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Bogotá

‘Al barrio Unir, en Engativá, nadie puede entrar después de las 8 p. m.’

El barrio Unir está escondido entre el humedal Jaboque, el río Bogotá y el barrio Gran Granada.

El barrio Unir está escondido entre el humedal Jaboque, el río Bogotá y el barrio Gran Granada.

Foto:Camilo Castillo / EL TIEMPO

Aunque las cifras de delitos van a la baja, denuncian la llegada de bandas organizadas.

A finales de 2019, las comunidades de los barrios Unir I y Unir II, en la localidad de Engativá, tomaron la decisión de instalar alarmas en algunas cuadras para alertar a los vecinos y a las autoridades sobre hechos delictivos que se estuvieran cometiendo en la zona. Hoy, casi tres años después, el ruido estremecedor del dispositivo puede repetirse hasta cuatro veces al día.

Este en un sector crítico en nuestra jurisdicción por la cantidad de extranjeros y a que esto es prácticamente un barrio de invasión.

“Ese sonido es la evidencia de que vivimos con miedo, la prueba de que la inseguridad se tomó el barrio y la señal de que necesitamos la intervención de las autoridades”, le dijo a EL TIEMPO Edmundo López, habitante del sector que va desde la calle 72F hasta la 77, y entre el humedal Jaboque y el río Bogotá.
Él, como otros habitantes del barrio y de otros sectores aledaños (Gran Granada, Villas de Granada, La Perla, entre otros), denuncia que no hay un solo día en que la delincuencia los deje en paz y que la presencia policial en la zona, como lo denunció este periódico en noviembre de 2021, es insuficiente. De hecho, en diciembre del año pasado, las autoridades fueron testigos directos de la inseguridad cuando un grupo de uniformados de la Policía, que adelantaba labores de patrullaje de control y seguridad al sector, fueron recibidos a tiros dentro del barrio.
“Este en un sector crítico en nuestra jurisdicción por la cantidad de extranjeros y a que esto es prácticamente un barrio de invasión. En ocasiones, en medio de operativos, nos han recibido con disparos desde las terrazas”, señaló en aquel momento el subcomandante de policía de Engativá, el mayor Miller Rojas.
Días después, Diego Alejandro Pérez, un joven de 23 años, fue asesinado por dos atracadores cuando se opuso a un atraco en el mismo sector donde habían despojado de sus pertenencias a un grupo de vacunadores que realizaban una campaña de inmunización.
En varias grabaciones se observa a personas robándose el mobiliario público.

En varias grabaciones se observa a personas robándose el mobiliario público.

Foto:Archivo particular

Estos tres hechos se suman a una larga lista de denuncias realizadas por la comunidad y que van desde atracos y hurtos a residencias y al mobiliario público hasta homicidios.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad, en la jurisdicción de Villas de Alcalá (de las que hacen parte los dos sectores del Unir), el delito en la zona va a la baja. El hurto a personas (-2,54 %), de celulares (-27,1 %), de automotores (-81,2 %), de bicicletas (-16,6 %) y residencias (-35,7 %) disminuyó de 2020 a 2021.
Para López, esto puede tener su explicación en la desarticulación de bandas que fueron anunciadas durante los últimos consejos de seguridad realizados por el Distrito en la localidad, pero sostiene que el problema está tan enquistado y hay tantas personas que no denuncian que “es difícil que el avance se note en las calles”.
“Acá los taxistas, los conductores de aplicaciones y los domiciliarios saben que si entran después de las 8 de la noche es mejor que se preparen para salir sin su vehículo. Después de esa hora nadie puede entrar (...) Y uno puede ofrecerle a cualquier conductor hasta tres veces la tarifa normal y ellos no aceptan porque esto es zona roja y nadie quiere terminar aquí”, señaló López.

Se han venido realizando, junto con Policía de Engativá, la Secretaría de Seguridad y el Ejército Nacional, planes baliza, patrullajes mixtos, bici recorridos por el borde del canal

La alcaldía local de Engativá señaló que realiza acciones para atender dichas denuncias. "Se han venido realizando, junto con Policía de Engativá, la Secretaría de Seguridad y el Ejército Nacional, planes baliza, patrullajes mixtos, bici recorridos por el borde del canal. Se está gestionando Policía de Carabineros para que realicen rondas por el río Bogotá y la alameda que bordea Gran Granada y Unir. Adicionalmente de esos patrullajes y acciones, desde la alcaldía se le ha solicitado a la policía la posibilidad de tener varios CAI móvil a lo largo del territorio de la localidad, pero quien define la disponibilidad del CAI es la Policía Nacional ya que esto demanda un servicio de personal que debe ser generado por el comandante de la estación", explicaron.
Adicionalmente, señalan que se le hará una solicitud al Distrito para revisar con la comunidad la posibilidad de desarrollar una 'red cuidadana' en el sector.
Para María Martínez, líder comunal, los problemas del barrio tienen su origen en dos factores: la ubicación y el poco respaldo de las autoridades. “Cuando este proyecto se ideó, tenía como fin atraer trabajadores e inversión, hoy es un conjunto de casas donde funcionan decenas de negocios que no deberían existir en una zona residencial”, señaló.
Los barrios Unir y Unir II fueron construidos en 1993 y legalizados parcialmente 26 años después. Hoy la situación es más crítica debido a la falta de vías y de servicios básicos y a la llegada de personas que utilizan la fachada de recicladores para delinquir.
“El problema es que ellos no delinquen allá, y terminan trasladándose a otros sectores. Nosotros hemos identificado personas que vienen desde Unir para robarse el mobiliario público y después venderlo por chatarra o en las bodegas de reciclaje”, denunció un residente del barrio Gran Granada, quien pidió no revelar su nombre.
Los 'motoladrones' también hacen presencia en la zona.

Los 'motoladrones' también hacen presencia en la zona.

Foto:Archivo particular

En varios videos de vigilancia a los que este periódico tuvo acceso se observa el modus operandi de los delincuentes, quienes, según los vecinos, se trataría de una banda organizada que controla el tráfico de drogas y el negocio del reciclaje. “Delincuentes, que se hacen pasar por trabajadores llegan en carretas en la noche o madrugada y con herramientas se roban tapas, cables, tuberías, canecas y hasta puertas. (...) También son responsables de varios atracos a mano armada”, explicó.
Para intentar solventar la situación, la comunidad gestionó junto con el CAI Villas de Granada (el cual tiene que atender más de ocho barrios) la creación de un frente de seguridad en Gran Granada. “Pensar en algo así para Unir es casi imposible porque la gente tiene miedo y así es difícil organizarse”, explicó la líder comunal.
“Nosotros necesitamos un CAI en la frontera entre Unir y Gran Granada, esa es la propuesta que hemos realizado en los consejos de seguridad de la localidad”, dijo Martínez , quien coincide con el residente de Gran Granada en la importancia de no tener que depender del CAI de Villas.
REDACCIÓN BOGOTÁ
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