Es cierto. Lograr que los excombatientes de las Farc, tanto los desmovilizados como los que se desvincularán informalmente por miedo o desconfianza, se integren a la ciudad, no será fácil. Y si se le suman las cicatrices que dejó a la convivencia el proceso de reintegración de las Auc… (Lea también: Festival de 'hip hop' por la paz se hará el 25 de septiembre)
La gente en los barrios recordará las casas de los desmovilizados, sus rumbas y sus disputas, parchados en la tienda de la esquina piropeando a las niñas y mirando mal a los ‘vagos’. Tampoco olvidará que los desmovilizados, al no hallar asidero en los programas del Estado, montaron microempresas de lo que ya eran expertos: extorsión y tráfico.
No será fácil. Y la gente tendrá todo el derecho de manifestar escepticismo, pero aun así tendrá el deber de hacer la tarea, pues estas molestias son transitorias para alcanzar la tranquilidad anhelada, y desde su capacidad individual, con optimismo, aportar en la construcción de esta esperanza de paz.
Por esto, los hip hoppers de la ciudad hoy han cambiado su nombre a ‘hiphoppaz’, y en cabeza de la Fundación Familia Ayara, ya empezaron la tarea.
Organizando batallas (debates con rap) en los barrios de la ciudad, para que las personas expresen sus angustias, se informen, reflexionen y expongan sus argumentos sobre el ‘Sí’ o el ‘No’ al plebiscito. Despertando conciencia crítica y facilitando el ejercicio de la ciudadanía activa.
Así mismo, están organizando un festival internacional el 25 de septiembre en La Media Torta, y 60 pequeños conciertos más, produciendo 100 canciones de rap, 100 murales de grafitis y 70 videoclips.
También están dictando talleres para el equilibrio y la tranquilidad espiritual, corporal y mental; para practicar la empatía, el respeto por sí mismo y por el otro; talleres de emprendimiento y productividad, para desde lo colectivo alcanzar el éxito individual; a niños, niñas, adolescentes, sus familias y funcionarios públicos, en 20 barrios de Bogotá y 50 municipios del país. El deseo es también poder trabajar estos talleres con los excombatientes de las Farc.
Los ‘hiphoppaz’ han comprendido que la paz no es una meta sino un camino, un proceso, en el que todos somos codependientes y corresponsables, no espectadores. Por esta razón, se están preparando, a fin de que cada persona pueda ser el protagonista en este momento de gloria, único e irrepetible; uno que trascenderá en la memoria y hará que los nietos de nuestros hijos se sientan orgullosos de lo que hicimos por ellos.
JEYFFER RENTERÍA
Fundación Familia Ayara