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Después de siete años sigue la tragedia por un desalojo en Cedritos
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La constructora que generó los daños con un nuevo edificio desapareció.

Foto:

Juan Diego Buitrago

Después de siete años sigue la tragedia por un desalojo en Cedritos

En el 2009, nueve familias fueron evacuadas por los daños que les ocasionó una constructora.

 Las nueve familias que vivieron durante 20 años en el edificio Benavides de Cedritos (calle 145 con carrera 21), hoy en ruinas, y que fueron desalojados en el 2009, aún no salen de su pesadilla. Todos viven en arriendo o tuvieron que acudir a sus familiares para encontrar un nuevo techo después de haber tenido una vivienda propia. Lo más dramático
es que la constructora que generó el problema ya no existe.

Varias personas que viven a los alrededores del edificio le manifestaron a EL TIEMPO ZONA su preocupación por el estado de la estructura, y creen que debería ser derribado; pero pocos conocen que el edificio Benavides es la prueba de un proceso judicial de más de siete años contra la constructora Falla y Delgadillo y CIA LTDA, la cual desapareció su razón social, después de ser demandada por los dueños de los apartamentos.

“A mediados del año 2008 comenzó la levantarse una torre de nueve pisos al lado del edificio Benavides, la obra no respetó las normas construcción, pues no hizo un muro de separación, ni dejó un espacio entre la nueva edificación y nuestro conjunto de cinco pisos”, afirmó Filomena Díaz, propietaria de uno de los apartamentos.

Díaz aseguró que después de llevar 20 años viviendo en el edificio Benavides, de un día para otro, comenzó la construcción de la torre Myosotis por parte de la constructora Falla y Delgadillo, sin un acta vecinal previa que les informara sobre las características de la nueva edificación.

“A medida que la obra iba avanzando comenzaron a aparecer grietas gigantes en los apartamentos; intentamos en ese momento que las entidades detuvieran los trabajos, pero nadie nos puso atención. Un día llegué de laborar y vi que una de las ventanas de mi sala estaba llena de ladrillos. Lloré mucho ese día, porque construyeron atropellándonos”,
recuerda, con tristeza, Díaz.

Antes de que los apartamentos de la nueva construcción fueran entregados, a finales del 2009, los residentes de Benavides fueron desalojados. El 27 de mayo del 2009 llegó el entonces Fondo de Prevención y Atención de Emergencias (Fopae), ahora Idiger y los hizo evacuar. La entidad les dijo que el edificio podría colapsar y debían salir inmediatamente.

“Todos dejamos cosas dentro de las casas. En 20 años construyes una vida, era imposible llevarnos todo de un día para otro. El edificio lo cercamos nosotros mismos para que no se robaran nada, pero lo han desvalijado. Yo tengo 60 años y ahora vivo en arriendo con la ayuda de mis hijos”, afirmó Liliana Molano, propietaria del apartamento 302.

En el año 2012, se encontró a la Constructora Falla y Delgadillo infractora del Régimen de Urbanismo y Construcción de Obra, mediante la resolución n.° 00179 del 25 de octubre del 2012 del Consejo de Justicia del Distrito; y en el proceso, que se encuentra abierto, se determinó que hubo negligencia de la entonces Administración de Usaquén y la Curaduría 2.ª por no verificar el cumplimiento de las normas.

A pesar de esto, las familias de Benavides siguen sin saber quién les responderá por los apartamentos que alguna vez tuvieron, y en el caso de Myriam Galvis, quien adquirió la propiedad un año antes de la tragedia, debe seguir pagando el crédito que adquirió a 20 años con el Banco Caja Social, por 106 millones de pesos para completar los 180 millones de pesos que le costó la vivienda.

“De esos 106 millones de pesos hemos pagado cerca de 130 millones y aún debemos casi 110 millones. Ahora, pago arriendo y una cuota mensual de $ 1’300.000. El seguro hipotecario tampoco me ha respondido, dice que los daños
de mi apartamento los ocasionó un tercero”.

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El edifio está inhabitable y los objetos que quedaron en su interior fueron hurtados. Juan Diego Buitrago/ETCE

Foto:

EL TIEMPO ZONA intentó comunicarse con la abogada que defendió a la constructora Falla y Delgadillo, pero afirmó que no tenía autorización para revelar los nombres de los propietarios de la desaparecida constructora y no se refirió al caso del edificio.

Por su parte, la actual alcaldía de Usaquén, afirmó que este caso es un proceso que se encuentra en la inspección primera de Policía y existe una orden de demolición que, hasta ahora no se ha cumplido, pues según la entidad, esta es responsabilidad de quien construyó el predio efectuarla.

Ante esto, los copropietarios del edifico Benavides respondieron que les parece injusto tener que pagar una demolición, la cual puede costarles hasta 80 millones de pesos.

Vanessa Perea Bonilla
Redacción EL TIEMPO ZONA

vanper@eltiempo.com

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