Juliana tiene 24 años y ha pasado 16 sin poder comunicarse con fluidez con cualquier persona, pues Julis, como le dicen de cariño, tiene una discapacidad en el habla, lo que la llevó a comunicarse a través de la lengua de señas.
Daniela, su hermana, cuenta que a pesar de que todos en su casa aprendieron las señas, “el vocabulario que ella adquiría en el colegio era mucho más grande; a veces Julis llegaba a contarnos cosas y había frustración en la casa porque no le entendíamos, entonces una salía a llorar porque no entendía y la otra porque no se podía comunicar”, relata.
Esta situación generó en Mario Galindo, padre, un dolor que lo llevó a crear una solución para la discapacidad de su hija, sin pensar que tocaría a muchas personas en situaciones similares.
Así nació Hablando con Julis, en el año 2006. Crearon un programa para computador en el que, a través de imágenes, personas con discapacidad pueden contar historias y los demás pueden entenderlos. En la aplicación hay una ventana en la que al escribir, el computador muestra una imagen de cada palabra y la lee.
Por su parte, la persona en situación de discapacidad cuenta con distintos módulos en los que halla imágenes para cada palabra y al seleccionarlas, el computador emite el texto seleccionado.
La aplicación ya no solo funciona para Juliana, sino que ha llegado a más de 4.000 personas de Colombia y Panamá, entre otros países latinos.
“Con el paso del tiempo, los papás de los compañeros del colegio de Juliana empezaron a pedir el programa y la institución también nos contactó para conocerlo, por eso decidimos crear la fundación Hablando con Julis”, cuenta Daniela, que lleva el programa a otras ciudades.
Aunque la plataforma se creó como una solución para facilitar la comunicación, los resultados han sido sorprendentes, pues han mejorado el vocabulario, la atención, la concentración, la memoria, la lectura y escritura de la población en situación de discapacidad.
Por esta razón, Hablando con Julis es uno de los proyectos que se presentó durante la firma de Innpacto, ya que se espera que con el apoyo conjunto del Estado y las empresas privadas este software quede más a la mano de estudiantes y poblaciones infantiles que lo necesiten.
“Amamos Colombia, pero hasta el momento ha sido muy difícil impulsar nuestra idea aquí. Esperemos que con este pacto las oportunidades se hagan más próximas para nosotras”, afirmó Daniela.
Los inventores de las cucharas comestiblesHechas de maíz, yuca y hasta condimentadas con finas hierbas así son las cucharas comestibles de Cusinova, una iniciativa empresarial conformada por Gustavo García y Carlos España, quienes idearon una manera de reducir los desechos plásticos en los restaurantes.
“Empezamos esta iniciativa en un viaje a Europa, donde hay una fuerte política sobre la disposición del plástico. Allí nos dedicamos a pensar de qué forma los restaurantes pueden usar cubiertos sin contaminar, y se nos ocurrió hacer una cuchara para aderezos, resistente pero biodegradable, así que utilizamos almidón de yuca para que se pudiera comer y no botar”, dijo García.
Gracias al apoyo de la Cámara de Comercio de Bogotá, que hace parte de Innpacto, Cusinova ha vendido este producto en restaurantes del norte de Bogotá. “No paren de soñar, traten de lograr sus metas, más ahora que cuentan con este apoyo”, afirmó García.
BOGOTÁ