¿Producir 50.000 libras de alimentos en el techo de una vivienda es posible? Esta fue una de las preguntas que le hicieron varios habitantes de Nueva York (EE. UU.) a Ben Flanner, uno de los impulsores de la creación de dos granjas urbanas en Brooklyn y Queens.
El proyecto comenzó en el 2010, gracias a un sistema de crownfounding (financiación colectiva) con el que cientos de ciudadanos aportaron recursos para apoyar el inicio de las huertas, que cuentan con 11.000 metros cuadrados para producir tomate, rúgula, especias, entre otros alimentos orgánicos.
“El 75 por ciento de lo que cultivamos va para restaurantes que nos buscan por nuestra producción libre de químicos. Lo restante lo vendemos en nuestras tiendas, que están sobre las terrazas”, explicó Flanner. (Lea también: Bogotá tiene todo para plantar techos verdes)
Señaló que las huertas urbanas son un modelo de negocio competitivo en grandes ciudades, donde los costos de transporte de los alimentos desde zonas rurales incrementan su valor.
“Nosotros distribuimos a mercados y restaurantes a ocho kilómetros a la redonda, así no tenemos que desplazarnos tanto”, agregó.
Pero el proyecto tiene otro componente social y es acercar a los habitantes de las dos zonas de Nueva York a la naturaleza. Por eso, todos los lunes y miércoles, durante el verano, se permite el acceso libre a los transeúntes para que conozcan las huertas.
Además, se dictan talleres de agricultura urbana y se realizan otras actividades, como yoga, no solo para recoger fondos sino para brindar un espacio de socialización.
BOGOTÁ
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