Vivos colores, agradables olores, exquisitas comidas y llamativos artículos para la venta. Todo esto, en medio de un ambiente de animada música de ambiente, alegría y cordialidad.
Así fue, anoche, la inauguración de la Feria El Rastrillo, que organiza la Asociación Nuevo Futuro de Colombia, la cual tuvo lugar en el Museo del Chicó, en el norte de Bogotá.
El evento tiene como fin recoger fondos para la asociación, que brinda educación, recreación, deporte y atención integral a niños y niñas que se encuentran bajo la supervisión de Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en un hogar en el municipio de La Calera (Cundinamarca).
En total, son más de cien menores de edad los que se verán beneficiados con el dinero que se recaude con El Rastrillo, que va hasta el próximo 23 de octubre.
En la feria habrá más de 150 estands, en los que estarán expuestos toda clase de artículos para la venta, como artesanías, ropa, joyas, adornos y accesorios para el hogar.
Dos de los más llamativos son El Ropero, en el que ofrecen ropa que ha sido donada y que está en perfectas condiciones; y la Cueva del Arte, una muestra de pinturas en madera que son prueba del trabajo artístico y la creatividad de los niños de la asociación.
"A vender, a vender mucho", animaba Fanny Gutiérrez de Sarmiento, presidenta de la junta directiva de Nuevo Futuro, a los dueños de los estands junto a los que iba pasando, minutos antes de que sonara, primero, el himno de España (la feria toma su nombre de un evento similar que se lleva a cabo en ese país), y de que el coro de niñas de la asociación entonara el himno de Colombia, con lo que se dio inicio oficial a El Rastrillo.
"Desde la junta directiva estamos muy felices, porque esperamos todo el año para que llegue este momento, que nos sirve para seguir brindándoles educación a nuestros niños", dijo Gutiérrez, y agregó que esperan que este año "se vendan todos los productos".
"Queremos que la gente venga a gastar toda su platica acá", añadió en medio de risas.
Andrés Ramírez, administrador del estand Embrujo Maya, presente en la feria por noveno año consecutivo con su explosión de objetos guatemaltecos, destacó la labor social de El Rastrillo: "Es muy bueno lo que hacen, y esta es una de las razones por las que hemos venido por todos estos años", dijo.
"Estamos muy felices y optimistas, sobre todo porque Dios nos ha permitido tener buen clima, añadió María Begoña Vieites de Lozano", tesorera de la asociación. "Esperemos que sigamos teniendo esta bendición", puntualizó.
BOGOTÁ
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