El clima cambió esta semana en Bogotá y la Sabana, después de varios meses de contados reportes de lluvias torrenciales. De hecho, las emergencias que se habían presentado eran más por encharcamientos y taponamientos de alcantarillas.
Sin embargo, la creciente del río Bogotá el miércoles en la madrugada, como consecuencia del aumento en las precipitaciones desde el fin de semana anterior, disparó las alarmas de las autoridades y organismos de prevención y atención de emergencias.
(Lea: Alerta Naranja por altos niveles en el río Bogotá)
El comportamiento del clima, según el Ideam, se debe a que noviembre no solo es el segundo mes del año con más lluvias sino también a la influencia del fenómeno de la Niña, que hará que en diciembre las precipitaciones estén por encima de lo normal. Es por eso que el pronóstico para este fin de semana y la segunda quincena del mes es de mucha nubosidad y aguaceros.
El nivel del río Bogotá aumentó 1,2 metros, a la altura de la estación Saucio, en el municipio de Chocontá, al norte del departamento de Cundinamarca. Ese incremento inusitado –el cauce pasó de 5 m3/s a 19 m3/s– hizo pensar en la posibilidad de desbordamientos.
Sin embargo, según reportó este jueves la Corporación Autónoma Regional, CAR de Cundinamarca, desde el mismo miércoles la situación está controlada, aunque mantienen la alerta y las recomendaciones para las personas que viven en zonas de laderas o en las ribereñas de quebradas o ríos.
Desde el momento en que se reportó la subida de las aguas del río Bogotá, de acuerdo con la Dirección de recursos de la CAR, se suspendieron las descargas de los embalses del Agregado Norte (Neusa, Sisga y Tominé) que se venían realizando para mantener el cauce del afluente.
(Alerta por el bajo nivel de los embalses en la Sabana)
Esta labor se realizaba ante el déficit de lluvias que se registra desde septiembre de 2018 que, incluso, según la corporación ambiental, llegaron a estar en octubre pasado en un 60 por ciento, frente al mismo mes de 2019. El cierre de compuertas les ha permitido a los embalses aumentar su capacidad, que hasta una semana estaban apenas sobre 40 por ciento.
En la capital del país, el director del Instituto Distrital de Gestión del Riesgos y Cambio Climático (Idiger), Guillermo Escobar Castro, reportó que en la ciudad no se han registrado deslizamientos ni mayores afectaciones por causa del inverno. Solo hay reportes de encharcamientos por el taponamiento o falta de capacidad de drenajes y caídas de árboles.
Escobar recomendó hacer mantenimientos preventivos en canales, tejados y azoteas, pero sobre todo no arrojar basuras en la calle. Estas terminan tapando las alcantarillas, lo que luego genera rebosamientos en las vías.
El director del Idiger también llamó la atención de las personas que residen en barrios ilegales y que tienen sus viviendas cerca de laderas, a fin de que eviten hacer intervenciones de estas, porque se puede desestabilizar el suelo. Señaló que la entidad realiza seguimiento en tiempo real al estado del clima y que en la página web https://www.idiger.gov.co/ se puede conocer esa información.
En cuanto al río Bogotá, en su paso por la ciudad, no se han registrado afectaciones. Cabe recordar que en el afluente, la CAR ha venido realizando obras de adecuación hidráulica que permiten amortiguar los aumentos del cauce en las temporadas de precipitaciones, lo que disminuye el riesgo de inundación.
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Y aunque hasta el momento no se han presentado emergencias a lo largo de la cuenca, los expertos de la corporación ambiental recomiendan estar atentos ante cualquier incremento de las aguas, desde el municipio de Villapinzón hasta la desembocadura en el río Magdalena, en Girardot.
Los expertos de la CAR recomiendan estar pendientes del comportamiento de los cauces de los ríos Negro, Sumapaz y Magdalena, como en el caso de posibles subidas de caudal y avalanchas.
Una confluencia de factores ha llevado a que en las últimas 72 horas aumentaran las precipitaciones en el altiplano cundiboyacense y, por supuesto, en la capital del país.
La región se encuentra en este momento en la segunda temporada de más lluvias y en el mes más húmedo del año –después de abril–, pero, además, es afectada por una onda tropical, por una zona de bajas presiones y la presencia del fenómeno de la Niña, que acentúa las precipitaciones.
El aumento de lluvias se presenta en toda la región desde principios de noviembre. Sin embargo, en las últimas 48 horas, estas han estado por encima de los 40 milímetros, principalmente en el oriente, nororiente, occidente y suroccidente de Cundinamarca, así como en los límites con Antioquia.
“En el altiplano también se ha tenido una intensificación de las lluvias en la última semana, y en Bogotá, en los últimos 3 o 4 días”, explicó la directora del Ideam, Yolanda González.
De hecho, según la funcionaria, la capital tiene diferentes regímenes, así: son más lluviosas las zonas norte, oriente, occidente y el sector de la Universidad Nacional. Sin embargo, el sur y el suroriente tienen baja la intensidad y frecuencia.
El pronóstico del Ideam es que este sábado y domingo se presenten “volúmenes de lluvias bastantes significativos” y el lunes y martes, “precipitaciones más extremas”.
Los momentos de mayores lluvias se esperan en las tardes y noches.
González aseguró que, por efecto del fenómeno de la Niña, las condiciones de mayores precipitaciones permanecerán este año e incluso durante el primer trimestre de 2021.
“Esto implica que en diciembre tendremos condiciones de lluvias por encima de lo normal, en especial en las regiones Caribe y centro y norte de la región Andina.
GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
Editor de Bogotá
@guirei24
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