La Fiscalía General de la Nación deberá investigar y establecer si al interior de la Contraloría Distrital opera un cartel de corrupción que pide millonarias sumas de dinero con el fin de borrar los hallazgos, es decir las irregularidades que se hacen en las auditorías a las entidades distritales.
La denuncia fue interpuesta por el propio contralor, Juan Carlos Granados Becerra, quien le entregó un audio al ente acusador, en el que al parecer se escucha cuando una funcionaria identificada como Hermelina Angulo, quien ingresó a la entidad en 1992 y hasta el jueves ocupaba el cargo de subdirectora de capacitación y cooperación técnica, le pide 60 millones de pesos al interventor de una obra vial, Humberto Bohórquez, con el fin de limpiar un expediente de un contrato del 2015 y evitar que pasara a manos de la Personería, Procuraduría y Fiscalía.16778578AUDIO-16778578-0.mp3
La mujer, en tono burlón y con palabras de grueso calibre, dice que ella es solo una ficha de una organización y que su jefe estaba que se lo llevaba ‘el putas’ porque no les cumplió a tiempo con el pago de la mordida.16778583AUDIO-16778583-0.mp3
En los apartes de la grabación, la mujer reconoce que le recibió por lo menos 30 millones de pesos en otra operación de esa organización delincuencial, de la que presuntamente hacen parte varios funcionarios.16778596AUDIO-16778596-0.mp3
En el audio, la funcionaria también le dice a su interlocutor que ella se tomó el atrevimiento de hacerle una rebaja 15 millones de pesos con el fin de que le pague ya no 75 millones sino 60 millones, pero máximo en dos días. El hombre suplica que le den unos meses, e incluso ofrece unos terrenos como garantía.
Los audios fueron entregados al despacho del Contralor por Bohórquez y Joselyn Torres, quienes acusaron, además de la mujer, a Gabriel Guzmán y Ómar Ricardo Calderón Camacho. Los tres fungían en altos cargos directivos al interior del organismo.
Bohórquez y Joselyn Torres manifestaron que además de la funcionaria, también eran víctimas de otros dos servidores de la Contraloría identificados como Gabriel Guzmán y Ómar Ricardo Calderón Camacho.
Las autoridades van a determinar si es verdad que uno de los “jefes” era Guzmán, quien para la época de los hechos, año 2015, se desempeñaba como jefe de la oficina de participación. Además, se deberá establecer si hay alguna relación o no con uno o varios concejales de Bogotá, pues se sabe que Guzmán trabajó en el cabildo capitalino hasta el 2011.
La mujer reconoce que hay toda una organización y que ella solo recibe parte del dinero.
El interventorAl respecto, Granados Becerra dijo que la entidad tiene más de mil empleados y que no va a permitir que por algunos de ellos se empañe la imagen de la entidad. Guzmán fue declarado insubsistente y a los otros dos por ser de planta, se les revocó de los encargos que tenían mientras avanza la investigación.
La dirección anticorrupción de la Fiscalía con la Contraloría Distrital prepara un plan de acción para comenzar a establecer cuáles son los funcionarios o exfuncionarios involucrados en esta organización.
También se deberá establecer si ellos obedecían órdenes o pertenecían a alguna organización más allá de lo que sucedía en la contraloría. En todo caso, si control interno no avanza en la investigación, el caso pasaría a manos de la Personería y Procuraduría.
‘Consiga 60 millones y le arreglo el chico’
Ante los señalamientos de su presunta participación en una red de corrupción, el exfuncionario de la Contraloría Gabriel Guzmán le dijo a EL TIEMPO que él no participó en eso y que no sabe por qué terminó denunciado penalmente por el contralor de Bogotá. Aunque en el audio no se mencionan sus nombres, los interventores de una obra vial en Usme –Humberto Bohórquez y Joselyn Torres– fueron quienes señalaron a Guzmán por los hechos.
Estos son algunos apartes del audio en poder la Fiscalía:
“A usted, el jefe le había dicho que tenía que dar 75 millones (de pesos). Consiga 60 millones (...) consígalos y ya (risas...) Usted no se merece mi confianza (...) consígalos y le arreglo el chico”.
Cuando Bohórquez pide más tiempo, ella le dice:
“Ahí sí está culimbo”.
Durante la conversación la mujer le advierte:
“Esto es una organización, así de simple, y el jefe mayor estaba mejor dicho que se lo llevaba el putas...”.
“De golpe, un negocito que tenía pendiente que se lo iba a dar a usted se perdió porque ni mierda, no me dio nada...”.
BOGOTÁ
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