El hurto a personas viene registrando valores preocupantes como consecuencia de las nuevas modalidades que tienen los delincuentes y su capacidad de adaptación frente a las estrategias desarrolladas por las autoridades para combatir el hurto. En este sentido se requieren respuestas diferentes, según los contextos y las situaciones en donde ocurren los hurtos a personas en la ciudad y el tipo de criminalidad y su especialidad en objetos específicos y lugares recurrentes.
El reciente informe de Futuros Urbanos sobre el panorama del hurto a personas en Bogotá señalaba que cada hora, 12 bogotanos son víctimas de hurto en la ciudad. El celular, sigue siendo el objeto preferido por los delincuentes, seguido por el dinero en efectivo y la bicicleta.
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Además, se evidencia un aumento del 15% en el uso de armas de fuego en diferentes modalidades de robo; predomina el atraco con violencia en vía pública y en 6 de cada 10 casos de hurto en la calle, los delincuentes se movilizan a pie.
A continuación, algunas ideas que son fáciles de implementar y que no requieren mayor presupuesto e inversión:
1. Conocer el perfil del delincuente: si actúa solo o acompañado, su edad, nivel educativo, motivaciones para el hurto, consumo de drogas y tiempo de vida criminal. También, la forma en que cometió el hurto.
2. Combatir la reincidencia delincuencial, pues muchos se aprovechan que la mayoría de los hurtos son delitos menores excarcelables quienes y continúan con sus actividades, una vez son liberados por la justicia. Si bien resolver esta situación requiere una reforma al sistema de justicia y una actualización de la legislación, que va más allá de las competencias del ente territorial, se pueden mejorar las estrategias para entender los patrones delictivos de los reincidentes con el fin de anticiparse a la comisión del delito.
3. Adaptar mejor las respuestas institucionales en el espacio público. Significa responder según los patrones de hurto, según los sitios donde se concentra y los horarios donde se manifiesta con mayor frecuencia. Así se reducen las oportunidades para la comisión de determinados hurtos y se ayuda a establecer el pie de fuerza policial en determinados lugares, días y horas de mayor ocurrencia.
4. Informar al ciudadano acerca de los puntos geográficos donde se concentra el hurto para que conozca su nivel de riesgo y vulnerabilidad cuando transita en determinados sitios y horarios por la ciudad. Así, el ciudadano tiende a ser más precavido y estar más atento, en particular, en el transporte público.
5. Publicar en estos sitios de mayor hurto las fotografías de los delincuentes más buscados en la zona por las autoridades, con carteles e información adicional sobre sus modalidades de hurto. Esto ayudaría a disuadir la presencia de atracadores reincidentes en determinados sitios.
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6. Mejorar la iluminación en los sitios de alto riesgo, el patrullaje de la policía y el trabajo con las comunidades residentes alrededor.
7. Aumentar la presencia policial en el transporte público, el uso de elementos tecnológicos como cámaras de video vigilancia en tiempo real, botones de pánico, y alarmas para que el conductor informe al centro de comando de la policía.
8. Mejorar los protocolos de acompañamiento a la víctima de hurto. Se sugiere fortalecer el proceso de recopilación de denuncias, conocer cuántas veces el denunciante ha sido víctima de un delito, para identificar patrones de riesgo, e informar a la víctima los avances sobre su caso en términos de investigación criminal y judicialización de los delincuentes. También, es necesario brindarles asistencia psicológica, pues en muchos de los casos la víctima estuvo bajo amenaza e intimidación por un arma cortopunzante o de fuego.
9. Actualizar las capacidades de inteligencia e investigación criminal ante una delincuencia cada vez más tecnificada y bandas criminales especializadas en delitos de alta rentabilidad económica, asociados al microtráfico y el hurto de celulares, bicicletas, autopartes y contrabando.
10. Combatir toda la cadena criminal que va desde el mismo hurto, la compra, recepción y almacenamiento hasta la venta de artículos robados o sus partes. Es necesario identificar los vínculos de los ladrones con bandas organizadas; el uso de internet y de plataformas digitales para vender los bienes robados y las personas y empresas vinculadas en el proceso.
La ciudad requiere tomar acciones urgentes para mejorar las cifras de inseguridad, más allá de la percepción, combatiendo sin tregua el hurto a personas, un problema que en los últimos años viene afectando la calidad de vida de muchos bogotanos.
ÓMAR ORÓSTEGUI
En Twitter: @omarorostegui