Pese a la reducción en los indicadores de criminalidad, en Bogotá se tiene que seguir trabajando en temas de seguridad para que los ciudadanos realmente se sientan tranquilos, así lo manifestó en la entrevista que le realizó EL TIEMPO al subsecretario de Seguridad y Convivencia, Jairo García.
El funcionario, de 39 años y politólogo de la Universidad de los Andes, fue director de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) durante nueve años y recibió la designación, por parte de Daniel Mejía, para dirigir esta dependencia adscrita a la Secretaría de Seguridad, que está funcionando desde hace un mes.¿La ciudad ya no es peligrosa?
Somos conscientes de que hay grandes retos en violencia y en delincuencia, lo que requiere que estemos de forma permanente trabajando y monitoreando los cambios en las modalidades delictivas, y cómo afectan los diferentes territorios. Ese es el trabajo que se tiene que hacer de forma permanente con la comunidad, por eso es tan importante tener la Secretaría de Seguridad. El tema es como una carabela en la que navegaba Colón, todo el día tenían que sacarle agua, pero el barco se movía, iba en una dirección y llegaba a su destino.¿Cómo fortalecer la seguridad?
Hay que recordar las políticas con las que iniciamos el año y que ha reiterado el secretario Mejía: focalizar el espacio público, que es el principal sitio de victimización; más vigilancia con la estrategia de los 750 puntos calientes, con los cuales hemos tenido resultados positivos. Sigue preocupando el hurto de vehículos y por eso el mensaje tan importante que ha mandado la Fiscalía General de la Nación de no solo judicializar a quien hurta las autopartes o los vehículos, sino también a quien los compra. Y por supuesto se requiere una mejor inversión para tener más capacidades y resultados.¿Qué problemas les preocupaba?
El indicador de victimización de la encuesta de la CCB, que está en un 38 por ciento. El nivel de denuncia, que estuvo en 18 por ciento, lo que reflejaba una falta de confianza en las autoridades. La falta de evaluación de las políticas en seguridad y que se abandonaron los escenarios comunitarios de prevención como las juntas zonales o los frentes comunitarios de seguridad donde se tomaban decisiones enfocadas en las necesidades de los barrios.¿Qué dejan a la ciudad?
Una dirección en seguridad y otra de prevención en cultura ciudadana, para trabajar en control y prevención.
Desarrollamos un plan integral en Seguridad, Convivencia y Justicia que tiene un diagnóstico general de la capital y unos capítulos por localidades con sus estrategias. Además, vamos a formular el plan maestro de seguridad y convivencia que se involucra en el Plan de Ordenamiento Territorial que son equipamientos y tecnología.
Con esos tres mecanismos les dejamos a otras administraciones funcionarios, conocimiento y recursos.
BOGOTÁ
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