca. Ha sido profesor en varias universidades. Tuvo una votación en la consulta de 6,6 %. Propone mejorar la calidad de vida, adecuar la infraestructura, robustecer la movilidad nacional e internacional de los estudiantes y profesores, diseñar un programa de becas-estudio, aumentar el número de docentes y su productividad científica. Hará una reforma administrativa.
Lilia Edith Aparicio
Es licenciada en Física de la Universidad Distrital, especialista en gerencia de proyectos educativos y doctora en ingeniería de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas en Cuba. Sacó el 5,2 % del total de la votación. Buscará la acreditación de la universidad y mejorará los procesos en las áreas de bienestar universitario, infraestructura, administración y modernización de la UD. Trabajará de la mano de los estudiantes en la reforma universitaria. Ha sido decana y directora de maestría.
Consejo que elegirá al nuevo rectorEstos son los actuales miembros principales del Consejo Superior de la Universidad Distrital que elegirán al nuevo rector:
María Victoria Angulo González, designada por el Alcalde Mayor (presidenta del Consejo Superior)
Francisco Javier Guerrero Barón, representante de la Presidencia de la República
Kelly Johanna Sterling Plazas, representante del Ministerio de Educación
Nelson Libardo Forero Chacón, representante de las directivas académicas
Juan Enrique Niño Guarín, representante de los exrectores
Wilman Enrique Navarro Mejía, representante de los profesores
José Abraham Rivera Pérez, representante de los estudiantes
Carlos Andrés Fajardo Tapias, representante de los egresados graduados
Sector productivo: el puesto de este representante está vacante.
Carlos Javier Mosquera Suárez es el actual rector encargado de la Universidad Distrital (tiene voz, pero no voto).
CAROL MALAVER
Subeditora de EL TIEMPO
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