En Cucunubá se realizó el sepelio de 4 de los 13 mineros que murieron por la explosión dentro de una mina en la vereda Pueblo Viejo de ese municipio al norte de Bogotá.
Durante el lunes festivo, unas 1.000 personas le dieron el último adiós a 4 de los 13 mineros que fallecieron tras la explosión del viernes en una mina subterránea de carbón, que se ubica en la vereda Pueblo Viejo, de Cucunubá, en Cundinamarca, a 90 kilómetros de Bogotá.
Unas 1.000 personas asistieron a las honras fúnebres.
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Héctor Fabio Zamora
La ceremonia fue presidida por el monseñor Héctor Cubillos Peña, arzobispo de Zipaquirá, que congrega a las poblaciones de la provincia de Ubaté, lugar en el que ocurrió la tragedia.
“Mi hija está destrozada, es una tragedia muy difícil de asimilar tan pronto para nosotros”, indicó Nancy Rojas, suegra de Ferney Calderón, uno de los mineros que perdió la vida en la mina La Guasca, donde ocurrió el estallido.
Los cuerpos de las víctimas habían sido entregados el sábado en la noche y se programó un sepelio colectivo en Cucunubá con los mineros nacidos en esa población.
Mientras que los otros fueron llevados por sus familias a sus municipios de origen, en su mayoría pertenecientes a la misma provincia cuya principal actividad económica es, precisamente, la explotación del carbón.