Este miércoles se iniciaron las obras de demolición del predio Bambú, una de las mansiones ilegales construidas en los cerros orientales, en zona de reserva forestal, violando todo tipo de normas ambientales.
Aunque la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) había ordenado su demolición en 2016, tuvo que sortear una lucha jurídica durante tres años con la firma Kaisser CK SAS para, finalmente, echar abajo la enorme construcción.
Ahora, las obras tardarán cuatro meses en completarse. Se eligió la demolición con maquinaria, y no por implosión, para afectar lo menos posible el ecosistema y evitar deslizamientos.
Así se vivió, desde la calle 76 n.° 2-60 este, las labores de demolición. La constructora Kaisser CK SAS tuvo que asumir el valor de la intervención: más de 575 millones de pesos.
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— EL TIEMPO Bogotá (@BogotaET) August 14, 2019
EL TIEMPO habló con el director de la CAR, Néstor Guillermo Franco sobre el caso de mansiones ilegales en los cerros orientales. Esta es la primera experiencia de la CAR en este tipo de intervenciones.
El director de la @CAR_Cundi habla sobre la demolición de la mansión ilegal Bambú en el sector de Bagazal sobre los cerros orientales. https://t.co/mtjvMJVvAo
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“Nuestro mensaje a los ciudadanos es que entiendan que persistiremos en la conservación y preservación de nuestros ecosistemas; por eso, no vamos a permitir que se sigan afectando nuestros recursos naturales”, afirmó Franco.
Por sentencia del Consejo de Estado, que tuvo segunda instancia en 2013, los propietarios, poseedores y tenedores de predios ubicados en la Reserva Forestal Protectora 'Bosque Oriental de Bogotá' no pueden adelantar acciones "que perjudiquen el área protegida, así como a los curadores urbanos de Bogotá observar en forma estricta la normatividad ambiental; abstenerse de conceder nuevas licencias, autorizaciones o permisos que faciliten el desarrollo urbanístico o de construcción en el área de la reserva forestal protectora”.
En Bambú, además de la construcción en un predio de 1,40 hectáreas, se evidenció ocupación y captación de aguas de la quebrada Los Rosales. También hubo una afectación paisajística.

Predio Bambú, ubicado en el sector de Bagazal, en los cerros orientales.
Carlos Ortega / EL TIEMPO.
En febrero de 2015, la CAR descubrió que en este punto se estaban realizando inmensas construcciones y se evidenció una afectación ambiental en los cerros orientales.
No obstante la actuación de la CAR, las constructoras avanzaron con las obras.
En 2016, por la resolución DRBC 423, se declaró como responsables a Juanita Barreneche Renand y a la sociedad Comercializadora Kaysser C.K. S.A.S. por "actividad de construcción, nivelación y adecuación, afectación zona de ronda y afectación al paisaje".

Predio Bambú, ubicado en el sector de Bagazal, en los cerros orientales.
Carlos Ortega / EL TIEMPO.
En ese momento se habló de dos sanciones claves: la orden de demolición y dos multas que ascendían a los 470 millones de pesos.
A pesar de que se dio la orden de demolición, fueron varios los recursos jurídicos que la CAR tuvo que resolver durante tres años: fueron más de 10 acciones judiciales, todas resueltas a favor de la CAR.
Finalmente, el 8 de julio, la CAR firmó contrato con la empresa Abecol Demoliciones y Construcciones S.A.S. Al final del proceso, se remitirá la cuenta a Kaisser CK SAS, que está obligada a asumir todo el costo.
En total son cinco los predios y construcciones en conflicto. Bambú y Monterodro ya fueron declarados ilegales. Bambú está siendo demolido y Monterodro está surtiendo el debido proceso antes de poder ser intervenido.
Hay otras tres mansiones que aún son presuntamente ilegales: Pauche, Tuno y Arrayán. Estas atraviesan los respectivos procesos de investigación.
Estas son las observaciones que la autoridad ambiental ha hecho sobre ellas:
Monterodro: También tiene orden de demolición. Como Bambú, atraviesa un proceso legal antes de una posible intervención. Allí se registró una tala de especies.
Pauche: se evidenció una flagrante violación de la resolución impuesta en febrero de 2016 para la suspensión de actividades de construcción.
Tuno: en 2015 se pudo ingresar por primera vez, pues siempre existieron obstáculos de los dueños para hacer verificación del caso.
Arrayán: se hacía una captación ilegal con una motobomba que fue decomisada.
En la zona hay otros 25 procesos sancionatorios contra otras megamansiones y obras por cometer infracciones ambientales.
"Es de resaltar que estas construcciones fueron declaradas ilegales, luego de que se adelantara la modificación del Plan de Manejo de los Cerros, en desarrollo de la sentencia proferida por el Consejo de Estado, que determinó qué usos se les puede dar a algunas áreas y cuáles están totalmente prohibidos, en este caso las construcciones que afectan la zona protegida", es lo que ha señalado la CAR.
La propia Procuraduría ha presionado a la CAR en esta serie de procesos para garantizar la suspensión de cualquier actividad de construcción en la Reserva Forestal Protectora del Bosque Oriental de Bogotá. Incluso, ha pedido acciones efectivas.
A través de tres órdenes de cumplimiento, el órgano de control advirtió que “no basta con decretar la medida preventiva mediante acto administrativo para prevenir o impedir: i] la ocurrencia de un hecho, o, ii] la realización de una actividad, o, iii] la existencia de una situación que atente contra el medioambiente; sino que estas medidas requieren ser ejecutadas y materializadas”.
Tan grave es la situación que el mismo Consejo de Estado, por sentencia, ha protegido la zona de reserva forestal en este punto de los cerros. En el fallo de 2013 se indica que, allí, no se pueden realizar obras ni construcciones que afecten el entorno.
ANA PUENTES
BOGOTÁ