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Habla hermana de Rosa Elvira Cely, víctima que conmocionó al país
Rosa Elvira Cely

En el lugar del crimen contra Rosa Elvira Cely se puso una placa conmemorativa que financió una ONG de mujeres.

Foto:

Juan Diego Buitrago / EL TIEMPO

Habla hermana de Rosa Elvira Cely, víctima que conmocionó al país

NO ES HORA DE CALLAR

Hasta el 24 de mayo de 2012 Adriana Cely trabajaba en una boutique y llevaba una vida sin mayores sobresaltos; sin embargo, ese día una tragedia enlutó a su familia y horrorizó al país: el crimen en contra de su hermana Rosa Elvira. A partir de ese momento dejó ese local que tenía en Chapinero para dedicarse a trabajar por los derechos de las mujeres, y labora en la Secretaría Distrital de la Mujer.

En entrevista con EL TIEMPO, Adriana habló sobre el trabajo que falta por hacer para que se pueda reducir la violencia de género y cómo siente que, pese a que el asesino de su hermana Javier Velasco está en la cárcel por ese crimen, no hubo justicia.

¿De qué ha servido la ley contra los feminicidios?

Hablar de feminicidio en nuestro país es un avance. Veo que se está denunciando y visibilizando más, no es que se hayan incrementado los casos, sino que ahora sí somos capaces y nos atrevemos a denunciar. Con respecto a los operadores judiciales y en sí en la implementación de la ley nos falta mucho todavía. Tenemos unas condenas, pero son muy pocas y eso que estamos en la capital. Tampoco se hace mucho en el resto del país; en Tunja, Boyacá, y Cali hay procesos en los cuales aun no se tiene en cuenta qué es un feminicidio porque los operadores judiciales no están capacitados.

¿Cómo capacitar para prevenir estos crímenes?

Hay una corresponsabilidad de todos, no solo del aparato judicial. La misma ley contra los feminicidios nos da esas herramientas. En ella se incluye una cátedra de género que se supone que desde el 2016 tendría que haberse implementado en las instituciones educativas y también con los operadores judiciales.

¿Por qué no se cumple con la cátedra de género?

La Ley 1761 obliga a que el Ministerio de Educación implemente esa cátedra de género en colegios y universidades y, obviamente, al aparato judicial. Pero siempre hay barreras y negligencia. Cuando hablamos de esta cátedra no solo se trata de mujeres, sino de avanzar en derechos.

¿En qué consisten los talleres sobre género que usted realiza?

Mostramos la historia de mi hermana y cuáles son las barreras de acceso cuando queremos denunciar. Pero no solo es culpar. Con estas charlas nos damos cuenta de que hay niños que creen que la violencia es normal en su diario vivir. Cuando les hablamos sobre ese tema y de que ellos también son víctimas, reaccionan y nos preguntan a dónde pueden denunciar.

¿Cómo inicia su trabajo en derechos de mujeres?

En los cinco días que mi hermana estuvo viva, tras el ataque contra ella, me enfrenté a una serie de vulneraciones de derechos. En ese momento existía una ley, la 1257 desde 2008, y ninguna de las instituciones garantizó la vida de Rosa Elvira: ni la atención, ni la denuncia, absolutamente nada. Tuvo que morir para que esto fuera visible. Además, ocho años antes de este crimen, a nuestro hermano mayor lo mataron. Viajó a Cali y apareció muerto en La Dorada, un año después. Todavía no entendemos qué le pasó y por miedo no denunciamos. Por eso tomé la decisión de que estas cosas no podían seguir pasando.

¿Cómo se enteró de lo que le pasó a su hermana?

Me recuperaba de una cirugía en la casa, y mi mamá me llamó para decirme que a mi hermana la robaron y la habían golpeado y que se la llevaron al hospital Santa Clara. Cuando llego allá, mi hermana sufre el paro cardiorrespiratorio, y el médico que le hace la cirugía me cuenta todos los detalles de la violación y la tortura.

¿Qué fue lo más terrible en ese momento?

Cómo los seres humanos somos capaces de hacer tanto daño. Me impactó enterarme del empalamiento, pero, además, fue muy duro ver cómo un Estado que tenía unos protocolos no fue garante, y saber cómo ese criminal estaba suelto pese a que había matado a otra mujer y tenía más procesos penales.

¿Hubo justicia?

No la hubo. Se cree que sí porque hay un criminal en la cárcel condenado, cuya pena por lo demás no pagará completa por los beneficios de ley. Además, hay otra persona que sabía lo que estaba sucediendo y no fue incriminada. Esto se debe esclarecer.

Y las indemnizaciones anunciadas...

No las hemos recibido, pese a la demanda al Estado, que sigue en proceso, en parte por la negligencia.

Sobre la reparación, no solo hablamos de la parte económica, porque ningún dinero nos devolverá a mi hermana. Pedí, por ejemplo, un cupo para mi sobrina en un colegio distrital diferente en el que estaba, para que no sufriera ‘matoneo’, y le ofrecieron uno en el que estudiaba mi hermana, algo ilógico para una persona que en ese momento era una víctima.

La gente cree que ella, por ser la hija de Rosa Elvira, tendrá cupo y beca en una universidad, porque el Estado le está cubriendo todo y no es así, y tampoco lo estamos esperando de esa manera. De hecho, revictimizaron a mi hermana el año pasado. Son cinco años de enfrentarse a cosas que no son justas.

José David Rodríguez
Reportero Sección Bogotá
davrod@eltiempo.com
En Twitter @ashissino85

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