El concejal de Bogotá Hollman Morris Rincón es uno de los aspirantes a la alcaldía de Bogotá. Representa a la izquierda radical, fue avalado por el Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), es crítico de la gestión de la actual administración y defensor del proyecto del metro subterráneo. Por ningún motivo está de acuerdo con el metro elevado.
Cuenta que comenzó como reportero distrital en el desaparecido noticiero Kriptón, luego cubrió temas de conflicto armado, después llegó a la gerencia de Canal Capital en la administración del exalcalde Gustavo Petro. Y recuerda que, cuando intentaron tumbar al mandatario, tomó la decisión: “Jamás me imaginé que terminaría haciendo política”.
En la entrevista con el programa Arriba Bogotá del canal Citytv, Morris opinó que los indicadores sociales en el Distrito están por el piso. Y culpa a las troncales de TransMilenio que están en el Plan de Desarrollo de la administración del alcalde Enrique Peñalosa.
“Hay un descuido total en la política social. Bogotá va para la ciudad de la furia, va perdiendo dignidad”, apuntó el político en la entrevista que se emitió en la mañana de ayer.
Según las cifras oficiales, el índice de pobreza multidimensional en el 2018 fue de 4,3 por ciento, es decir que se redujo en 1,6 puntos con respecto a la medición del 2016, el punto más bajo de su historia, de acuerdo con la información dada a conocer por la alcaldía de Bogotá, después de las mediciones oficiales del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Como se informó en su momento, este índice mide cinco dimensiones, que son educación, niñez y juventud, trabajo, salud y vivienda, a través de 15 indicadores.
Morris dijo que difiere de esas cifras y advierte que durante el gobierno de Petro la revolución social fue haberla llevado a 4,7 por ciento. “Bogotá Humana recibió la ciudad en 12,1 y la redujimos en 8,7. Se la dejamos a Enrique Peñalosa en 4,7. Y Peñalosa la aumentó a 5,9. Luego la baja a 4,8 y este año a 4,3, es decir, casi lo mismo que como se la entregamos”, dijo el aspirante.
Al preguntarle sobre su propuesta de llevar a Bogotá a ser una ciudad del primer mundo, lo que promete Morris es alcanzar un producto interno bruto del 7 por ciento de crecimiento. A su juicio, la obra por excelencia que va a impulsar a la ciudad para alcanzar ese nivel es el metro subterráneo.
Asimismo, considera que el producto interno bruto (PIB) cayó de 4,8 en el 2015 a 1,7 en 2018.
“Nosotros decimos que hay que despegar la economía de Bogotá y –eso lo saben los economistas– va ligado a la obra pública. Y la gran obra pública por excelencia va a ser el metro subterráneo como eje estructurador de un sistema multimodal. Y eso debe ser ya o ya para pasar a la ciudad del primer mundo”, dice.
Esta posición radical de Morris lleva a pensar que muy probablemente no logrará un acuerdo con las otras fuerzas de centroizquierda, como la de Claudia López, quien ha señalado que si el metro elevado queda firmado, lo sacará adelante, aunque tratará de hacerlo subterráneo en la troncal de la Caracas.
Al consultarle sobre el fallo de la Corte Constitucional que desató una polémica en todo el país por la interpretación de poder consumir licor y otras sustancias alucinógenas en espacios públicos, el aspirante señala que el alto tribunal obró bien “manteniendo lo que dice y dicta la Constitución del 91, respetando el libre albedrío de los ciudadanos”.
Considera que el problema es que no se sabe cuáles son los “grandes carteles de la droga” que operan en la capital. Advierte que ni en la entrada norte ni en la sur de la ciudad, la Policía ha incautado ni un solo cargamento de cocaína.
Al respecto, dice que hay que combatir a las bandas del microtráfico y tratar al consumidor como un problema de salud pública. “Hay que buscar sitios de consumo, hay que buscar que en determinados sitios se consuma, pero la prohibición, (es decir) el ver al consumidor como delincuente, eso nos va a traer muchos más problemas”, precisó el aspirante a la alcaldía de Bogotá.
Sobre ciudad digital dijo que hay que fortalecer la fibra óptica de la ETB. Y para los jóvenes, prometió un bono para que lo gasten en visitas a museos, conciertos, y una fuerte inversión en arte, cultura y educación, en el marco de una Bogotá de libertades y de paz.
BOGOTÁ
Twitter: @BogotaET
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