El próximo 10 de julio se darán a conocer los prepliegos de lo que será la nueva licitación de aseo para Bogotá.
Después de varios intentos por consolidar una propuesta, ya están dadas las condiciones para una licitación que busca poner fin a una regulación que se quedó en el viejo esquema de recoger basura y barrer calles, con presiones de diferentes sectores, más del 40 por ciento de los recicladores sin formalizar y cerca de 7 millones de toneladas que a diario van hacia el relleno de Doña Juana.
Así lo informó la directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), Beatriz Elena Cárdenas, quien precisó que espera que en septiembre se publiquen los pliegos definitivos, y si todo marcha según los cronogramas, en febrero del 2018 deben estar adjudicadas las cinco Áreas de Servicio Especial (ASE).
En entrevista con EL TIEMPO, la funcionaria indicó que después de todo este proceso, en un año los bogotanos estarían viendo los nuevos vehículos operando en forma, recogiendo basura de la calle y barriendo los espacios públicos.
Al consultarle sobre cómo se va a controlar la movilidad con los camiones de la basura en las diferentes localidades, Cárdenas dijo que en el nuevo esquema eso cambiará. La operación, explicó, sería así: el camión recolector hace la ruta y luego va a depositar los residuos no aprovechables en un megacompactador con capacidad para recibir hasta 16 toneladas.
En cada una de las áreas especiales se instalarán esos megacompactadores, que, según la información oficial, son sellados, no tienen contacto con el medioambiente y tampoco permiten el acceso de personas.
El objetivo de la Uaesp con esa transferencia es que los recolectores estén en la zona de operación mientras que camiones de gran tonelaje se encargarán de llevar los residuos hasta Doña Juana.
Sin embargo, uno de los temores que existe es que estos puntos se conviertan en zonas críticas, como ha sucedido en otras épocas. Pero la funcionaria respondió que esos mecanismos son modernos, sellados y ambientalmente limpios. “No hay olor, no generan basura, no rezumen lixiviados”, dijo, y recordó que en Bogotá existe un centro comercial que acumula sus residuos con un mecanismo similar, lo que les permite moverlos en horas de baja circulación.
Paralelamente, los operadores tendrán que proponer la instalación de contenedores en puntos claves donde se generan más residuos.
El objetivo de la Uaesp es que la ciudad se vea limpia, ordenada, organizada, y para lograrlo, lo que se plantea es que se instalen estos contenedores en el centro de la ciudad, con dos depósitos: uno para los desechos no aprovechables y otro para que los bogotanos pongan allí los materiales que recogen los recicladores.
“Tenemos un tema de contenedores en zonas que hemos identificado como puntos críticos de la ciudad. Para eso es clave tener un tipo de vehículo que cargue de forma lateral. Eso lo van a poner los operadores. Los contenedores y los vehículos de carga lateral y trasera son un plus en la licitación”, dijo la directora de la Uaesp.
La licitación, que se calcula es del orden de los 5 billones de pesos, es para que los operadores de las cinco zonas se responsabilicen, durante ocho años, por mantener las zonas limpias.
Esto contempla barrido, aspirado y lavado de las zonas públicas, la utilización de bolsas biodegradables y, a su vez, una agresiva campaña pedagógica para que los ciudadanos reciclen en sus hogares.
En este camino, el Distrito trabaja en tres decretos reglamentarios para alcanzar el objetivo de reciclar más y producir menos residuos no aprovechables. El más importante, por ahora, contempla el manejo de las bolsas por colores; la disposición y demás detalles se darán en los próximos meses.
“Hay países que tienen hasta seis contenedores, pero en Bogotá vamos a comenzar con dos, lo aprovechable y no aprovechable, y de ahí en adelante, vamos a ir abriendo la posibilidad de avanzar más en el tema”, dijo la directora.
Hay un asunto que es evidente en las calles y es la manipulación de las bolsas de basura por parte de los habitantes de la calle, que las rompen, se llevan lo que les sirve y dejan el reguero.
En este sentido, descartó la posibilidad de poner una llave, control o candado a los contenedores porque la orden de la Corte Constitucional es garantizar el acceso cierto y seguro a los recicladores.
Por eso es vital, dice, el trabajo que se viene adelantando de la mano de la Secretaría de Integración Social con esa población, con el fin de vincularlos al proceso de aprovechamiento del material y también en la posibilidad de su rehabilitación de las drogas.
Sobre las demoras para sacar adelante este proceso, la funcionaria dijo que el acto administrativo expedido por la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA), en el que se le dio vía libre a las áreas de servicio exclusivo, quedó en firme el pasado 14 de junio. De ahí en adelante hay 8 meses para que el esquema esté regularizado.
“No significa que ese día toda la flotilla va a estar rodando. Hay un periodo de transición, pero lo que sí vamos a garantizar es que las áreas estén limpias”, precisó la funcionaria.
Beatriz Elena Cárdenas Casas, directora de la Uaesp
Se habla de mucha presión política. ¿Eso es verdad?
Nosotros somos técnicos y lo que les vamos a demostrar a los bogotanos es que los temas los manejamos con criterios técnicos y no políticos.
Pero ¿cómo enfrentar presiones indebidas?
No tenemos temor, ni susto ni prevención. Muchos ya entendieron que ni a mí ni al alcalde (Enrique) Peñalosa nos van a presionar. Lo que vamos a hacer es un proceso con condiciones iguales de acceso, incluido Aguas de Bogotá. Todo se va a manejar por el Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop II), con Colombia Compra Eficiente, donde queda todo registrado. Nos hemos reunido varias veces con la ‘Paca’ Zuleta (directora de Colombia Compra Eficiente) para dar todas las garantías de transparencia.
¿Qué otras novedades se puede contar a los bogotanos?
Lo más importante es que vamos a tener una Bogotá limpia, con el concepto de áreas limpias. Vamos a tener cestas adecuadas, para arrojar la colilla del cigarrillo, los chicles; vamos a aumentar las frecuencias de recolección en los sitios de rumba; los ciudadanos van a ver hidrolavadoras, aspiradoras, barredoras mecánicas...
¿Es verdad que van a meter en cintura a los eventos?
Todos los sitios donde se hagan eventos públicos van a tener un anexo donde ellos se comprometen a entregar el material reciclado. No es como pasa hoy, que dejan todo revuelto. Ese material debe estar identificado y separado, y va para las organizaciones de recicladores, y lo no aprovechable, al operador de la zona.
Pero las entidades públicas no son el mejor ejemplo...
También para las entidades públicas, incluidas las de carácter nacional que están en Bogotá, todas van a manejar el material de acuerdo con las decisiones que toma el Distrito y se lo tienen que entregar a los recicladores.
¿Y cómo va jugando la cultura ciudadana?
En los próximos días van a salir campañas informando el color de las bolsas, el manejo de los residuos en cada una de ellas; estamos en los colegios, en los centros comerciales y en las entidades públicas, trabajando muy fuerte para reducir también el impacto en Doña Juana.
A las 9 a. m. está programado el debate de control político sobre pobreza en Ciudad Bolívar y las condiciones en que se encuentra el relleno sanitario de Doña Juana, ubicado en el sur de la ciudad. Los 45 concejales y al menos 12 funcionarios del Distrito, así como las directivas de la Corporación Autónoma Regional (CAR), se reunirán con la comunidad y responderán sus inquietudes en el polideportivo Valles de Cafam, ubicado en la carrera 2D n.° 91B-04 sur.
El relleno sanitario tiene hoy licencia ambiental de la CAR para funcionar hasta el año 2020, aunque ya se habla de la posibilidad de buscar que funcione hasta el 2070.
BOGOTÁ