Tres jóvenes se pavonean con sus puñales por las calles del barrio Estados Unidos, en Kennedy, sur de la capital. Intimidan, zarandeando los cuchillos, a quien pase por su lado. La comunidad, asustada, llama a la Policía. Avisan que personas sospechosas están rondando el colegio Inem: son los mismos de siempre.
Los uniformados llegan 15 minutos después y se encuentran con un joven de 17 años, vestido con pantalón naranja y camisa vino tinto, envuelto en sangre y rodeado de una multitud que quiere lincharlo. El menor –que permanece en el suelo– acaba de herir de muerte a Luis Alberto Cifuentes, un estudiante de ese colegio, por robarle su bicicleta. “Mi hermano salió temprano, como a las 4:30 de la tarde, con tres compañeros; era su primer día de clase. Él estaba acostumbrado a andar en su bici; no era cara, era una común y corriente”, contó Nancy, familiar de la víctima, al narrar los últimos momentos de Luis Alberto.
El estudiante de 18 años, y quien falleció en el hospital de Kennedy por la gravedad de las heridas, tuvo que compartir habitación con su agresor, quien fue remitido por los golpes que le propinó la comunidad enfurecida. “El tipo va al hospital de mi hermano, le toca compartir cuarto con el que lo apuñaló. Nosotros afuera con la angustia de qué estaba pasando, y los compinches del asesino ahí al lado”, se indignó Nancy.
Y la indignación no es solo de la familia Cifuentes, es de todo el barrio. No entienden cómo es posible que un delincuente, así sea menor de edad, pueda ir a sus anchas delinquiendo, que sea detenido y que luego quede en libertad en varias oportunidades.
Diana Bustos, habitante de este barrio del sur de la ciudad, tuvo que soportar los estragos del mismo menor infractor en diciembre del 2015, cuando apuñaló a su esposo, a pocas cuadras de donde sucedió el ataque a Luis Alberto. “Al otro día de que apuñalaron a mi esposo y le dieron salida, la policía nos dijo que teníamos que poner una demanda (denuncia) al chico y lo cogieron, pero dijeron que por ser menor de edad no se lo podían llevar y lo dejaron libre”, contó Diana.
Sobre este caso, el secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia, Daniel Mejía, confirmó que en efecto se trata de un menor de edad reincidente. El joven habría sido conducido por las autoridades en varias ocasiones al centro de reclusión de menores el Buen Pastor. “Este joven fue capturado en el momento de los hechos, tendrá que haber una imputación de cargos por intento de homicidio y hurto”, explicó el funcionario, quien aclaró que están trabajando en fortalecer la seguridad en entornos escolares.
“Contamos con 60 entornos escolares seguros; trabajamos con la Policía de Infancia y Adolescencia, y con el acompañamiento de la Personería y con la Fiscalía se está priorizando por la desarticulación de bandas que operan cerca de los colegios”, explicó Daniel Mejía.
“Una vida no vale una bicicleta”, se leía este martes en uno de los carteles de rechazo al crimen que se exhibieron en el colegio Inem.
El caso de Luis Alberto se dio en medio del hurto de su bicicleta, un indicador que ha aumentado dramáticamente en la ciudad. En el 2016 se reportaron 1.977 casos de robos de estos vehículos, mientras que en el 2017 fueron reportados 3.133, 1.156 más.
La Administración Distrital ha sido insistente en sus reclamos a los jueces de la ciudad para que no dejen en libertad a personas que sean sorprendidas robando a mano armada o que sean reincidentes. En la capital del país, el hurto a personas tiene en alerta máxima a las autoridades. En el 2016, en Bogotá se contaron 34.883 casos de atracos, mientras que en el 2017 la cifra aumentó a 55.413, 20.053 más.
La familia de Luis Alberto es humilde; su padre trabaja en un taller de mecánica en la localidad de Kennedy, donde el joven solía pasar su tiempo libre ayudando a su papá.
Ahora buscan que el agresor, quien cumple 18 años en agosto, no salga libre del Redentor, donde hoy se encuentra recluido. “Lamentablemente somos pobres y tenemos que buscar un abogado que quién sabe cuánto nos va a sacar para que ese tipo salga del Redentor a la Picota”, concluyó Nancy.
El colegio el Inem, ubicado en la localidad de Kennedy, hace parte de los priorizados por la Secretaría Distrital de Educación y la Secretaría de Seguridad en el plan de entornos escolares seguros. Pero, no obstante esta iniciativa, que incluye la instalación de cámaras de seguridad en las zonas aledañas a las instituciones educativas, el incidente de Luis Alberto no pudo evitarse. En el Distrito aseguraron que fortalecerán dicha estrategia.
Se entregó el tercer atacante de RosalesEl tercer implicado en atentar contra la vida de una mujer en estado de embarazo en el barrio Rosales el pasado 15 de enero se entregó a las autoridades, de acuerdo con el general Hoover Penilla, comandante de la Policía de Bogotá, debido al asedio de los cuerpos de inteligencia.
“En la madrugada del martes, el señor Kevin, la tercera persona que faltaba por capturar en el caso de la agresión a una mujer en Rosales, se entregó a la Fiscalía a través de la intermediación de un tercero”, dijo el oficial.
Este hombre habría sido el responsable de accionar el arma de fuego con la que fue herida de gravedad la víctima, internada en la clínica Country.
En medio de la rueda de prensa en la que se dio a conocer la noticia, el oficial habló de una cuarta persona que estuvo en el momento de los hechos. Se trata de una mujer cuya captura sería cuestión de tiempo. “Estamos ya tras la pista de la misma. Creo que con los elementos materiales de prueba que los investigadores han aportado ya a estas instancias se tienen los suficientes elementos para atraparla”, informó el uniformado.
Tras la publicación del cartel con el rostro de los implicados en el ataque a la mujer embarazada, con el que las autoridades ofrecían una recompensa de 15 millones de pesos, la policía pudo detenerlos a todos 15 días después de sucedidos los hechos.
Kevin fue presentado el martes ante un juez de control de garantías en Paloquemao. Allí se le dictaminó medida de vigilancia especial porque no tenía orden de captura vigente. Sin embargo, su detención quedó en firme gracias a que se le sigue otro proceso aparentemente por hurto.
La audiencia contra este sujeto para imputación de cargos quedó programada para este miércoles a las 10 de la mañana.
ÓSCAR MURILLO MOJICA
EL TIEMPO
@oscarmurillom