¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Bogotá

Balances | Voy y Vuelvo

La alcaldesa y la secretaria de Educación de Bogotá entregaron un balance positivo del sector educación en la capital durante los dos primer años de la administración.

La alcaldesa y la secretaria de Educación de Bogotá entregaron un balance positivo del sector educación en la capital durante los dos primer años de la administración.

Foto:Alcaldía de Bogotá

Administración Distrital cerró el año con varios indicadores a la baja y una ciudadanía inconforme. 

ERNESTO CORTÉS
Termina el año con una popularidad de la alcaldesa Claudia López a la baja, con un pesimismo ciudadano por las nubes y con su principal apuesta sin consenso: el POT.
La alcaldesa ha sentido el golpe de haber jugado su capital político en causas diversas y confrontaciones a veces innecesarias. Pero siguen siendo los temas del día a día los que le generan el mayor tormento: seguridad, movilidad, empleo. No se escucha otra cosa en la calle ni en las charlas de pasillo. Y los medios somos generosos en ampliar tales cosas.
Pero hay otras a las que contribuye la propia mandataria. Sus rifirrafes con empresarios, partidos de oposición, con medios, concejales, con la policía y el Gobierno desgastan. Ella lo sabe, es consciente, pero no da el brazo a torcer. Lo cual no está mal, eso hace parte del ejercicio de gobernar y es una muestra de su talante. Pero si hubiera mejoras en los frentes que le reclama la gente, en atender los llamados ‘dolores’ de la ciudadanía, todo sería más parejo. Una cosa es decirle a un opositor que deje de incendiar la ciudad y otra ponerles fin a los desmanes en el portal Américas. Si atiende lo segundo, con seguridad la gente le comprará lo primero.
Ahora bien, decir que el año que termina no deja resultados para Bogotá es una falacia. Para comenzar, hay obras que no se detuvieron, por el contrario, se entregaron o comenzaron a ejecutarse. Y eso explica en parte algunos problemas de movilidad. Hay hechos que son intangibles para la ciudadanía pero determinantes para el futuro de la ciudad: la renta básica para cerca de 900.000 personas afectadas por la pandemia, la posibilidad de que 100.000 jóvenes accedan a la universidad gratis, las más de 100.000 tabletas para que niños y niñas no dejaran de estudiar; el récord en el esquema de vacunación, con el 80 % de la ciudadanía con dosis completa; el arranque del parqueo en vía y la llegada de la bici compartida; los programas y festivales de cultura en los barrios.
Y quizás uno de los más significativos: la reactivación económica que ha permitido recuperar casi un millón de empleos que se habían perdido.
Pero eso obviamente no hace parte de la narrativa que mueve a la gente, más preocupada por el último asalto, el último asesinato, los trancones, los huecos, la carestía, la inmovilidad en el espacio público. Y, por supuesto, el lastre de episodios lamentables como las protestas violentas y la destrucción de TransMilenio. Hay que volver a reivindicar estos escenarios que son el lugar en el que interactúan millones de personas a diario.
No todo es culpa de ella. Al secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, le cabe una dosis de responsabilidad, fruto de lo complejo de su cargo, pero también de la falta de tacto a la hora de implementar estrategias para tantos y tan variados asuntos. Él era el responsable de no permitir que el Portal de las Américas se convirtiera en lo que se convirtió, como muchas veces se lo advirtieron; él era el responsable del manejo político para que el POT no terminara en un espectáculo público y sin consenso; sobre sus hombros recae el manejo del orden público de Bogotá y el manejo político en el cabildo.
El gobierno va a mitad de camino. Aún le quedan tiempo y espacio para recargar energías. Pero la alcaldesa debe hacer un balance riguroso de los resultados de su equipo en todos los frentes, escuchar más, quizás no pelear menos –esa es su forma de ser, qué le vamos a hacer–, pero escoger mejor los pleitos.
El 2022 será decisivo, no solo porque Claudia López tendrá que vérselas con un nuevo Gobierno (quién sabe si menos tolerante a sus demandas), sino porque Bogotá entrará en un frenesí de obras que hará más difícil la movilidad, con una ciudadanía más impaciente, con menos aliados en el Concejo –muchos pelaron el cobre del oportunismo político al primer canto de sirena– y porque la luna de miel con sus electores, y particularmente con sus muchachos, es cosa del pasado.
Y Claudia tiene con qué. O eso esperamos quienes la conocemos. Hay que ponerle ritmo a la entrega de obras, ser innovadores para atacar el caos de la movilidad (revisar lo del pico y placa pago, por ejemplo, o algunas ciclorrutas que siguen luciendo improvisadas); hay que recuperar los espacios tomados por vándalos y delincuentes, volver a conectar con la gente, y eso solo se consigue de una manera: mostrando resultados. Hay que mejorar sustancialmente la relación con la policía.
“Uno no puede criar bien a los hijos cuando mamá y papá pelean”, me dijo un analista a propósito de este aparente divorcio. Y hay que ceder, no todas se pueden ganar, no se pueden convertir puntos de conveniencia para la ciudad en puntos de honor para darles gusto a terceros.
La vacunación va bien. El empleo ha logrado recuperarse en un buen porcentaje. La ciudad tiene plata. Los niños volvieron al colegio. La impronta de la mujer en las decisiones de gobierno se nota. Las grandes obras están arrancando. Llegaron más policías y el gabinete es perfectamente ajustable a estas alturas del partido. Solo falta que arranque el 2022 para empezar a atenderlo.
ERNESTO CORTÉS
EDITOR JEFE DE EL TIEMPO
En Twitter: @ernestocortes28
ERNESTO CORTÉS
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO