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Diego Becerra: 10 años después cayó el autor de crimen, ¿qué ha pasado?
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Diego Felipe Becerra: 10 años después, el proceso continúa
Diego Felipe Becerra

Néstor Gómez

ESPECIAL

Diego Becerra: 10 años después cayó el autor de crimen, ¿qué ha pasado?

Esta es la cronología del proceso judicial por el asesinato del joven grafitero en Bogotá en 2011.

Gustavo Trejos es capaz de recitar de memoria las fechas claves del expediente que se ha tejido, durante 10 años, en el caso de su hijo, Diego Felipe Becerra: el joven grafitero de 16 años asesinado por un patrullero de la Policía el 19 de agosto de 2011 en la calle 116 con avenida Boyacá, en el norte de Bogotá.

(Lo último: Seis nuevas condenas por el caso del grafitero Diego Felipe Becerra)

Este año, Trejos agregó una fecha más a su lista, quizá una de las que más esperaba: el 22 de agosto de 2021, Wilmer Antonio Alarcón Vargas, el policía condenado a 37 años por el homicidio de Diego Felipe y prófugo desde 2016, fue capturado en Yopal (Casanare).

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EL TIEMPO, de la voz de Gustavo Trejos*, hoy representante legal de la Fundación Trípido y Director del Observatorio de Conflictividad y Derechos Humanos de la Alcaldía de Bogotá, reconstruye la versión de las víctimas de la cronología de un caso de violencia policial que no termina con esta captura. Esta semana comienza una nueva etapa en el proceso judicial.

(Caso grafitero: 22 años de prisión a excomandante de Policía de Suba)

2011: el crimen

"El 19 de agosto de 2011, compramos una caja de pinturas en el centro de Bogotá, luego almorzamos. Felipe quería comprar unas boquillas, pero no las encontramos. Llegamos en la noche… Yo tenía unas boletas de cine y me dijo que no, que fuera con mi señora, yo las guardé y me fui a recogerla.

Él se quedó en la casa y después de eso llegó un amigo y salieron sobre las 7 p. m ... Cuando llegamos, me llama un amigo que estaba con él y me dice: ‘A Felipe lo hirieron. Lo hirió un Policía’. A las 11 p. m. llegamos a la calle 116 con avenida Boyacá. Lo recogimos (al amigo), nos dijo que (Felipe) posiblemente estaba en la Clínica Shaio y cuando llegamos, había mucha policía, eran como 12 o 15 en la entrada.

(Confesión sobre manipulación: ¿opción para expolicía que mató a grafitero?)

Diego Felipe Becerra fue asesinado en el 2011 por policías, dice la Fiscalía.

Foto:

Archivo particular

Cuando íbamos a ingresar, el amigo de Felipe señaló al policía y le dijo ‘usted fue el que le disparó’. Ellos (la Policía) en vez de detenerlo, le contestaron ‘Y si fue así, ¿qué?’ y se retiraron. Nosotros entramos, el médico nos preguntó qué estaba haciendo Felipe, porque tenía las manos azules. Le dijimos que estaba pintando grafiti y luego nos contó que había recibido un impacto en la zona lumbar derecha, y que tenía otro orificio en el hombro izquierdo. Entonces, cuando dijo que tenía un tiro en la espalda, yo pensé que iba a quedar inválido. Pero al hombre se le aguaron los ojos y nos dijo que Felipe había fallecido.

(Lea: La escena del grafiti en Bogotá cambió después del asesinato de 'Trípido')

(Esa misma noche) Fuimos a la escena del crimen a buscar si había sangre. Solo habían acordonado una parte y no había sangre. Cuando llegué a la esquina, estaban tres coroneles y el abogado, y en la otra esquina había un teniente, seis policías y dos abogadas. Les estaban diciendo que no se preocuparan, que no fueran a titubear cuando les dijeran algo.

Me presenté. Había un agente de CTI tomando fotos. Y luego me fui.

Cuando regresé a la clínica, un agente me dijo: ‘¿Usted tiene armas?, ¿los amigos de Diego Felipe tienen armas?’ Le dije que no y le pregunté por qué me preguntaba eso. Y me dijo: ‘Apareció un arma en la escena del crimen’. Nos enteramos que estaban alterando la escena, se reportó a una fiscal y empezó el proceso.

Gustavo Trejos, representante legal de la fundación Diego Felipe Becerra.

Foto:

Juan Diego Cano. EL TIEMPO

Eso fue un viernes, el sábado nos entregaron el cadáver, el domingo fue la velación, el lunes fue el sepelio y el martes los jóvenes organizaron un plantón en la sede de la Policía Metropolitana de Bogotá.

(Ingrese al especial: Así está la movida de grafiti y arte urbano en Bogotá)

Cuando íbamos para la Policía, me llamó Vicky Dávila. Me dice: ‘Gustavo, tenemos el testimonio de unos pasajeros que estaban siendo hurtados por su hijo’. Y me pasaron un testimonio, era la voz de un man (sic) contando que eran tres jóvenes, una mujer, daban muchos detalles. Cuando terminó, me dijo: ‘¿Qué opina don Gustavo?’. Yo le dije: ‘lo único que te puedo decir es que Diego Felipe estaba pintando un grafiti, acá nos toca esperar la investigación’.

(...) Entonces, estábamos ahí (en la Mebog). Nos llamó Patiño (General Francico Patiño Fonseca, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá para ese entonces). Él nos dijo que lo sentía mucho, que nos iban a acompañar y a apoyar. Yo le dije que lo que esperaba es que ‘investiguen’. Le conté que habíamos estado allá, que habían plantado un arma y que a Felipe le habían disparado dos veces. Él nos dijo: ‘¿cómo saben?’ Le contamos que habíamos estado en el hospital. El tipo cambió, teníamos mucha información.

Al final no se prestó ningún acompañamiento por eso…

En noviembre, lloramos cuando el proceso fue llevado a la Justicia Penal Militar. Pero a finales de mes logramos sacarlo de allí”.

(En 2011: Los últimos 240 minutos del joven grafitero)

(En 2011: 'Nunca desviaremos una investigación': Patiño, sobre caso de grafitero)

(En 2011: 'Diego Felipe no manipuló un arma')

(En 2011: Investigan presunta alteración de la escena en muerte de grafitero)

(En 2011: Por caso de grafitero investigan a oficiales)

2012: primeras capturas

“El 7 de febrero de 2012, recibimos otra buena noticia: habían capturado a Wilmer Antonio Alarcón Vargas, el patrullero que asesinó a Diego Felipe. Se le imputaron cargos y fue detenido.

Luego, en julio de ese año, fueron capturadas cinco personas más: el teniente comandante del CAI, Rosemberg Madrid Orozco; el conductor de la buseta, Jorge Narváez; el abogado Héctor Hernando Ruiz, y dos policías más”.

(En 2012: Fiscalía habría pedido investigar a excomandante de Policía de Bogotá)

(En 2012: Padre del joven grafitero denuncia que fiscal ha recibido amenazas)

2013: más detenciones

"En 2013 fueron capturados otro coronel y los dos policías que llevaron el arma a la escena del crimen. En total fueron 13 personas vinculadas al proceso":

- El patrullero Wilmer Alarcón.

- El coronel José Javier Vivas, subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá.

- El coronel Nelson de Jesús Arévalo, comandante de la estación de Policía de Suba.

- El coronel John Harvey Peña, subcomandante de la estación de Policía de Suba.

- El teniente Rosemberg Madrid, el comandante del CAI Andes.

- El subintendente Juan Carlos Leal, del CAI Alhambra.

- El subintendente Nelson Giovanny Tovar.

- Los patrulleros Fleiber Zarabanda, Nelson Rodríguez y Fredy Navarrete.

- El abogado Héctor Hernando Ruiz.

- El conductor de la buseta, Jorge Narváez y su esposa, Julia Mahecha; testigos falsos.

(En 2015: Libre abogado implicado en el caso del grafitero)

(En 2015: Policía acepta cargos en caso del grafitero Diego Felipe Becerra)

2016 - 2018: obstáculos

“El 19 de agosto de 2016, logramos la condena del patrullero Wilmer Alarcón. Pero el día que lo condenaron a 37 años de cárcel, lo dejaron libre. El juez aplazó la audiencia tres días y el tipo desde ese momento está prófugo.

Esa fue una condena para pegar en la pared. No se sabe nada de él...*

Ese mismo año, la Procuraduría General de la Nación absolvió al coronel Nelson de Jesús Arévalo, al teniente y a seis policiales por el proceso disciplinario. Pero nosotros apelamos, entutelamos y esa tutela salió favorable en 2017. Obligaron a la Procuraduría a devolver el proceso a la etapa de análisis de pruebas y tomar una decisión nuevamente. En 2018 logramos la destitución del coronel y de seis policías”.

(En 2016: Procuraduría destituyó por 12 años a tres policías por caso grafitero)

(En 2017: Condenan a testigo clave en caso del grafitero Diego Felipe Becerra)

(En 2018: Inhabilitan y destituyen cinco uniformados por muerte de grafitero)

2020 - 2021:  dilaciones

“Justo ahora, hay dos procesos penales adicionales. Uno por la alteración de la escena del crimen, un proceso cuyo juicio terminó en diciembre de 2020 y que debía tener un fallo condenatorio en abril de 2021. No pasó... Parece que lo van a dar este 19 de agosto. 10 años después”.

(En 2021: Tribunal confirmó condena al patrullero por crimen de Felipe Becerra)

(En 2021: Capturan a expolicía que asesinó al joven grafitero Diego Felipe Becerra)

Wilmer Alarcón, el expatrullero que cometió el asesinato, fue condenado en 2017 a 37 años y 6 meses de prisión. El gato de 'Trípido' se convirtió en un ícono en la ciudad.

Foto:

Mauricio León / El Tiempo

Sin embargo, ese fallo no se dio. El 19 de agosto de 2021, Bogotá estaba a la expectativa del fallo: se jugaba el todo o nada. Pero la audiencia se aplazó, una vez más. La familia teme que ese proceso se dilate hasta llegar a un posible vencimiento de términos el próximo año. Pero, en medio de ese temor, llegó un respiro.

Este domingo 22 de agosto, el CTI de la Fiscalía encontró a Wilmer Alarcón en una vivienda del barrio Llano Lindo en Yopal (Casanare). Sobre Alarcón pesa la condena de 37 años, 6 meses y 1 día de prisión por el delito de homicidio agravado. La condena se dio en 2016 y, en mayo de este año, fue ratificada en segunda instancia por el Tribunal Superior de Bogotá.

En la primera sentencia, el juzgado señaló que hubo una alteración de la escena del crimen y que el homicidio de Diego Felipe no habría ocurrido por una legítima defensa de Alarcón, quien había afirmado que el grafitero supuestamente le había disparado mientras huía tras atracar una buseta.

(Le puede interesar: Grafiti y protesta social en Bogotá: los muros que no callan en el paro)

“Se encuentra demostrada la falla en el servicio, en atención al manejo irregular por parte de los miembros de la Policía Nacional, tanto de la situación en la cual resultó fatalmente herido el joven, como de la posterior alteración de la escena de los hechos para encubrir el uso indebido de la fuerza, que produjo la muerte de Diego Becerra”, dice esa sentencia.

Ahora, lo que vendrá será la audiencia de legalización de captura y, después, Alarcón será trasladado a Bogotá donde el Inpec definirá su lugar de reclusión.

“La captura de Alarcón nos puede servir para los procesos que se vienen más adelante, contra generales que tomaron decisiones en el caso de la alteración del crimen”, le dijo Gustavo Trejos, padre de Diego Felipe, a Citytv este domingo. Sin embargo, él y su esposa, Liliana Lizarazo, piden protección para Alarcón: temen que algo suceda con la ficha clave en los procesos que aún no se cierran.

Cruce de versiones

Durante esta década, los implicados en el caso de Diego Felipe Becerra se han visto inmersos en polémicas, cruces de declaraciones y amenazas. La Policía se sostuvo, en un primer momento, en la versión dada por los uniformados de esa noche, explicación que fue desmentida años después por la justicia.

El 11 de junio de 2013, el fiscal general de ese momento, Eduardo Montealegre, señaló que se manipuló la escena del crimen: “Fue un homicidio agravado, pues no se trató de una muerte propia de actos de servicio por parte del patrullero implicado”. Además aseguró que el caso se trató de un “falso positivo urbano”.

Eso fue ratificado por los exámenes del Instituto Nacional de Medicina Legal que determinaron que en el cuerpo de Diego Felipe no había antimonio, plomo o bario, es decir, no portaba ningún arma.

Pero el proceso también se ha visto ‘manchado’ por las amenazas de muerte contra jueces, patrulleros y la familia de la víctima, algunas ejecutadas. Uno de los hechos recordados fue el atentado en 2016 contra el subintendente Nelson Giovanny Tovar, el uniformado que admitió que entregó el arma con la que se pretendía inculpar a Diego Felipe. En una de sus declaraciones dijo que el patrullero Fredy Navarrete sugirió plantar un arma en la escena del crimen para hacer creer que el disparo del policía fue en defensa propia: “Llegó el patrullero Navarrete en moto de la Policía a preguntar quién tenía de pronto un arma de fuego para colaborarle al compañero (…) yo tenía dudas pero finalmente accedí”.

Wilmer Alarcón Vargas fue detenido por el CTI de la Fiscalía el 22 de agosto de 2021.

Foto:

Fiscalía

En su momento, se conoció que los uniformados tenían una especie de ‘pacto de silencio’. Sin embargo, a medida que se fueron conociendo los hechos, varios de ellos lo rompieron e, incluso, se acusaron entre ellos. El conductor Jorge Narváez, quien sería el ‘testigo falso’ que denunció que el joven había robado una buseta, y el abogado Héctor Ruiz Echeverría, fueron dos de las personas que fueron judicializadas. Ruiz fue dejado en libertad en 2015.

(Además: El grafiti político ha sido protagonista de la historia de Bogotá)

En una de las versiones entregadas por el patrullero Nelson Rodríguez, uno de los señalados de encubrir los hechos, se afirma que Ruiz Echeverría rompió su declaración inicial, en la que negaba la existencia de un arma en el lugar donde murió el joven, y que lo presionó a cambiarla para evitar “un escándalo” contra la institución.

La familia de Diego Felipe ha seguido de cerca el minuto a minuto del caso y ha pedido en los tribunales protección para testigos. En estos años, ha habido tres condenas contra los patrulleros destituidos Freddy Navarrete (a 48 meses), Nelsón Rodríguez (a 60 meses) y el subintendente Nelson Giovanny Tovar, quienes aceptaron colaborar con la justicia. Estas se suman a la emitida en contra de Wilmer Alarcón.

En 2018, la Procuraduría destituyó e inhabilitó, en segunda instancia, a cinco uniformados, entre ellos, el comandante de la estación de policía de Suba, coronel Nelson de Jesús Arévalo Rodríguez, y el del CAI Andes, subteniente Rosemberg Madrid Orozco.

Habló padre de Diego Felipe BecerraGustavo Trejos se pronunció sobre la captura del expatrullero Wilmer Alarcón Vargas.

Padre de Andrés Felipe Bcerra habla de la captura. 

Foto:

EL TIEMPO

Los muros no callan

Liliana Lizarazo mantiene la habitación de su hijo intacta. En las paredes, están sus trazos, las huellas del aerosol y las pinturas.

“Es un sitio donde siento la conexión con él. Las paredes son la esencia de lo que él era en vida, alegre, lleno de colores, con ese sentimiento de amor, de paz, toda esa energía positiva. Esa energía la transfieren las paredes… Aquí yo vengo y siento que todos los días tengo que luchar por la justicia y la verdad. Creo que si yo hubiera cambiado este cuarto, me habría olvidado de la misión que tengo en la vida”, dice Liliana.

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Adriana Lizarazo y Gustavo Trejos, padres de Diego Felipe Becerra. El cuarto del joven sigue intacto.

Foto:

Édgar Sebastián López / EL TIEMPO

Y no son solo las paredes de ese cuarto. La huella de Diego Felipe está viva en Bogotá: 'Trípido', como era conocido este joven en la escena del grafiti’, se transformó en forma de 'Gato Félix', que es hoy un ícono en Bogotá. Está plasmado por todo el puente de la calle 116 con avenida Boyacá y ha sido replicado, una y otra vez, en distintos muros de la ciudad.

(Vea el especial Grafiti: críticos con arte renuevan la ciudad)

“Si usted me pregunta cómo ha cambiado nuestra vida en los últimos 10 años, le diría esto: somos ingenieros y, antes de todo, teníamos una vida enfocada a pensar en la educación de Diego Felipe. Al morir, todo cambió, nos dedicamos a buscar justicia y a ayudar a otras víctimas de abuso de autoridad. Creamos el Museo al Aire Libre ‘Todas las Vidas Valen’ en el puente de la avenida Boyacá con calle 80 e hicimos otro más en la avenida Villavicencio con Autopista Sur. Son 13 mil metros cuadrados de grafiti y 110 víctimas plasmadas”, cuenta Trejos, quien, junto a su esposa, preside la Red Contra Abuso de Autoridad y la Fundación Trípido, dedicada al apoyo y protección del arte urbano en Bogotá.

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El museo está ubicado en el puente de la av. Boyacá con calle 80.

Foto:

Óscar Murillo / EL TIEMPO


Hoy, Diego Felipe tendría 27 años y, seguramente, miles de metros cuadrados pintados por Bogotá. No llegó a hacerlo con sus propias manos, pero marcó un hito en la historia del arte urbano de la capital. 'Trípido' sigue presente en los muros, puentes y edificios, en esos lugares donde le apasionaba plasmar la realidad y aprender de sus colegas, y en donde le quitaron la vida hace una década. Su esencia se mantiene y se percibe. Las generaciones de nuevos artistas conocerán sobre su legado.

*La entrevista a Gustavo Trejos se hizo a principios de agosto. Para ese entonces, no se sabía el resultado de la audiencia el 19 de agosto ni que el 22 de agosto sería capturado William Alarcón.

EL TIEMPO

• Con reportería de Óscar Murillo Mojica, periodista de sección Bogotá, y de José Chinchilla, periodista de Citytv.
• Reconstrucción de archivo de prensa: Ana Puentes y David Alejandro López Bermúdez.

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