Un comerciante que en principio desestimó las amenazas por mensajes de texto que llegaban a su celular, terminó siendo víctima de una extorsión que implicaba la seguridad de su esposa, que se encuentra en estado de embarazo.
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El hombre prefirió ignorar las fotos y videos con armas de fuego y granadas en los que lo amenazaban de muerte y le exigían 30 millones de pesos. Sin embargo, la preocupación de este ciudadano se incrementó cuando una de las imágenes que recibió era la de su esposa, de quien decían ya conocer la dirección donde vivía.
“Ante esto, el ciudadano denunció ante el Gaula de la Policía, quienes de inmediato desplegaron las actividades de investigación que, a su vez, dejaron al descubierto una segunda víctima, la propietaria de una panadería, que al parecer estaba siendo extorsionada por los mismos sujetos, exigiéndole la suma de 10 millones de pesos”, explicaron desde el Gaula de Bogotá.
Uno de los chats que enviaron los delincuentes al comerciante.
Gaula Policía Metropolitana de Bogotá
Con las dos denuncias y las pruebas que lograron recopilar, funcionarios del Gaula establecieron un plan de captura, que consistía en el pago de una parte de la exigencia, para lograr la captura en flagrancia.
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“Es así como lograron sorprender a dos ciudadanos extranjeros, momentos en que pretendían cobrar el dinero, a través de una empresa de giros. Los hombres de nacionalidad venezolana, fueron dejados a disposición de la justicia, por el delito de extorsión agravada y un juez los cobijó con medida de aseguramiento”, informaron.
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REDACCIÓN BOGOTÁ
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