En un video que se hizo viral en las redes sociales se observa cuando tres personas ingresan a la estación Calle 22 de TransMilenio (TM) una nevera, pero lo más paradójico de esta historia que causó indignación entre la gente es que no es la primera vez que este tipo de electrodomésticos se transportan en este medio.
En una foto publicada hace unos meses se ve a otros usuarios movilizando en una estación otra nevera. A esto se suman colchones, cajas repletas de mercado, sillas de comedor y paquetes que sobrepasan los límites permitidos en el manual del usuario, los cuales no pueden exceder los 60 centímetros por ninguno de sus costados (página 14, punto 4).
Pero por si fuera poco, a este comportamiento hay que agregarle el de la evasión del pasaje, tal y como quedó registrado en una imagen en la que se ve a dos mujeres que, con la ayuda de un hombre que está dentro de una estación, ingresan un coche con una menor de edad en él a través de una de las puertas laterales, poniendo en riesgo sus vidas. Y no se puede pasar por alto el caso del usuario irresponsable que al salir de manera ilegal del sistema y brincar las barreras de control quedó atrapado en las varillas. Otro caso fue el de una mujer que en el 2016 fue grabada mientras orinaba dentro de uno de los buses.
Para los expertos y autoridades consultadas por EL TIEMPO, este tipo de conductas dejan en evidencia la pérdida de la cultura ciudadana, el irrespeto por TM y por lo que se considera público en la ciudad.
Que sea un transporte público no significa que pueda ingresar una persona bajo los efectos del alcohol, con olores nauseabundos, con objetos extralimitados en tamaño
“Que sea un transporte público no significa que pueda ingresar una persona bajo los efectos del alcohol, con olores nauseabundos, con objetos extralimitados en tamaño o que representen riesgos para otros. Que sea público no significa que puedo comer, ingresar sin pagar o generar prácticas que afecten a otros”, asegura Edder Velandia, experto en movilidad sostenible de la Universidad de La Salle.
En lo que va corrido de este año, la Policía de TransMilenio ha sancionado a 194 personas por llevar este tipo de elementos, con un comparendo por 883.000 pesos.
Cuando se les pregunta a las autoridades y a TransMilenio si se perdió la batalla contra estas conductas, aseguran que no, y señalan que esto es más un problema de conciencia ciudadana y es muy complejo tener un policía cuidando a cada uno de los usuarios.

En la imagen se puede observar cómo algunos usuarios llevan colchones dentro del bus.
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TransMilenio mueve hoy cerca de 2,5 millones de personas al día y cuenta con 722 uniformados, entre auxiliares y profesionales, para atender 138 estaciones y nueve portales.
La mayor Paola Barrera Gómez, subcomandante de la Policía de TM, dijo que este tipo de comportamientos son un tema ciudadano que se alimenta de la falta de pertenencia por lo que tenemos. “Es complejo que la Policía solucione un tema social. No se puede estar vigilando uno a uno a los usuarios. Falta que el ciudadano se comporte de manera adecuada”, asegura la oficial.
Sobre esto, TM sostiene que la cultura ciudadana es una prioridad para esta administración, pero para fortalecerla es necesario contar con un ejercicio de corresponsabilidad por parte de los usuarios.
Ómar Oróstegui, director del programa Bogotá Cómo Vamos, va un poco más allá y asegura que no se puede reducir el tema a la falta de cultura ciudadana, es necesario aplicar el Código de Policía, que contempla más de 16 comportamientos contra la convivencia en el transporte público. “La Policía debe fortalecer su intervención en este transporte. Los comportamientos inadecuados son repetitivos a pesar de que existen los mecanismos de sanción”, agregó.
La investigadora y experta en cultura ciudadana y cambio cultural Andrea Ramírez opinó que no hay quien le diga a quien comete una falta de estas que esto no se debe hacer, porque en TransMilenio la gente no tiene capacidad para hacer regulación, y a esto se suma que muchas veces es por la falta de respaldo de las autoridades.

Una nevara es movilizada dentro de una las estaciones del sistema.
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Cifras de la Policía indican que entre enero y marzo del 2019 se impusieron 22.300 comparendos en todo el sistema. De estos, 9.273 son por colarse y 4.565, por portar armas blancas.
Usuarios del sistema también rechazaron la polémica acción de transportar la nevera. “Esto es incómodo porque reduce el espacio para que la ciudadanía se desplace de forma normal y segura”, manifestó José Jiménez, estudiante universitario.
Laura Polanco, profesora de inglés, dijo que para llevar esta mercancía se debería buscar un transporte que no vaya a incomodar a los ciudadanos, y lo más adecuado no es TransMilenio.
Sobre el paradero de las personas que llevaban el electrodoméstico, la Policía del sistema aseguró que no sabían si habían abordado un bus o en qué estación se habían bajado.
John Cerón
@CeronBastidas
johcer@eltiempo.com
Redacción Bogotá
EL TIEMPO
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