Un sofisticado sistema para camuflar cocaína quedó al descubierto durante una operación adelantada por la Policía Antinarcóticos en el barrio Modelia, en el occidente de Bogotá. En una casa de ese sector residencial se encontró un laboratorio para elaborar tallos de flores, especialmente de rosas, y ocultar allí la droga.
“Los pitillos verdes cargados de clorhidrato de cocaína estaban amarrados a los tallos originales y casi que pasaban desapercibidos, porque ante el escáner se veían sólidos, y en aspecto, parecían naturales”, contó el subdirector de Antinarcóticos, coronel Ricardo Alarcón.
El oficial señaló que llegaron a la casa por una investigación que venía desarrollando la dirección judicial de Antinarcóticos desde hace tres meses, y que tenía que ver con una red de narcotraficantes que enviaba cocaína a Europa a través de flores tipo exportación.
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Los investigadores de Antinarcóticos, en su trabajo de campo, hablaron con varios de los vecinos en Modelia, que les advirtieron de su molestia por el constante ruido, en especial en horas de la noche, que se originaba en la vivienda.
“Era el ruido que las prensas hidráulicas hacían al camuflar la cocaína en los estrechos tubos de plástico que eran reemplazados por los tallos de las rosas, con tal precisión que homologaban el peso real de la flor”, resaltó el coronel Alarcón.
En el lugar, además, se ocultaba el alcaloide entre las paredes de cada caja de cartón en delgadas placas de cocaína, que se compactaban en las prensas hidráulicas para que la caja no perdiera ni su forma ni su consistencia.
En la casa fueron capturados una mujer de 74 años y un hombre de 45, quienes quedaron vinculados al proceso por fabricación, porte y tráfico de estupefacientes. En la vivienda se logró ubicar una agenda, que es evaluada por los investigadores, ya que en ella aparecían escritos varios nombres y antecedentes que evidenciaron que las flores estaban siendo enviadas desde el aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá hasta Ámsterdam, la capital de Holanda, bajo la modalidad de carga.
El coronel Alarcón señaló que durante las inspecciones al inmueble, los uniformados lograron la incautaron de 47 kilogramos de clorhidrato de cocaína y 20 millones de pesos en efectivo, que quedaron bajo custodia del ente judicial, la Fiscalía.
El miércoles en la noche, los policías antinarcóticos detectaron en el área de carga del aeropuerto de Bogotá, un cargamento de 50 cajas de rosas.
Las cajas fueron inspeccionadas y se logró la incautación de 22 kilos de cocaína que iban para Holanda y que habían sido embalados en la casa allanada en el barrio Modelia.
Ahora la investigación se ciñe en localizar a los jefes de la red en Colombia y a los involucrados en el exterior para la recepción de la droga y su posterior distribución y comercialización. En Holanda, un kilo del alcaloide puede costar cerca de 30.000 euros.
BOGOTÁ
