Ermilda Tunay Sintua, de 36 años, y su hija Sara Camila García Tunay, de un año y nueve meses, miembros de la comunidad emberá asentada en la UPI La Florida, fallecieron este martes en horas de la noche tras ser arrolladas por un camión en la vía Funza–Siberia.
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De acuerdo con el relato de los miembros de la comunidad, Ermilda estaba embarazada y en el momento del accidente llevaba a su hija de un año sobre su espalda. La mujer se dirigía hacia la Unidad de Protección Integral del parque La Florida, tras pasar la tarde en inmediaciones del centro comercial Portal 80 consiguiendo alimentos.
"La señora venía del Portal 80 e iba a cruzar hacia el otro lado, en ese momento el carro de basura la estrelló. (...) El año pasado hubo cuatro accidentes, lo que pedimos es que nos garanticen una ruta porque estamos muy lejos, la comida no es suficiente y nos toca salir a buscar", señaló una mujer emberá en Arriba Bogotá.
Integrantes de las comunidades indígenas indicaron que la mujer llevaba cerca de dos meses en este espacio, al que había llegado de manera voluntaria tras pasar varios días en el parque Nacional.
"Ella salía casi todos los días con su niña. Es problema es que el camino para llegar a la calle 80 es muy largo y peligroso, entonces caminaba hasta Siberia, pero por la vía destapada. De regreso siempre le tocaba cruzar la avenida principal", le dijo a EL TIEMPO uno de las personas que habita la UPI.
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Recordemos que desde hace dos meses miembros de varias comunidades indígenas pasan los días en la UPI La Florida, sitio ubicado entre Engativá y Funza. El lugar fue habilitado por el Distrito mientras la Unidad para las Víctimas coordina su reubicación.
En el último reporte, 160 indígenas de la comunidad emberá fueron trasladados del parque Nacional a la Unidad de Protección Integral La Florida. De acuerdo con la Secretaría de Gobierno, las 40 familias decidieron reubicarse en este espacio de manera voluntaria. Este grupo de personas se unió a otras familias que ya se encuentran habitando las instalaciones del Idipron y que están a la espera del retorno a sus regiones.
Pese a esto no se conoce la cifra exacta de personas que habitan este espacio en el occidente de Bogotá, pues, según la misma comunidad, muchos miembros suelen dejar la UPI para pasar la noche en otros sectores de la capital.
Los líderes emberá que se encuentran en el parque Nacional se refirieron al caso. “Exigimos una respuesta de las instituciones y de la Alcaldía Mayor para evitar que se produzcan más muertes. Según el Distrito, ese es el lugar con garantías que nos ofrecen. Desde la minga del parque Nacional hacemos el llamado para que exista igualdad de derechos”, expresó Rafael Arbeláez, integrante del pueblo cubeo.
REDACCIÓN BOGOTÁ