La joven se encontraba desde febrero en el país y estaba con su mamá al momento de la explosión que acabó con su vida y dejó a su progenitora con heridas leves. “Julie le pidió a su mamá que viniera para mostrarle el país que amaba, y planeaban viajar en unos días a Medellín para encontrarnos”, añadió Restrepo.
Según su amiga, que la conoció a principios de año en un hostal en Cali, al que Julie llegó como turista con su mejor amiga, Helene Perrot, “el sueño de ella era ayudar a los demás y viajar”. “Visitó Salento, San Andrés y el desierto de la Tatacoa. Estaba fascinada con Colombia”, finaliza Danyella.
Voluntariado
De otro lado, en el barrio Santa Rosa, ubicado en la localidad de San Cristobal de Bogotá, recuerdan a Julie como una mujer sencilla que hablaba español a la perfección y saludaba a todas las personas.
Justo en ese lugar queda la parroquia de Moralba, donde funciona el Centro Comparte, una filial de la ONG francesa Proyectar Sin Fronteras con la cual Julie hacía servicio social y ayudaba a niños vulnerables, algunos de ellos víctimas del conflicto. “La comunidad está consternada. No podemos creerlo. Era una muchacha muy joven”, señalaron a ‘Citynoticias’ vecinos del barrio.
Pero, algunas de las personas de Santa Rosa manifestaron preocupación porque se estigmatice el sector y se afecte la llegada de voluntarios de distintas nacionalidades a apoyar a la población vulnerable, en especial de ciudadanos franceses.