Eduardo Corredor Díaz, presentador del escenario La Media Torta, falleció este lunes en el Hospital de San Rafael después de atravesar una difícil enfermedad.
Corredor, de 62 años, trabajó en la Media Torta anfitrión entre 1982 y 2016 y dio paso a innumerables artistas nacional e internacionales que marcaron la historia del lugar. Él mismo, más que presentador, se consideraba un formador de audiencias.
“Pertenecí a la época de la balada, al final de los años 70 e inicio de los 80. Quienes trabajábamos en aquel entonces como 'disc jockeys' no hablamos de la vida personal del cantante, sino de su parte artística. Eso ya no existe. Éramos formadores de oyentes, cada vez que poníamos una canción contábamos su historia”, le dijo a EL TIEMPO en una entrevista.
Además de maestro de ceremonias, era docente y periodista con especialización en gerencia publicitaria y maestría en comunicación.
Idartes lamentó el fallecimiento de Corredor, quien será velado este martes en la funeraria La Candelaria, en la carrera 13 con calle 34.
Corredor conoció la Media Torta siendo niño sin imaginar jamás que estaría de pie allí por más de 30 años.
“Ir allá era el plan de domingo. Recuerdo cuando mi padre nos traía a escuchar rancheras mientras sacábamos gallina de la olla de mamá. Nunca imaginé que sería su presentador”, relató cuando se le preguntó por lo que significaba el escenario para él.
Una de sus mayores satisfacciones en entrevistas era contar, uno a uno, los artistas a los que presentó en escena.
El primer fue Julio Iglesias. “Fue en la plaza de Bolívar un 12 de noviembre de 1981. Uno de los periódicos de Bogotá tituló al otro día: ‘Julio Iglesias, la envidia de los políticos’; eso fue porque llenó la plaza impresionantemente, era un ídolo”, describía.
En su repertorio también hubo artistas de la talla de Mercedes Sosa, Paloma San Basilio, Piero, Celia Cruz, Vicente Fernández y Los Carrangueros de Ráquira.
Precisamente, por los años que pasó al frente de uno de los recintos culturales más importantes de la ciudad, conocía su historia y su público. Lo describía como exigente, crítico, de oido refinado y, sobretodo, diverso: “En una tarde podían pasar de ver a un grupo callejero al ballet Bolshoi, de Rusia, o al de San Francisco (Estados Unidos)”.
Su mamá quiso que fuera médico, pero él se enamoró de la radio. Su voz la descubrió en el colegio cuando era un adolescente. Se crió y vivió en el barrio Fátima, en el sur de Bogotá; cursó el bachillerato en el colegio Tecnológico del Sur en 1975. “En esa época tuve un profesor que me inculcó la música, tocaba con la banda del colegio y presentaba los actos solemnes, como el Día de la Madre o del Padre”, recordó.
Trabajó en Caracol radio, la cadena Súper, radio Mariana, el Grupo Radial Grancolombiano y en emisoras El Dorado.
Reconocía que algo que le hubiera gustado hacer, pero que no se dio, fue darle paso en el escenario al italiano Luciano Pavarotti. “Cuando visitó el país, se presentó con la Orquesta Filarmónica y no requería presentador, pero lo vi. Algo que no olvido es el nombre de un grupo que formó parte de un festival de Rock al Parque, se llama Sangre Picha; a ellos sí los presenté”, decía, riendo.
También fue presentador en Salsa al Parque y fue testigo del nacimiento de Rock al Parque.
BOGOTÁ