Una escritora, una periodista, un artista y los ciudadanos postularon sus frentes favoritos de casas y locales. Hay propuestas de todos los tipos y rincones de la ciudad: desde las patrimoniales, pasando por las viviendas populares hasta las más extravagantes en el norte y el sur. Cada uno hace su lectura del remolino de identidades bogotanas
(Le puede interesar: Materas con ‘pinta’ de casas de barrio bogotano)
María Alejandra Toro, periodista y creadora de la cuenta de Instagram depuertasafuera‘Es bonito llevar un registro sin apelar a la nostalgia,
sino siendo consciente de los cambios’.
En la cuenta de Instagram depuertasafuera hay una colección de entradas, puertas, ventanas, rejas y pequeños jardines. Su dueña, María Alejandra Toro, ha publicado 323 imágenes de fachadas de Bogotá y de todos los rincones del planeta. Algunas son fotos suyas de sus recorridos por Bogotá y por ciudades a las que ha viajado, otras han sido tomadas por otros ‘cazadores de fachadas’ que saben de su proyecto y quieren contribuir.
Las primeras imágenes de la cuenta son de barrios en La Candelaria y Teusaquillo. En paseos a pie “empecé a ver colores y formas y texturas que no son tan evidentes cuando estás de afán. Para mí es un registro de la ciudad que habito”, dice Toro.
Luego, su entusiasmo se replicó en sus amigos, que le enviaron imágenes de puertas, ventanas, rejas y pequeños jardines de Europa, Asia y Norteamérica. “Me gusta ver las particularidades de cada ciudad”, agrega.
De Bogotá ve como sello indentitario el ladrillo, los colores vivos y las rejas que todo lo encierran, que temen el exterior. “Es como una forma en la que vivimos la ciudad”, comenta.
A Toro le gustaría fotografiar fachadas de Suba, Engativá y Fontibón. “Tienen sus plazas fundacionales, suena interesante”, dice, pero agrega que todas las fachadas son bienvenidas, las urbanas, las rurales, las patrimoniales, las populares...
Por ahora, recomienda otras cuentas de Instagram: houses:post_bogota
(Para seguir leyendo: ‘Adentro’: un vistazo a los diversos hogares bogotanos)
Harrison Tobón, artista‘Es importante dejar evidencia
de la arquitectura del presente’.

‘Paisajes hechos a mano’ es una de las obras del artista que refleja “su gusto por las formas y colores de las fachadas”.
Harrison Tobón
El artista plástico Harrison Tobón es otro de los enamorados de las fachadas bogotanas. Desde 2015 ha retratado cerca de 600 en distintas técnicas: acuarela sobre papel, acrílico sobre lienzo, recreaciones a escala con materiales propios de la arquitectura popular, dibujo y escultura digital y escultura digital con impresora 3D.
“Salen de un archivo personal de localidades que transito como Teusaquillo, Puente Aranda, Chapinero, Rafael Uribe Uribe y Barrios Unidos, de comisiones y encargos a coleccionistas y de personas que han querido ver sus casas retratadas”, cuenta Tobón.
Entre su obra se destaca una serie de acuarelas que son, quizá, una de las pocas memorias que quedan de las fachadas de las viviendas del barrio San Bernardo, antes de que comenzara a ser demolido para dar paso a un plan parcial. “Como artista visual, pienso que es importante dejar evidencia de la arquitectura del presente, que se encuentra a punto de desaparecer por el desarrollo urbanístico y nuevas formas de construcción”, agrega.
Además de su trabajo artístico, en este momento, trabaja en su propio 'documento histórico de arquitectura bogotana en vía de extinción’.
Pero el alcance de sus acuarelas y colores no se limita a Bogotá. Tobón también ha retratado fachadas de Barranquilla, Miami y Brooklyn.
Usted puede ver su obra a través de las cuentas de Instagram harrisontobon y harrisonmaterial.
(Además: La historia del 'arqueólogo de marcas' que conquista Instagram)
Lizeth León, escritora‘A veces solo hablamos de lo patrimonial y lo ‘bonito’.
Yo quería ampliar la mirada’.

Vitelma, San Cristóbal.
Lizeth León
El libro Fachadas bogotanas es el referente indiscutible a la hora de hablar de los frentes más bellos y las historias que guardan. “En 2015, quise hacer un ejercicio de dibujo diario de casas, entonces decidí que iba a recorrer Bogotá en cuatro meses. Empezó con mi experiencia personal y, luego, la gente me fue invitando a ver sus casas y a contarme su historia. Luego, para construir el libro, me puse a leer sobre arquitectura y fueron tantos los textos que encontré que los incluí de alguna manera: era una forma de hacer justicia a todo el material que había”, cuenta Lizeth León, autora e ilustradora de este libro que, en su primera edición, llevó los dibujos e historias de 50 fachadas y, en 2020, en una segunda edición, sumó otras siete fachadas inéditas.
“Algunas de las nuevas vienen de relatos de abuelas que, a través de sus nietos, me escribieron. Una más es de Mosquera, un municipio que quise incluir. Y otras dos son unas que se habían quedado de la edición pasada”, dice León.
Para esta periodista y filósofa, su libro “trata de mostrar la diversidad de estéticas en Bogotá. A veces solo hablamos de lo patrimonial y lo ‘bonito’, pero yo quería hacer un homenaje a la vivienda de autogestión. Es una mirada amplia a esta ciudad que crece y muta, una reivindicación a las fachadas, no solo las patrimoniales, sino las de estéticas domésticas”.
León quiere seguir explorando las fachadas de la Bogotá rural. "Rompen con el contexto de ciudad y saber que eso existe aquí te cambia la mirada y te habla del tipo de urbe que esta. En uno de mis recorridos me llamó la atención que en Sumapaz, en la vereda Santo Domingo, hay casas de madera al estilo del Pacífico", anota León.
Si usted quisiera comprar el libro, puede hacerlo a través de www.milserifas.com
(También: Jóvenes hacen su propia biblioteca en la Bogotá rural)
El ojo ciudadanoEste diario les pidió a los ciudadanos que postularan sus fachadas preferidas. Lectores del norte sugirieron el vistoso edificio Farshad, ubicado en la calle 94 con carrera 15.
Este es un local de tapetes persas atendido por un iraní, Teymour Chegini, que llegó a Colombia en 1998 y se quedó allí para siempre. Su hermano Farshad había montado el local de Bogotá, pero falleció en un siniestro vial. Temour, entonces, quedó al frente del negocio. "Más que vender, esta mezquita es en honor a mi hermano", le dijo Teymour a este diario en un artículo publicado en 2007.
(Lea la historia completa: Don Teymour, el persa de la calle 94, que fue oficial de la marina en Estados Unidos)
Julián Martínez envió un correo sugiriendo Villa Ana Julia, que es imposible no notar si se pasa por la localidad de San Cristóbal.
Es una casa de la primera mitad del siglo XX que, pese a su atractivo, ha sido motivo de disputas para la familia propietaria. Aunque uno de los familiares está a favor de conservarla, buena parte de la familia ha insistido en venderla. Sin embargo, su condición de patrimonio ha dificultado el proceso.
(Lea un reportaje al respecto: Casas patrimoniales de Bogotá están destinadas a desaparecer)
Y Mauricio Cruz votó por el clásico Faenza. El teatro Faenza fue inaugurado en 1924 y, en los últimos años, ha venido siendo recuperado por la Universidad Central. El Faenza hace parte de la historia de los principios del cine y la proyección fílmica en Bogotá.
Otros lectores sugirieron la estación del tren de Usaquén y el disruptivo 'edificio mueble'.
(Puede leer la historia: El mueble más grande de Latinoamérica queda en el norte de Bogotá)
ANA PUENTES
En Twitter: @soypuentes