Para un juez de control de garantías, un sujeto que noqueó a una mujer y luego se ensañó contra ella con patadas, puñetazos y hasta con un objeto contundente, con el cual le pegó en la cabeza, el pecho y otros puntos vitales, “no representa un peligro para la sociedad”.
Esa fue la consideración de la autoridad judicial, que le dictó medida de aseguramiento preventivo domiciliario al individuo de 18 años, que agredió a la mujer sin que esta pudiera defenderse, y cuyas graves lesiones la mantienen en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Kennedy, en estado reservado. Resultó gravemente afectada en su cabeza, corazón y pulmones.
El hecho de que el atacante, que se desempeña como cargador de bultos en la central de abastos de Bogotá, Corabastos, esté gozando de las comodidades de su casa, despertó una ola de indignación social, no solo entre las autoridades sino en la misma ciudadanía.
El secretario de Seguridad, Daniel Mejía, se mostró aterrado ante la decisión de mandar al sujeto a su casa. “Este señor que golpeó a la mujer es un criminal. El juez de control de garantías no consideró la alta peligrosidad que puede tener para otras mujeres y habitantes. Nos queda muy difícil entender esta decisión, que afecta la seguridad ciudadana y no ayuda para nada a combatir la violencia contra las mujeres”.
“Estamos haciéndole seguimiento al caso, tratando de ayudar a identificar a la víctima y buscando sus redes familiares para poderles prestar la atención institucional, es decir, la asistencia psicosocial y la representación judicial. Nos vamos a asegurar de que haya acceso a la justicia y que el agresor sea castigado con todo el peso de la ley”, dijo la secretaria de la Mujer, Cristina Vélez.
Dijo que la víctima estaba en condición de habitante de calle, por lo que llegó indocumentada cuando fue trasladada al centro asistencial.
La golpiza quedó registrada en un video que conserva la Policía. Los hechos ocurrieron hacia las 11:30 de la noche del domingo 17 de septiembre, en el parque Cayetano Cañizares de Kennedy, y fue gracias a una llamada de la comunidad que los uniformados acudieron al sitio y capturaron al hombre, cuando se disponía a huir.
En las imágenes se observa el escabroso nivel de violencia y saña con que actuó el sujeto, que no fue conducido a una cárcel por no tener antecedentes judiciales. Según trascendió, los investigadores manejan la hipótesis de que la agresión se dio tras un intercambio de drogas, pero esto está por confirmarse.
La personera distrital, María Teresa Castañeda, mostró su preocupación con la vulnerabilidad de las mujeres en la capital. “Tenemos una queja permanente ante la Fiscalía y es que no tenemos una justicia pronta ni posibilidades serias para acceder a la justicia en feminicidios: solo hay una fiscal para adelantar investigaciones de feminicidios. Si la justicia no muestra acciones contundentes frente a la violencia contra la mujer, los hombres seguirán creyendo que matar y maltratar a las mujeres está bien”.
Según Medicina Legal, entre enero y agosto del 2017 se presentaron 17.214 casos de lesiones personales en Bogotá, de las cuales 5.527 fueron contra mujeres, es decir, casi una de cada tres agresiones presentadas son padecidas por el género femenino.
Para la psicóloga Mónica Vejarano, de la Asociación Creemos en Ti, la decisión del juez de garantías de dejar en libertad al agresor que le propinó una golpiza a una mujer, en Kennedy, manda una preocupante señal: “Se da un mensaje de que el individuo no es un riesgo. Desafortunadamente nuestros jueces no tienen asesores psicológicos que les indiquen que ese tipo de comportamientos sirven como señal de que se puede activar una actuación peor, que puede llevar a un homicidio”.
La experta coincidió con autoridades distritales en que el atacante representa un peligro social, pues puede tener “una personalidad psicoactiva y transgresora de las convenciones sociales”.
“Debes tener un cierto tipo de personalidad de base para reaccionar así, además de un problema en el control de impulsos, pues la reacción es muy primaria. Pero no primaria de supervivencia, sino de afectación de funciones ejecutivas que hacen que ni siquiera pienses que puedes afectar tanto a otra persona”, explicó.
Como una burla a la justicia, así denominaron los ciudadanos el hecho de que el agresor de la mujer de 28 años esté en su casa esperando el proceso judicial. En redes sociales no fueron pocas las voces de apoyo a la víctima y de total reproche al sujeto, de 18 años.
En Twitter, como respuesta a la información publicada por EL TIEMPO donde se contaba el hecho, Juan Manuel Holguín (@juanmholguin), expresó: “¡Asesino! Eso se llama así en países donde sí funciona la ley. Intento de homicidio, por lo que merecería cadena perpetua”.
Entre las reflexiones de la gente muchos se cuestionaron por la condición humana del atacante, que según psiquiatras consultados puede tener una personalidad psicoactiva y transgresora de las convenciones sociales.
“Una persona que es capaz de tal acto de agresión ha perdido su condición humana, constituye un peligro para todos. No puede estar libre”, opinó Manuel Moreno (@Moreno_Slagter), en la misma red social.
BOGOTÁ
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