Yeison, el vigilante que a través de las redes sociales ha sido atacado por acusar a Angie Ramírez de robar unos polvos, según ella, "sin ninguna prueba", relata lo que vio el pasado lunes en el Carulla de la 63.
El lunes 22 de julio Yeison González llegó a cumplir su turno como si fuera cualquier otro día. Su labor consiste en revisar las cámaras de seguridad del Carulla de la calle 63, desde las 6 de la mañana, hasta el mediodía. Lo que no sabía es que faltaba poco para que su rostro se hiciera viral en las redes sociales.
Su foto se ha hecho célebre porque aparece en un hilo publicado por Angie Ramírez, en el que ella sostiene haber sido acusada de un robo injustamente. Por esta razón, decidió hablar con EL TIEMPO y dar su versión.
(Lea también: La respuesta de Carulla tras señalar por error a mujer de robo)
"Estaba revisando las cámaras de seguridad como lo hago todos los días. De repente, vi una actitud muy sospechosa en una mujer que estaba en uno de los pasillos. Ella miraba para todos los lados y después metió algo a su bolso", dice.
Según el relato de Yeison, en ese momento dio aviso a su supervisor para que él decidiera qué hacer. "Él también vio el video y avisó a la guarda de seguridad de la puerta para que ella verificara si la mujer había hurtado algo", señala el joven.
(Le puede interesar: ¿Qué límites tienen los vigilantes de supermercados en sus controles?)
Tras dar aviso, dice, ambos hombres fueron hasta la puerta para apersonarse del caso. "Mi compañera le pidió a la joven que le dejara verificar su bolso, ella lo sacó después de la insistencia. Todo esto ocurrió en el área de verificación", dice González.
"Ella manifiesta que los polvos son de ella y ahí es cuando se decide verificar la grabación", sostiene Yeison.
Después, Yeison, su supervisor y su compañera deciden hacer la respectiva verificación del producto por el sistema de inventario.
“El problema de la verificación es que algunos productos de maquillaje en ocasiones no salen en el inventario. Eso es responsabilidad del encargado de esa tarea. Después de eso el supervisor llamó a las autoridades”, afirma.
Ellas nunca fueron groseras conmigo, pero siento que ha habido mucha especulación. Los ciudadanos solo han escuchado su versión. Eso es normal en Colombia, la gente solo ve lo que quiere ver
"De inmediato se molestaron, nos dijeron que estábamos dañando su buen nombre y su prestigio", y añade, "yo en ningún momento hice algo malo, solo cumplí con mi trabajo".
Diez minutos después de que el supervisor de Yeison llamara a la Policía, una patrulla apareció en la entrada del supermercado. "Los Policías llegaron y apoyaron el procedimiento que estábamos realizando", sostiene el vigilante.
Angie y su acompañante fueron esposadas por la Policía. "En ese momento mi labor finalizó", aclaró el joven. Sostiene que la situación se complicó cuando las jóvenes llamaron a sus abogados. "El gerente de Carulla hizo lo posible para llegar a un acuerdo, ellos -sus abogados- estaban muy molestos porque ya estaban detenidas”.
Yeison asegura que este tipo de situaciones no son nuevas para él. "Hemos pasado por casos similares. He visto personas robando, a las cuales en las verificaciones les encontramos los productos, pero aún así se niegan a aceptar su responsabilidad".
Hoy, tres días después de aquella jornada, admite que pese a su experiencia en estos casos siente que algo falló. "Si pudo haber una equivocación de mi parte, cometí un error al no ponerme al frente del caso, pero quiero aclarar que nunca las traté mal, yo preferí no hablar y guardar silencio", dice.
Sobre las declaraciones que Angie Ramírez ha realizado en redes sociales y en medios de comunicación, dice: "Ellas nunca fueron groseras conmigo, pero siento que ha habido mucha especulación. Los ciudadanos solo han escuchado su versión. Eso es normal en Colombia, la gente solo ve lo que quiere ver, comentan sin saber lo que realmente pasó y solo se guían por lo que aparece en las redes sociales".
Tras el incidente del lunes, Yeison fue trasladado por sus supervisores a otro puesto de trabajo. "Esos casos solo me pasan a mí" dice, temeroso ante lo que vendrá para su vida en los próximos días. "Creo que hasta me van a echar o a meter una demanda, no lo sé, porque esa gente tiene plata y yo no".
Camilo Andrés Castillo
REDACCIÓN BOGOTÁ
@BogotaET
EL TIEMPO
Comentar